Misión Rango E: Hierva Mala.
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Fairy Tail Rol :: Otros Lugares :: ERA
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Misión Rango E: Hierva Mala.
Temprano en la mañana, las puertas de Magnolia se encontraban tranquilas como siempre, los ciudadanos transitaban como suelen hacerlo cada día, y mas cuándo se trataba de un día tan soleado, mientras una brisa cruzaba por cada calle, por cada ventana y por cada puerta abierta. Todo era normal, pero algo salía de lo cotidiano, aun que claro, Magnolia nunca fue una ciudad cotidiana y mucho menos tranquila.
Aun así, por las puertas, un ente cruzaba, encapuchado por completo, quizás para cubrirse del sol o para no ser descubierto, pero el real motivo, era el espantoso viento que se encontraba en el camino a la ciudad, y así lo describía yo, Daidalus Bearlic Daikazoku, aun que para todos era Dango.
- Descansaré aquí -
Dije mientras me quitaba la capucha, dejándola por ahí y caminar a las sillas mas cercanas, para mi suerte se trataba de un local de comida, y que comida, si servían mi favorito, una gran porción de pizza para el estómago, y así todo seguía con su tranquilidad.
Cuándo producto del viento y el destino, un desolado papel volaba por los cielos, este se veía algo viejo, pero finalmente terminó cayendo sobre mi pizza, se trataba de un anuncio, aun que mas que eso, era una especie de petición para un recado, quién sabe como llegó esa hoja a mi, pero lo cierto era que dinero me faltaba, por lo que lo mejor sería coger el papel y hacer el encargo, ya que claro, cómo perderme la oportunidad si incluso estaban involucradas las plantas.
Así viaje, cruzando muchas ciudad, prados, desiertos o lo que fuese que se me cruzara, sobre un caballo mas que alquilado, había pedido prestado sin que la otra persona supiese, lo devolvería al fin y al cabo, eso debía hacerlo por mi honor.
Al final llegué, era un encantador lugar el sitio del solicitado, ya que claro, antes que nada debía encontrarme con la persona que solicitaba la misión, así me daría mas detalles y aun mas, me afirmaría la recompensa de esta.
Así llegué a un pequeño lugar, con árboles y una banca, quizás ahí se encontraría aquella persona, el punto es que rápidamente me senté en la banca, mientras comía algunos trozos de pizza con los ojos cerrados.
Aun así, por las puertas, un ente cruzaba, encapuchado por completo, quizás para cubrirse del sol o para no ser descubierto, pero el real motivo, era el espantoso viento que se encontraba en el camino a la ciudad, y así lo describía yo, Daidalus Bearlic Daikazoku, aun que para todos era Dango.
- Descansaré aquí -
Dije mientras me quitaba la capucha, dejándola por ahí y caminar a las sillas mas cercanas, para mi suerte se trataba de un local de comida, y que comida, si servían mi favorito, una gran porción de pizza para el estómago, y así todo seguía con su tranquilidad.
Cuándo producto del viento y el destino, un desolado papel volaba por los cielos, este se veía algo viejo, pero finalmente terminó cayendo sobre mi pizza, se trataba de un anuncio, aun que mas que eso, era una especie de petición para un recado, quién sabe como llegó esa hoja a mi, pero lo cierto era que dinero me faltaba, por lo que lo mejor sería coger el papel y hacer el encargo, ya que claro, cómo perderme la oportunidad si incluso estaban involucradas las plantas.
Así viaje, cruzando muchas ciudad, prados, desiertos o lo que fuese que se me cruzara, sobre un caballo mas que alquilado, había pedido prestado sin que la otra persona supiese, lo devolvería al fin y al cabo, eso debía hacerlo por mi honor.
Al final llegué, era un encantador lugar el sitio del solicitado, ya que claro, antes que nada debía encontrarme con la persona que solicitaba la misión, así me daría mas detalles y aun mas, me afirmaría la recompensa de esta.
Así llegué a un pequeño lugar, con árboles y una banca, quizás ahí se encontraría aquella persona, el punto es que rápidamente me senté en la banca, mientras comía algunos trozos de pizza con los ojos cerrados.
Dango- Mago Clase E
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Re: Misión Rango E: Hierva Mala.
Ya era costumbre para la pelirroja el simplemente llegar al gremio, saludar a todos e ir directamente al tablón de misiones, si no es que estaba sirviendo bebidas durante la ausencia de Mirajane. Así que por ningún motivo fuera de lo común para la pelirroja estaba en ERA, simplemente se trataba de otra misión más, de las numerosas que realizaba al mes. La mayoría de los del gremio aún se preguntaban el por qué Kallen continuaba siendo de aquella clase social, si ganaba tanto dinero y no causaba tantos desastres como los demás integrantes de Fairy Tail.
Aquel día soleado, despejado, con el aire olor a pan (Por alguna razón) y la paleta que estaba comiendo eran motivos suficientes para explicar la gran sonrisa y la forma de caminar a zancadas de la pelirroja.El ERA era una ciudad tranquila, que apenas y veía gente caminar por las calles, por lo que al tararear una canción romía la tranquilidad del ambiente. Suspiró y, sentandose en un banco en el que un chico castaño con bandana se había sentado, sacó el volante de la misión que había solicitado: Eliminar a la planta supedesarrollada.
~Joo, menos mal soy mago de fuego... Si hubiera tomado la de actuar, arruino la función...- pensó la pelirroja en voz alta.
Apoyó su cabeza sobre su mano izquierda y se inclinó para apoyar el codo en esa misma pierda, admirando e imaginando qué clase de planta tendría que derrotar, e incluso se imaginaba a si misma escupiendo fuego, aunque sabía que aún no lo podía hacer.
Aquel día soleado, despejado, con el aire olor a pan (Por alguna razón) y la paleta que estaba comiendo eran motivos suficientes para explicar la gran sonrisa y la forma de caminar a zancadas de la pelirroja.El ERA era una ciudad tranquila, que apenas y veía gente caminar por las calles, por lo que al tararear una canción romía la tranquilidad del ambiente. Suspiró y, sentandose en un banco en el que un chico castaño con bandana se había sentado, sacó el volante de la misión que había solicitado: Eliminar a la planta supedesarrollada.
~Joo, menos mal soy mago de fuego... Si hubiera tomado la de actuar, arruino la función...- pensó la pelirroja en voz alta.
Apoyó su cabeza sobre su mano izquierda y se inclinó para apoyar el codo en esa misma pierda, admirando e imaginando qué clase de planta tendría que derrotar, e incluso se imaginaba a si misma escupiendo fuego, aunque sabía que aún no lo podía hacer.
- Spoiler:
Kallen Kozuki- Mago Clase B
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Re: Misión Rango E: Hierva Mala.
Las 10:00 AM, excelente hora para algunos, incluyendo para la chica de cabellos morados, para otros sería la hora de estar en la cama, dormidos y sin hacer nada, creo que todo es relativo a quien sea y en que trabaje.
¿La temperatura del lugar? Se encontraba cerca de los 20°C, para todo el mundo sería la temperatura perfecta para salir, pero para Mizore ya estaba lo suficientemente caliente para andar por esos lugares, afortunadamente su suéter mantenía el calor dentro suyo para evitar cualquier tipo de problemas en su temperatura corporal la cual debe ser fría.
Afortunadamente para la chica podría estar en cualquier lugar debido a que no posee Gremio, pero aun así necesita una manera por la cual conseguir dinero, y el realizar misiones sería una de esas maneras.
En la ciudad de Era se había encontrado unos pequeños panfletos sobre una misión, un tanto riesgosa, como le mencionaba el papel. ¿Su nombre? Hierba mala... Un poco ridículo, pero a fin de cuentas para la mujer sería una fuente de ingresos.
Arrancó el papel de la pared de donde lo vio, y se dirigió a un paso normal, al fin y al cabo el lugar donde se solicitaba gente no se encontraba a mas de un kilometro.
Al momento de llegar al lugar pactado en el papel, notó que ya no era la única persona que llegó para realizar aquella misión.
Caminó a donde estaban los árboles, sin dirigirles la palabra a los demás, sentándose a la sombra del árbol más grande, manteniendo un semblante frío, como su piel.
¿La temperatura del lugar? Se encontraba cerca de los 20°C, para todo el mundo sería la temperatura perfecta para salir, pero para Mizore ya estaba lo suficientemente caliente para andar por esos lugares, afortunadamente su suéter mantenía el calor dentro suyo para evitar cualquier tipo de problemas en su temperatura corporal la cual debe ser fría.
Afortunadamente para la chica podría estar en cualquier lugar debido a que no posee Gremio, pero aun así necesita una manera por la cual conseguir dinero, y el realizar misiones sería una de esas maneras.
En la ciudad de Era se había encontrado unos pequeños panfletos sobre una misión, un tanto riesgosa, como le mencionaba el papel. ¿Su nombre? Hierba mala... Un poco ridículo, pero a fin de cuentas para la mujer sería una fuente de ingresos.
Arrancó el papel de la pared de donde lo vio, y se dirigió a un paso normal, al fin y al cabo el lugar donde se solicitaba gente no se encontraba a mas de un kilometro.
Al momento de llegar al lugar pactado en el papel, notó que ya no era la única persona que llegó para realizar aquella misión.
Caminó a donde estaban los árboles, sin dirigirles la palabra a los demás, sentándose a la sombra del árbol más grande, manteniendo un semblante frío, como su piel.
Shirayuki Mizore- Mago Clase E
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Re: Misión Rango E: Hierva Mala.
Seguía tranquilo, sumido en mis posibles pensamiento como si una gran pizza invadiera la ciudad, eso sería grandioso, todo ese queso escurriendo por las paredes de cada yacimiento, con techos de tomate, puertas con tocino, ventanas con aun mas queso, el punto es que mis pensamiento no me dejaban otra cosa mas que estar como perdido, sin detener el comer de la pizza, cuándo el sonido de unos pasos me despertó.
Se trataba de una "chica"... Si mi memoria no me falla así se llaman, esta era mas alta como solía ver en los libros que los árboles me enseñaban, poseían unos finos cabellos... ¿Rosa? A mi me parecía así, aun que por lo visto estaba en lo correcto, o eso esperaba, y con ellos unos marcados ojos azules, a mi parecer parecía de esas chicas que atienden bibliotecas.
Y sin vacilar, terminó sentada a mi lado, mientras en sus manos sostenía un papel, muy parecido al que yo había obtenido... Si es que no era el mismo, y como siempre solía ser, no me importó escuchar lo que fuese que estuviera hablando, quizás también venía por la misión, y mientras mas sería mucho mejor el realizar esta misión. Y no estaba en lo incorrecto.
Sin perder el tiempo, me levanté, mientras algo de queso de la pizza anterior colgaba de mi boca, para luego colocarme frente la chica, e inclinarme, quedando al mínimo de distancia del rostro uno del otro, observándola directamente, con una expresión algo intimidante, para luego de unos segundos, cambiar ese semblante a uno totalmente alegre, y darle una palmada no fuerte en el hombro.
- Supongo que no estoy solo en esto... -
Dije mientras de mi bolsillo tomaba un cartel, este era el mismo, realmente, para luego estirarlo frente a la chica, este tenía un trozo de salame pegado, pero no evitaba el ver los detalles importante.
- Mi nombre es Dango... Bueno, realmente es Daidalus, pero puedes llamarme Dango -
Rápidamente, otros pasos se hicieron presentes, esta vez, era una chica, pálida, no me daba muy buena espina, ya que rápidamente se fue al árbol, no sabía exactamente si se trataba de otra compañera, pero cuándo llegara el informante seguro se acercaría si es que era otra interesada en la misión.
Se trataba de una "chica"... Si mi memoria no me falla así se llaman, esta era mas alta como solía ver en los libros que los árboles me enseñaban, poseían unos finos cabellos... ¿Rosa? A mi me parecía así, aun que por lo visto estaba en lo correcto, o eso esperaba, y con ellos unos marcados ojos azules, a mi parecer parecía de esas chicas que atienden bibliotecas.
Y sin vacilar, terminó sentada a mi lado, mientras en sus manos sostenía un papel, muy parecido al que yo había obtenido... Si es que no era el mismo, y como siempre solía ser, no me importó escuchar lo que fuese que estuviera hablando, quizás también venía por la misión, y mientras mas sería mucho mejor el realizar esta misión. Y no estaba en lo incorrecto.
Sin perder el tiempo, me levanté, mientras algo de queso de la pizza anterior colgaba de mi boca, para luego colocarme frente la chica, e inclinarme, quedando al mínimo de distancia del rostro uno del otro, observándola directamente, con una expresión algo intimidante, para luego de unos segundos, cambiar ese semblante a uno totalmente alegre, y darle una palmada no fuerte en el hombro.
- Supongo que no estoy solo en esto... -
Dije mientras de mi bolsillo tomaba un cartel, este era el mismo, realmente, para luego estirarlo frente a la chica, este tenía un trozo de salame pegado, pero no evitaba el ver los detalles importante.
- Mi nombre es Dango... Bueno, realmente es Daidalus, pero puedes llamarme Dango -
Rápidamente, otros pasos se hicieron presentes, esta vez, era una chica, pálida, no me daba muy buena espina, ya que rápidamente se fue al árbol, no sabía exactamente si se trataba de otra compañera, pero cuándo llegara el informante seguro se acercaría si es que era otra interesada en la misión.
Dango- Mago Clase E
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Re: Misión Rango E: Hierva Mala.
Su mente infantil continuaba imaginando una flor gigante con un tallo regordete, brazos, piernas, pétalos rosas y una gran boca feroz y babosa devoradora de carne, y a ella misma disfrazada de superheroina y escupiendo fuego como un dragón, parecía más entretenida que un par de niños jugando con una pelota mágica.
Pero su hilo de imaginación sumamente extendido se vió interrumpido cuando su mirada perdida encontró que el chico que estaba sentado en el mismo banco ahora se agachaba en frente de ella, un poco más cerca de lo que debía un extraño, por lo que con un leve sonrojo y un rostro de sospecha e incomodidad miraba al chico.
~¿Qué buscas?- dijo, apartantandose un poco hacia atrás cuando el chico sonrió.
Luego, al ver el papel, o mas bien el mismo volante que cargaba ella en manos del chico, comprendió. Iba a ser su compañero de misión, mas bien, no le vendría mal un poco de apoyo a la pelirroja. Por lo que también sonrió, con que fuera su compañero de misión era suficiente como para confiar en un extraño con apariencia de lavaplatos.
~¡Yo soy Kozuki Kallen, de Fairy Tail!- se señaló a si misma con el pulgar, con gesto orgulloso pero inocente- Pero, todos me llaman Kallen. -Sonrió cálidamente esta vez.
Se quedó unos segundos detallando el rostro del chico, especificamente eso que tenía en la boca... ¿Era queso? No abandonaba su gesto curioso.
~Tienes un trozo de...- dijo, justo antes de tomarlo con la mano y comérselo, se veía apetitoso. (?)
Pero en seguida llegó un hombre con un sombrero de paja y una camisa algo sucia de tierra, parecía un jardinero. El hombre tenía gesto preocupado, ojos achinados, era bajito y tenía piel morena, parecía de la mediana edad, mas bien anciano. Se acercó a los dos chicos con un paso parecido al de un pinguino, y agitó los brazos para hacer señal que se encontraba allí.
~¿U-ustedes son los magos que vienen por el encargo-choki?- dijo el hombre -Creí que eran tres-choki...
Pero su hilo de imaginación sumamente extendido se vió interrumpido cuando su mirada perdida encontró que el chico que estaba sentado en el mismo banco ahora se agachaba en frente de ella, un poco más cerca de lo que debía un extraño, por lo que con un leve sonrojo y un rostro de sospecha e incomodidad miraba al chico.
~¿Qué buscas?- dijo, apartantandose un poco hacia atrás cuando el chico sonrió.
Luego, al ver el papel, o mas bien el mismo volante que cargaba ella en manos del chico, comprendió. Iba a ser su compañero de misión, mas bien, no le vendría mal un poco de apoyo a la pelirroja. Por lo que también sonrió, con que fuera su compañero de misión era suficiente como para confiar en un extraño con apariencia de lavaplatos.
~¡Yo soy Kozuki Kallen, de Fairy Tail!- se señaló a si misma con el pulgar, con gesto orgulloso pero inocente- Pero, todos me llaman Kallen. -Sonrió cálidamente esta vez.
Se quedó unos segundos detallando el rostro del chico, especificamente eso que tenía en la boca... ¿Era queso? No abandonaba su gesto curioso.
~Tienes un trozo de...- dijo, justo antes de tomarlo con la mano y comérselo, se veía apetitoso. (?)
Pero en seguida llegó un hombre con un sombrero de paja y una camisa algo sucia de tierra, parecía un jardinero. El hombre tenía gesto preocupado, ojos achinados, era bajito y tenía piel morena, parecía de la mediana edad, mas bien anciano. Se acercó a los dos chicos con un paso parecido al de un pinguino, y agitó los brazos para hacer señal que se encontraba allí.
~¿U-ustedes son los magos que vienen por el encargo-choki?- dijo el hombre -Creí que eran tres-choki...
Kallen Kozuki- Mago Clase B
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Re: Misión Rango E: Hierva Mala.
La chica luego de haber llago a ese lugar y sentarse debajo a la cómoda sombra del árbol, que sinceramente era poca, ya que el día se encontraba parcialmente nublado, por lo cual el sol no molestaría a nadie más que a ella debido a su naturaleza de las nieves, bajó su mano a uno de los bolsillos de sus suéter, sacando de este una paleta, o también podría denominársele una "Loli-pop" de color morado, de hecho, podría decirse que era del mismo color de sus cabellos. La desenvolvió de su plástico, el cual volvía a introducir a su bolsa de la sudadera, y posteriormente la paleta la introdujo a su boca con toda calma.
Luego de eso, la chica dirigió su vista hacia el frente, mas especifico a la banca en donde una pelirroja y un chico de cabello castaño estaban sentados, por como el chico miró a la pelirroja la chica pensaba que eran novios o algo parecido, y lo creyó aun mas por como la chica tomaba un hilo de la pizza de la cual el chico se alimentaba y con total parsimonia lo comía. Para la chica resultaba algo frustrante el hecho de que cualquier tenga pareja y ella no pudiera hacerlo. Definitivamente era una incomprendida chica con complejos.
Su mirada se desvió levemente a donde un anciano llegaba con ellos y hablaba, definitivamente esa era la señal para que apareciera. Se puso de pie de una manera un tanto rápida y se dirigió a donde todos estaban.
- Soy yo.
Decía en un tono algo bajo y frío, como era su naturaleza, apareciendo detrás de la banca, fue tan silenciosa que inclusive pudo llegar a asustar a los que ahí estaban sentados por la manera en la que apareció.
Luego de eso, la chica dirigió su vista hacia el frente, mas especifico a la banca en donde una pelirroja y un chico de cabello castaño estaban sentados, por como el chico miró a la pelirroja la chica pensaba que eran novios o algo parecido, y lo creyó aun mas por como la chica tomaba un hilo de la pizza de la cual el chico se alimentaba y con total parsimonia lo comía. Para la chica resultaba algo frustrante el hecho de que cualquier tenga pareja y ella no pudiera hacerlo. Definitivamente era una incomprendida chica con complejos.
Su mirada se desvió levemente a donde un anciano llegaba con ellos y hablaba, definitivamente esa era la señal para que apareciera. Se puso de pie de una manera un tanto rápida y se dirigió a donde todos estaban.
- Soy yo.
Decía en un tono algo bajo y frío, como era su naturaleza, apareciendo detrás de la banca, fue tan silenciosa que inclusive pudo llegar a asustar a los que ahí estaban sentados por la manera en la que apareció.
Shirayuki Mizore- Mago Clase E
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Re: Misión Rango E: Hierva Mala.
Seguía observando a la chica, con aquella sonrisa tan ingenua y relajada que acostumbraba llevar casi siempre, escuchándole detenidamente sus palabras ya que claro, si iba a ser mi compañera primero algo debía conocer de ella, y aun que por su mirada fácilmente podía observar como ella creía que yo era un lavaplatos, como esos que limpian cada día los platos de las pizzerías (?).
- Kozuki... Kallen... Hum... Kallenzuki...Kozullen... Kozu... Bien.. Te llamaré Kozu, es mas fácil (?) -
Dije apuntándole con mi dedo índice, directamente entre los ojos mientras me levantaba, en una posición recta y apuntaba justo entre sus dos ojos, esperando una respuesta por parte de ella, si no me quedaría así por toda la eternidad... O hasta que el hambre me ganara y terminase lléndome a comer algo.
Así pasaron los segundos, y escuche nuevamente otros pasos, estos ahora, eran de un macho machote, un anciano, de apariencia bastante peculiar para decir verdad, chico, negro, chino y pingûino (?), además de tener un acento algo raro... El cual realmente llamaba mucho la atención. Pero sin vacilar, llevé mi mano diestra, rápidamente a la cabeza de este hombre, tomando su sombrero y colocándomelo en la cabeza.
- Así es... Somos nosotros... ¿Choki?... Y pues, por lo visto el otro miembro aun no' -
Me fui interrumpido, por una especie de ninja, ya que de pronto, y sin darme cuenta, una voz gélida y poco audible se encontraba a nuestras espalda, aun así fue lo suficiente fuerte como para darnos cuentas de su presencia, pero alguien se dio cuenta antes que yo, un ser blanco, pequeño y con un par de orejas algo curiosas.
???: ¿Nya?
Dijo apareciendo por entre las ropas de mi espalda, quedando frente a frente con la chica nueva que había aparecido, quizás esta saldría mas sorprendida que nosotros por ella, ya que claro, quién espera que un "gato" salga de la espalda de un modesto chico sereno.
El pequeño ser, sin demora dio un gran salto de mi espalda, y como "flotando", cayó despacio sobre el suelo, entre el viejo, Kozu y yo, con la totalidad gracia de un felino, sin para de observar con esos orbes rojos y penetrantes, ladeando su cabeza a la izquierda.
???: Oh... Lamento haber aparecido así... Y qué... ¿No piensas presentarme? Soy ' -
- Cierto, ella es Yu, puede parecer grosera y rebelde muchas veces, pero no la vean como un enemigo, es mi compañera -
Le interrumpí sin darme cuenta, aun que muchas veces pasaba, quizás ese no era su verdadero nombre, pero así le había puesto de siempre y así se quedaría, los nombres largos no se me daban, y mucho menos recordarlos.
Yu dio un leve suspiro, mientras daba un salto con mucha gracia y majestuosidad, y cayendo en mi cabeza, con toda la suavidad y elegancia que un ser podía tener, sentándose en esta y permaneciendo ahí, observando sin emoción alguna a todos los presentes, lo que podía llegar a ser algo incómodo y mas para Kozu, que la observaba detenidamente a ella mas que a los demás.
Yu: ¿Y bien?... Supo'.
- Ah si... Señor Anciano, supongo que usted es el solicitante de la misión ¿No? Hemos venido a ayudarle, así que denos todos los detalles, choki (?) -
Dije nuevamente, interrumpiendo otra vez lo que mi compañera quería decir, quizás era lo mismo, aun que al fin y al cabo había robado nuevamente su momento de hablar, lo que quizás traería consecuencia, y las trajo, ya que sin lentitud, clavo sus dientes en el sector de la cabeza, mientras un pequeño hilo de sangre corría por mi frente, pero, mi actitud serena y sexy se mantuvo intacta, sin demostrar si quiera alguna incomodidad por eso (?).
- Kozuki... Kallen... Hum... Kallenzuki...Kozullen... Kozu... Bien.. Te llamaré Kozu, es mas fácil (?) -
Dije apuntándole con mi dedo índice, directamente entre los ojos mientras me levantaba, en una posición recta y apuntaba justo entre sus dos ojos, esperando una respuesta por parte de ella, si no me quedaría así por toda la eternidad... O hasta que el hambre me ganara y terminase lléndome a comer algo.
Así pasaron los segundos, y escuche nuevamente otros pasos, estos ahora, eran de un macho machote, un anciano, de apariencia bastante peculiar para decir verdad, chico, negro, chino y pingûino (?), además de tener un acento algo raro... El cual realmente llamaba mucho la atención. Pero sin vacilar, llevé mi mano diestra, rápidamente a la cabeza de este hombre, tomando su sombrero y colocándomelo en la cabeza.
- Así es... Somos nosotros... ¿Choki?... Y pues, por lo visto el otro miembro aun no' -
Me fui interrumpido, por una especie de ninja, ya que de pronto, y sin darme cuenta, una voz gélida y poco audible se encontraba a nuestras espalda, aun así fue lo suficiente fuerte como para darnos cuentas de su presencia, pero alguien se dio cuenta antes que yo, un ser blanco, pequeño y con un par de orejas algo curiosas.
???: ¿Nya?
Dijo apareciendo por entre las ropas de mi espalda, quedando frente a frente con la chica nueva que había aparecido, quizás esta saldría mas sorprendida que nosotros por ella, ya que claro, quién espera que un "gato" salga de la espalda de un modesto chico sereno.
- Soundtrack:
- xxxHolic - Chou no Michikusa, busquen ese, maldita regla de los enlaces (?).
El pequeño ser, sin demora dio un gran salto de mi espalda, y como "flotando", cayó despacio sobre el suelo, entre el viejo, Kozu y yo, con la totalidad gracia de un felino, sin para de observar con esos orbes rojos y penetrantes, ladeando su cabeza a la izquierda.
???: Oh... Lamento haber aparecido así... Y qué... ¿No piensas presentarme? Soy ' -
- Cierto, ella es Yu, puede parecer grosera y rebelde muchas veces, pero no la vean como un enemigo, es mi compañera -
Le interrumpí sin darme cuenta, aun que muchas veces pasaba, quizás ese no era su verdadero nombre, pero así le había puesto de siempre y así se quedaría, los nombres largos no se me daban, y mucho menos recordarlos.
Yu dio un leve suspiro, mientras daba un salto con mucha gracia y majestuosidad, y cayendo en mi cabeza, con toda la suavidad y elegancia que un ser podía tener, sentándose en esta y permaneciendo ahí, observando sin emoción alguna a todos los presentes, lo que podía llegar a ser algo incómodo y mas para Kozu, que la observaba detenidamente a ella mas que a los demás.
Yu: ¿Y bien?... Supo'.
- Ah si... Señor Anciano, supongo que usted es el solicitante de la misión ¿No? Hemos venido a ayudarle, así que denos todos los detalles, choki (?) -
Dije nuevamente, interrumpiendo otra vez lo que mi compañera quería decir, quizás era lo mismo, aun que al fin y al cabo había robado nuevamente su momento de hablar, lo que quizás traería consecuencia, y las trajo, ya que sin lentitud, clavo sus dientes en el sector de la cabeza, mientras un pequeño hilo de sangre corría por mi frente, pero, mi actitud serena y sexy se mantuvo intacta, sin demostrar si quiera alguna incomodidad por eso (?).
Dango- Mago Clase E
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Re: Misión Rango E: Hierva Mala.
~Kozuki es mi apellido...- Dijo con una sonrisa divertida y una gotita en la cabeza, rascándose la nuca.
En cuanto la pelirroja notó la llegada de aquel hombre, se levantó de la banca y le hizo una especie de saludo militar por unos cuantos segundos, se tomaba muy en serio el papel; pero claro, no quitaba su sonrisa de oreja a oreja. Pero luego sintió una ráfaga de viento fría casi a su lado, se paralizó unos momentos en su posición, pero luego se alejó unos cuantos pasos muy rápidamente de donde estaba parada; en cuanto notó a la chica de cabellos morados sabía que ella era la causa de aquella ráfaga fría. Si, Kallen odiaba el frío.
Se acercó un par de pasos mas al área de conversación, muy lentamente, viendo sospechosamente y con precaución a la chica de cabellos morados, cuando de repente siente una mirada intensa sobre sí. Era el gato que el chico de la bandana había recién presentado, ¿Como era que se llamaba? ¿Era Tú en inglés, no? En fin, su mirada le parecía terrorífica, aunque en sí la forma estilizada de aquel gato raro le parecía tierna.
~Gato endemoniado...- Susurró entre gruñidos, viendo desafiante a aquel gato, pero luego volviendo a ver al viejo.
El hombre miró extrañado al trío de magos, la reacción rara de la chica, el gato raro del de la bandana y la aparición ninja de la chica pelimorada. Tenía planeado acomodarse el sombrero, cuando notó que el chico de la bandana lo había tomado, por lo que una venita de molestia. El hombre suspiró e intentó aguantar aquel comportamiento del chico, porque con las dos chicas no tenía problema, hasta ahora.
~Bueno, bueno-choki...- Dijo el hombre rascándose la cabeza -La planta tiene ya varios brazos-choki, seis fueron los que logré contar-choki... Está del lado este de la ciudad-choki, no sé exactamente donde-choki, pero los puedo llevar hasta la zona este.- El hombre hizo una seña con la mano a los chicos para que lo siguieran.
Pero la pelirroja no quería estar cerca de la chica de cabellos morados, simplemente porque odiaba el frío, y aquella chica transmitía frió apenas estar cerca de ella. Caminó unos pasos más adelante, casi a la par del hombre, pero mucho más alejada a la derecha de lo que debía. Se veía hasta extraña. Otra cosa que le incomodaba eran los ojos rojos de aquel gato malévolo, parecía que pudiera ver dentro de su alma.
~Bueno, ya hemos llegado-choki- dijo el hombre posando sus diminutas manos en su cadera -El resto es de ustedes-choki, yo estaré aquí-choki, regresen cuando resuelvan lo de la planta-choki...- el hombre de repente cambió su rostro a uno completamente serio -¡Y NO TOQUEN LA CARROZA, QUE ME COSTÓ MUCHO HACERLA-CHOKI!
~¿Carroza?- la pelirroja ladeó la cabeza, con un dedo en su barbilla -Claro claro, no tocaremos su... Eh... ¿Carroza no es Zanahoria en inglés?- dijo con gesto perdido, aún con la cabeza ladeada.
En cuanto la pelirroja notó la llegada de aquel hombre, se levantó de la banca y le hizo una especie de saludo militar por unos cuantos segundos, se tomaba muy en serio el papel; pero claro, no quitaba su sonrisa de oreja a oreja. Pero luego sintió una ráfaga de viento fría casi a su lado, se paralizó unos momentos en su posición, pero luego se alejó unos cuantos pasos muy rápidamente de donde estaba parada; en cuanto notó a la chica de cabellos morados sabía que ella era la causa de aquella ráfaga fría. Si, Kallen odiaba el frío.
Se acercó un par de pasos mas al área de conversación, muy lentamente, viendo sospechosamente y con precaución a la chica de cabellos morados, cuando de repente siente una mirada intensa sobre sí. Era el gato que el chico de la bandana había recién presentado, ¿Como era que se llamaba? ¿Era Tú en inglés, no? En fin, su mirada le parecía terrorífica, aunque en sí la forma estilizada de aquel gato raro le parecía tierna.
~Gato endemoniado...- Susurró entre gruñidos, viendo desafiante a aquel gato, pero luego volviendo a ver al viejo.
El hombre miró extrañado al trío de magos, la reacción rara de la chica, el gato raro del de la bandana y la aparición ninja de la chica pelimorada. Tenía planeado acomodarse el sombrero, cuando notó que el chico de la bandana lo había tomado, por lo que una venita de molestia. El hombre suspiró e intentó aguantar aquel comportamiento del chico, porque con las dos chicas no tenía problema, hasta ahora.
~Bueno, bueno-choki...- Dijo el hombre rascándose la cabeza -La planta tiene ya varios brazos-choki, seis fueron los que logré contar-choki... Está del lado este de la ciudad-choki, no sé exactamente donde-choki, pero los puedo llevar hasta la zona este.- El hombre hizo una seña con la mano a los chicos para que lo siguieran.
Pero la pelirroja no quería estar cerca de la chica de cabellos morados, simplemente porque odiaba el frío, y aquella chica transmitía frió apenas estar cerca de ella. Caminó unos pasos más adelante, casi a la par del hombre, pero mucho más alejada a la derecha de lo que debía. Se veía hasta extraña. Otra cosa que le incomodaba eran los ojos rojos de aquel gato malévolo, parecía que pudiera ver dentro de su alma.
~Bueno, ya hemos llegado-choki- dijo el hombre posando sus diminutas manos en su cadera -El resto es de ustedes-choki, yo estaré aquí-choki, regresen cuando resuelvan lo de la planta-choki...- el hombre de repente cambió su rostro a uno completamente serio -¡Y NO TOQUEN LA CARROZA, QUE ME COSTÓ MUCHO HACERLA-CHOKI!
~¿Carroza?- la pelirroja ladeó la cabeza, con un dedo en su barbilla -Claro claro, no tocaremos su... Eh... ¿Carroza no es Zanahoria en inglés?- dijo con gesto perdido, aún con la cabeza ladeada.
Kallen Kozuki- Mago Clase B
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Re: Misión Rango E: Hierva Mala.
Al momento de aparecer de improviso por detrás de los chicos, al parecer logrando por lo menos dar una sorpresa, aunque sinceramente no era lo que quería, ni siquiera quería llamar la atención pero su simple semblante y el aura frío que emanaba eran suficiente como para que cualquiera la viera, una especie de gato, o al menos eso aparentaba ser, salió de la ropa del hombre, por la parte de la espalda, pero la expresión de la chica no cambiaba mucho, aparentemente no la logró sorprender ni nada cercano, la joven solo esbozó una leve curiosidad en su rostro, inclinando levemente su cabeza a la derecha, mirando al animal blanco.
Luego de eso solo se quedaba mirando y escuchando lo que aquellas personas decían, sin meterse mucho en las situaciones que ahí se formaban, eso era bastante normal en ella el ser así de reservada.
Observaba al anciano al momento de que este daba la indicación de que fuera seguido, haciendo exactamente eso, caminando, después de los 2 otros chicos que aparentaban tener mas o menos la misma edad de la chica.
Luego de que el anciano se detuvo, ella tardó unos cuantos momentos en llegar a donde estaban los demás debido a que iba mas atrás de ellos, colocándose al lado derecho del chico que portaba consigo una especie de gato volador parlante, y solo espero a que alguien decidiera que era lo que iban a realizar exactamente sin destruir la carroza del anciano (?).
Luego de eso solo se quedaba mirando y escuchando lo que aquellas personas decían, sin meterse mucho en las situaciones que ahí se formaban, eso era bastante normal en ella el ser así de reservada.
Observaba al anciano al momento de que este daba la indicación de que fuera seguido, haciendo exactamente eso, caminando, después de los 2 otros chicos que aparentaban tener mas o menos la misma edad de la chica.
Luego de que el anciano se detuvo, ella tardó unos cuantos momentos en llegar a donde estaban los demás debido a que iba mas atrás de ellos, colocándose al lado derecho del chico que portaba consigo una especie de gato volador parlante, y solo espero a que alguien decidiera que era lo que iban a realizar exactamente sin destruir la carroza del anciano (?).
Shirayuki Mizore- Mago Clase E
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Re: Misión Rango E: Hierva Mala.
Ya por fin estaba apunto de comenzar lo interesante, ese anciano pronto nos tendría que llevar donde la planta y destruirla... Eso no me agradaba mucho, claro, con mi habilidad para hablar con las ya mencionadas, quizás podría saber por que la hostilidad de la planta, pero lo mas seguro es que terminaríamos por acabar con ella, por algún extraño motivo tenia ese pensamiento, pero, pese a tener ese pensamiento de pesar y molestia, la sonrisa que siempre me acompaña seguía ahí, donde siempre, mientras Yu observaba a Kozu.
Yu: Endemoniadas tus ubres.
Por lo visto una nueva amistas crecía entre las dos, eso era algo bueno... Creo... Pero mientras tanto, yo simplemente me limité a caminar, detrás de aquel anciano "choki", el cual claro, nos llevaba al lugar de la planta, mientras a mis lados se encontraban las dos chicas, y en mi cabeza yacía Yu, aun que Kozu se limitaba a caminar mas cerca del viejo, quizás le atraía o buscaba que le aumentara la recompensa (?). Aun así, mientras pensaba como podría ser la planta, me fije en la otra chica, la helada, antes por último debía saber el nombre.
- Tu... Ice Cream Girl... Supongo que si trabajaremos entre todos primero deberíamos saber el nombre de todos... Soy Daidalus, pero puedes llamarme Dango, espero que nos llevemos bien en la misión... Ah... La de mi cabeza es Yu, no tomes en atención mucho lo que diga... Kozu... Deberías presentarte -
Terminado eso, seguí caminando, hasta que finalmente llegásemos al punto de la misión, era hora de poner a prueba nuestras habilidades como magos, no sabía que habilidades poseían mis compañeras, pero a su tiempo todo sería revelado.
Yu: Endemoniadas tus ubres.
Por lo visto una nueva amistas crecía entre las dos, eso era algo bueno... Creo... Pero mientras tanto, yo simplemente me limité a caminar, detrás de aquel anciano "choki", el cual claro, nos llevaba al lugar de la planta, mientras a mis lados se encontraban las dos chicas, y en mi cabeza yacía Yu, aun que Kozu se limitaba a caminar mas cerca del viejo, quizás le atraía o buscaba que le aumentara la recompensa (?). Aun así, mientras pensaba como podría ser la planta, me fije en la otra chica, la helada, antes por último debía saber el nombre.
- Tu... Ice Cream Girl... Supongo que si trabajaremos entre todos primero deberíamos saber el nombre de todos... Soy Daidalus, pero puedes llamarme Dango, espero que nos llevemos bien en la misión... Ah... La de mi cabeza es Yu, no tomes en atención mucho lo que diga... Kozu... Deberías presentarte -
Terminado eso, seguí caminando, hasta que finalmente llegásemos al punto de la misión, era hora de poner a prueba nuestras habilidades como magos, no sabía que habilidades poseían mis compañeras, pero a su tiempo todo sería revelado.
Dango- Mago Clase E
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Re: Misión Rango E: Hierva Mala.
La pelirroja caminaba en una marcha algo extraña, intentando parecer alegre pero estando un poco nerviosa por la presencia de una maga de hielo en el lugar. Suponía que era una maga de hielo, eran los únicos magos que desprendían frío de su cuerpo. Pero se supone que debía acostumbrarse, ¿No? Iban a luchar juntas en cuestión de minutos, todo para liberar a la zona este de aquella planta gigante genéticamente modificada, todo para poder cumplir la misión. Así que fue acercándose muy poco a poco a su "Grupo", en principio se supone ella era la guía al ser una clase mayor a la misión, en segundo debía aprender a trabajar en equipo así fuera con una maga completamente contraria en cuestión de Magia, y en tercero había sido descortés y no se había presentado como es debido.
~Emm... Yo soy Kallen Kozuki, de Fairy Tail...- dijo con una sonrisa algo nerviosa -P-pero, en fin, debemos buscar esa planta, ¡E incinerarla a como de lugar!- dijo esta vez con un tono mas inspirado, y un gesto hasta algo... malvado.
Comenzó nuevamente su marcha un poco más calmada, buscando con a mirada y una sonrisa alegre algún indicio de planta gigante caníbal comehumanos por el lugar. Se lo tomaba con mucha calma para ser una misión de destruir algo. Pero se detuvo en seco cuando una caja considerablemente grande pasó volando a una gran velocidad frente a su nariz, casi estrellándose con ella, y viendo como se destrozaba en pedacitos contra una pared. Volteó en dirección a donde había venido la caja, y a unas 3 cuadras, allí estaba.
No era como se la imaginaba, porque ni pétalos tenía. Eran un montón de tentáculos/ramas gruesas y gigantes, moviéndose de un lado a otro, serpenteando, y de vez en cuando tomando algo a su alrededor y lanzándolo en el aire, tal y como hizo con la caja. En el centro parecía mas bien una lechuga, pero ésta tenia una gran mandíbula llena de hileras de dientes , aunque no emitía ningún sonido, gruñido o siquiera vibración vocal. A simple vista parecía que no se moviera, pero detallando se podía ver que estaba sobre una plancha con ruedas, y se desplazaba empujándose con los tentáculos. Estas ramas que usaba como brazos no eran solo seis, parecían mas bien una docena ya, como si crecieran de la nada. Esta estaba en medio de una especie de plaza de mercaderes.
Tal vez sería un poco complicado derrotarla, pero entre tres magos de poderes diferentes -Aunque aún no conocía las habilidades del chico- iba a ser pan comido, sin ningún herido, un encargo rápido. Hurgó en su bolsillo hasta encontrar el trozo de metal que usaba como base para sus invocaciones, y lo sostuvo con ambas manos, preparada para correr. La adrenalina le llenaba, hace tiempo que no peleaba realmente.
~¡Vamos!- Volteó a ver a sus 2 compañeros, con un gesto emocionado y decidido -¡Que ya estoy en llamas!
~Emm... Yo soy Kallen Kozuki, de Fairy Tail...- dijo con una sonrisa algo nerviosa -P-pero, en fin, debemos buscar esa planta, ¡E incinerarla a como de lugar!- dijo esta vez con un tono mas inspirado, y un gesto hasta algo... malvado.
Comenzó nuevamente su marcha un poco más calmada, buscando con a mirada y una sonrisa alegre algún indicio de planta gigante caníbal comehumanos por el lugar. Se lo tomaba con mucha calma para ser una misión de destruir algo. Pero se detuvo en seco cuando una caja considerablemente grande pasó volando a una gran velocidad frente a su nariz, casi estrellándose con ella, y viendo como se destrozaba en pedacitos contra una pared. Volteó en dirección a donde había venido la caja, y a unas 3 cuadras, allí estaba.
No era como se la imaginaba, porque ni pétalos tenía. Eran un montón de tentáculos/ramas gruesas y gigantes, moviéndose de un lado a otro, serpenteando, y de vez en cuando tomando algo a su alrededor y lanzándolo en el aire, tal y como hizo con la caja. En el centro parecía mas bien una lechuga, pero ésta tenia una gran mandíbula llena de hileras de dientes , aunque no emitía ningún sonido, gruñido o siquiera vibración vocal. A simple vista parecía que no se moviera, pero detallando se podía ver que estaba sobre una plancha con ruedas, y se desplazaba empujándose con los tentáculos. Estas ramas que usaba como brazos no eran solo seis, parecían mas bien una docena ya, como si crecieran de la nada. Esta estaba en medio de una especie de plaza de mercaderes.
Tal vez sería un poco complicado derrotarla, pero entre tres magos de poderes diferentes -Aunque aún no conocía las habilidades del chico- iba a ser pan comido, sin ningún herido, un encargo rápido. Hurgó en su bolsillo hasta encontrar el trozo de metal que usaba como base para sus invocaciones, y lo sostuvo con ambas manos, preparada para correr. La adrenalina le llenaba, hace tiempo que no peleaba realmente.
~¡Vamos!- Volteó a ver a sus 2 compañeros, con un gesto emocionado y decidido -¡Que ya estoy en llamas!
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Re: Misión Rango E: Hierva Mala.
Off: Lo siento Mizore, tardaste demasiado en contestar, debemos saltarte D:
On:
Bien, ya era hora, aun que realmente no conocía las habilidades de las chicas... Aun que la habilidad de la chica helada era mas que obvia, claro, si tenía una presencia helada, debiese ser algo relacionado con el frío, lo cual por lo visto no era de total agrado para la chica pelirroja, de seguro era algo contrario al hielo, como sea, yo me levanté de mi sitio e hice frente a la planta, dejando a Yu en el suelo, lo que iba a hacer no podía arriesgar a alguien mas, por lo que la dejé ahí, junto a la pelirroja, mientras con mis brazos los abría ámpliamente, señalando que no quería que interfirieran. Enseguida comencé a caminar a la planta, cuidando de no ser golpeado por alguna raíz antes de llegar.
- ¡Tú!... Por qué haces esto... No te haré nada si me explicas que ha sucedido... Pero me han enviado a acabar contigo... Tengo la capacidad para escucharte, pero entenderte es otra cosa, así que siéntete libre de hablarme por que yo estaré para escucharte -
Dije mientras me plantaba frente a esta, estirando los brazos señalando esta vez, tanto a que nadie se acercara, como que la planta no avanzaría, además, era un gesto para demostrarle que no le haría nada, por lo que me quedé ahí, esperando a una respuesta por parte de la planta, ahora, si esta entraba en un estado ofensivo, no quedaría otra cosa mas que enfrentarle, claro, no sería derribado por uno de sus ataques, pero si serviría de señal para comenzar con la ofensiva.
Yu: Dango... Siempre tan impertinente... Morirás por eso, idiota.
On:
Bien, ya era hora, aun que realmente no conocía las habilidades de las chicas... Aun que la habilidad de la chica helada era mas que obvia, claro, si tenía una presencia helada, debiese ser algo relacionado con el frío, lo cual por lo visto no era de total agrado para la chica pelirroja, de seguro era algo contrario al hielo, como sea, yo me levanté de mi sitio e hice frente a la planta, dejando a Yu en el suelo, lo que iba a hacer no podía arriesgar a alguien mas, por lo que la dejé ahí, junto a la pelirroja, mientras con mis brazos los abría ámpliamente, señalando que no quería que interfirieran. Enseguida comencé a caminar a la planta, cuidando de no ser golpeado por alguna raíz antes de llegar.
- ¡Tú!... Por qué haces esto... No te haré nada si me explicas que ha sucedido... Pero me han enviado a acabar contigo... Tengo la capacidad para escucharte, pero entenderte es otra cosa, así que siéntete libre de hablarme por que yo estaré para escucharte -
Dije mientras me plantaba frente a esta, estirando los brazos señalando esta vez, tanto a que nadie se acercara, como que la planta no avanzaría, además, era un gesto para demostrarle que no le haría nada, por lo que me quedé ahí, esperando a una respuesta por parte de la planta, ahora, si esta entraba en un estado ofensivo, no quedaría otra cosa mas que enfrentarle, claro, no sería derribado por uno de sus ataques, pero si serviría de señal para comenzar con la ofensiva.
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Re: Misión Rango E: Hierva Mala.
Ya la pelirroja estaba a punto de abalanzarse contra la criatura, aquel instinto que poseía le decía que debía carbonizar a aquella planta, convertirla en carbón vegetal y hacer un guisado vegetariano con sus propios tentáculos sobre ese carbón, y dárselo gratis a los chinos necesitados (?), pero al ver como el chico se interponía en medio, deteniéndole con un brazo, se quedó extrañada, mirándolo. ¿Acaso creía que el solo iba a poder contra esa cosa? Si era así, era un engreído. Simplemente volvió a convertir su mazo en un trozo de metal, lo apretó en su mano derecha y se cruzó de brazos; si el chico tenía tanta confianza debía ser por algo.
Pero al parecer, tanto la chica de cabellos rojizos como la planta se quedaron extrañados al oír eso de que el chico podría entender a la planta... ¿Hablaba con plantas? En su vida la pelirroja había visto algo tan loco, incluso era más loco que la magia de la flatulencia. Se notó la extrañeza de la planta ante las palabras del chico, porque detuvo todos sus tentáculos en el aire, un par de éstos cargando unas cajas; pero unos cuantos segundos después de estar detenidos, todos los tentáculos apuntaron hacia al castaño.
~Toda mi vida en una tonta mazeta... Me cortaban, me dolía... Ahora que soy libre, ¿Quieren acabar conmigo? No...
Al parecer, la pelirroja no era la única que intentaba encontrar algún cambio en el panorama, pero no lograba ver nada más que la planta "mirando" al castaño, y el castaño a la planta; pues claro, no las entendía, no las lograba escuchar. Pero se alertó al ver como uno de los tentáculos se dirigía justo al castaño, a gran velocidad, por lo visto le iba a dar un contundente golpe desde un costado, desde el lado derecho, a la vez que no se dio cuenta al principio como una de las cajas se dirigía como proyectil hacia ella; pero estuvo cerca de golpearle, logró esquivarla por unos centímetros.
~¡Cuidado, Tu!
Se supone que se refería al chico de la bandana, pero como era común en ella, olvidó el nombre... ¿O era un apodo? No lo sabía, la pelirroja no lo recordaba, igual no era tiempo para pensar. El mazo volvió a tomar su forma en menos de nada, 18 kg de fuego sólido sobre sus manos, y tomó una posición adecuada para tener el suficiente impulso para saltar.
~Lo supuse, ¡Esa planta no quiere hablar!
Otro golpe de tentáculo se dirigió hacia la pelirroja, desde arriba, a una velocidad increíble. Con el mazo extendido sobre ella, logró detenerlo por poco, aunque le arrastró un poco hacia atrás debido a la fuerza creciente de la planta. Pero aquella planta, al sentir el calor incendiante del mazo, se retiró inmediatamente. Ahora una lluvia de hojas cuchilla se dirigía desde lo más alto hacia ambos, y lo peor, no daba tiempo de abandonar el rango de ataque de aquellas hojas, era muy extendido.
Pero al parecer, tanto la chica de cabellos rojizos como la planta se quedaron extrañados al oír eso de que el chico podría entender a la planta... ¿Hablaba con plantas? En su vida la pelirroja había visto algo tan loco, incluso era más loco que la magia de la flatulencia. Se notó la extrañeza de la planta ante las palabras del chico, porque detuvo todos sus tentáculos en el aire, un par de éstos cargando unas cajas; pero unos cuantos segundos después de estar detenidos, todos los tentáculos apuntaron hacia al castaño.
~Toda mi vida en una tonta mazeta... Me cortaban, me dolía... Ahora que soy libre, ¿Quieren acabar conmigo? No...
Al parecer, la pelirroja no era la única que intentaba encontrar algún cambio en el panorama, pero no lograba ver nada más que la planta "mirando" al castaño, y el castaño a la planta; pues claro, no las entendía, no las lograba escuchar. Pero se alertó al ver como uno de los tentáculos se dirigía justo al castaño, a gran velocidad, por lo visto le iba a dar un contundente golpe desde un costado, desde el lado derecho, a la vez que no se dio cuenta al principio como una de las cajas se dirigía como proyectil hacia ella; pero estuvo cerca de golpearle, logró esquivarla por unos centímetros.
~¡Cuidado, Tu!
Se supone que se refería al chico de la bandana, pero como era común en ella, olvidó el nombre... ¿O era un apodo? No lo sabía, la pelirroja no lo recordaba, igual no era tiempo para pensar. El mazo volvió a tomar su forma en menos de nada, 18 kg de fuego sólido sobre sus manos, y tomó una posición adecuada para tener el suficiente impulso para saltar.
~Lo supuse, ¡Esa planta no quiere hablar!
Otro golpe de tentáculo se dirigió hacia la pelirroja, desde arriba, a una velocidad increíble. Con el mazo extendido sobre ella, logró detenerlo por poco, aunque le arrastró un poco hacia atrás debido a la fuerza creciente de la planta. Pero aquella planta, al sentir el calor incendiante del mazo, se retiró inmediatamente. Ahora una lluvia de hojas cuchilla se dirigía desde lo más alto hacia ambos, y lo peor, no daba tiempo de abandonar el rango de ataque de aquellas hojas, era muy extendido.
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Re: Misión Rango E: Hierva Mala.
- Soundtrack:
Yu: ¡Dango! Cuidado, te golpeara.
Escuché tanto a Yu como a la chica de cabellos rojizos, claro, me tomaban como un idiota para no ver como aquel ataque se dirigía amenazadora contra mi, pero simplemente, agache la cabeza y dibuje una sonrisa en mi rostro, para luego recibir aquel ataque de lleno en la frente, provocando que un hilo de sangre corriese por esta, para luego tomar su "tentáculo" y moverle a un lado, para luego, sin secar la sangre, mirarle directamente.
- ¿¡Y tu crees que comportándote así harás una mierda!? Devolviéndole lo que te hizo no solucionará nada, idiota, mira el poder que se te ha conferido, y aun así, insistes en destruir todo... Mira lo que has echo, en tu inconsciente masacre no sólo has destruido la propiedad del hombre, has acabado con muchas plantas, tus propias hermanas y hermanos ahora se encuentran en el suelo, sin vida... Te lo digo por que como dije, escucho perfectamente lo que me hablas... Y no sólo a ti... Detén esto, destruyendo no se resuelve nada... -
Hablé, mientras observaba como esta vez se alzaba con otro ataque, al parecer iba a arrojar algo, yo sonreí tranquilamente, y metí mis manos rápidamente a mis bolsillos, para sacar de estas dos semillas en cada mano, y usando los pulgares como impulsores, las arrojé hacia atrás, para que quedasen en frente de mis compañeros, acto seguido, mientras volaban un círculo mágico se dibujó en estas, y al tocar el suelo, dos grandes árboles aparecieron, para ser impactantes de los ataques.
- ¿Lo ves?... Pese a que me poden, yo protejo a mis compañeros con el poder que tengo... Deberías hacer lo mismo... Y si hace falta -Rápidamente, suelta el tentáculo, dejándolo en el suelo para luego, de corriendo y de un salto, quedar frente a la planta, para darle un golpe donde fuese que podría tener su "rostro"- Te daré cuantos golpes sean necesarios para hacerte entender -
Terminé por decir, mientras quedaba frente a ella, con aquel hilo de sangre que cruzaba mi rostro, sin borrar aquella sonrisa, quería hacerle recapacitar, no quería destruirla, se veía como una buena planta, poseía el poder para detener todo esto, sólo había tomado el camino equivocado, y haría todo lo posible por ser el mapa que le guiase por el correcto, por mas golpes que me diese, yo se los devolvería, no como contra ataque, si no como signo de hacerle recapacitar.
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Re: Misión Rango E: Hierva Mala.
Pero gracias a su compañero de misión aquellas hojas cuchillas se habían bloqueado, por lo menos para ella. Era extraño aquel poder, sobre todo para la pelirroja, crear árboles de la nada desde palomitas de maíz sin explotar debía ser todo un reto, toda una habilidad digna de ser admirada... Pero no, la pelirroja no estaba en momento para sacar a su lado infantil, aquel lado que se sorprendía fácilmente por las cosas poco comunes y solía bombardear de preguntas respecto al tema. Era hora de la batalla, aquella planta se había comenzado a poner agresiva, aunque el castaño intentara razonar con ella.
~¡Bandana-san!- se supone que se refería al chico, aún no recordaba el nombre -¿Estás bien?
Aparentemente no le escuchaba, estaba algo ocupado manteniendo una entretenida -y algo intensa- conversación con aquella planta gigante, la cual se había detenido por unos segundos al el castaño subirse sobre el centro de ésta, donde se encontraba la gran boca. La planta por unos segundos parecía recapacitar, por aquellos en los que se mantuvo sin mover ningún músculo, pero de un momento a otro abrió su gran mandíbula, saliendo del centro de la boca de ésta otra especie de mini-planta con sus propios dientes, parecía la lengua, y como una bala se clavó de un mordisco en la nariz del castaño.
Al parecer la planta no era tan tonta como parecía, porque había utilizado ésto como distracción simple hacia el castaño. Rápidamente, con uno de sus tentáculos más grandes, más gruesos y mas fuertes tomó al castaño por el tórax, atrapándole los brazos igualmente, enroscándose en el cuerpo de éste como si se tratara de una Boa Constrictor.
Pero aquel tentáculo se vio cortado aparentemente de la nada, quemándose un poco los extremos en donde se había realizado el corte, causando un estruendoso gruñido por parte de la planta. La pelirroja había aprovechado el salto que utilizó para cortar aquel tentáculo con el Guren Warrior, y a la vez tomó con ambos brazos al castaño, y al resto del tentáculo que había quedado enroscado en éste. La pelirroja cayó en el suelo, quedando de rodillas al llegar tanto peso en tan solo sus brazos, y se quedó jadeando por unos segundos, antes de erguirse.
~¡Ten mas cuidado a la próxima!- se acomodó el mechón de cabello que había quedado sobre su cara y la posición de su espada -Saliendo herido así como si nada, está bien que seas confiado, ¡Pero eso es exagerar!
Otro estruendoso gruñido vino de parte de la planta, junto con un par de tentáculos terminados en hojas, que al parecer eran tan filosas como un cuchillo, ambos hacia la pelirroja, al parecer aquel corte a uno de sus tentáculos le había hecho enojar, por lo que ambos tentáculos se dirigían al mismo punto de la pelirroja: la cara. Sin embargo, la pelirroja con un movimiento de espada logró bloquear ambos impactos, y al estar ésta en llamas causó el reflejo inmediato del retroceso de los tentáculos de la planta. La pelirroja adoptó su posición de batalla, con las piernas flexionadas y la espada sostenida por ambas manos, y una amplia sonrisa, aquella que indicaba que se encontraba ante un divertido reto.
~¡Vamos, que no tenemos todo el día!- volteó a ver al castaño, y sonrió -Además, no solicité esta misión sola, y los compañeros de misión deben ayudarse unos a otros, ¿no?
~¡Bandana-san!- se supone que se refería al chico, aún no recordaba el nombre -¿Estás bien?
Aparentemente no le escuchaba, estaba algo ocupado manteniendo una entretenida -y algo intensa- conversación con aquella planta gigante, la cual se había detenido por unos segundos al el castaño subirse sobre el centro de ésta, donde se encontraba la gran boca. La planta por unos segundos parecía recapacitar, por aquellos en los que se mantuvo sin mover ningún músculo, pero de un momento a otro abrió su gran mandíbula, saliendo del centro de la boca de ésta otra especie de mini-planta con sus propios dientes, parecía la lengua, y como una bala se clavó de un mordisco en la nariz del castaño.
Al parecer la planta no era tan tonta como parecía, porque había utilizado ésto como distracción simple hacia el castaño. Rápidamente, con uno de sus tentáculos más grandes, más gruesos y mas fuertes tomó al castaño por el tórax, atrapándole los brazos igualmente, enroscándose en el cuerpo de éste como si se tratara de una Boa Constrictor.
Pero aquel tentáculo se vio cortado aparentemente de la nada, quemándose un poco los extremos en donde se había realizado el corte, causando un estruendoso gruñido por parte de la planta. La pelirroja había aprovechado el salto que utilizó para cortar aquel tentáculo con el Guren Warrior, y a la vez tomó con ambos brazos al castaño, y al resto del tentáculo que había quedado enroscado en éste. La pelirroja cayó en el suelo, quedando de rodillas al llegar tanto peso en tan solo sus brazos, y se quedó jadeando por unos segundos, antes de erguirse.
~¡Ten mas cuidado a la próxima!- se acomodó el mechón de cabello que había quedado sobre su cara y la posición de su espada -Saliendo herido así como si nada, está bien que seas confiado, ¡Pero eso es exagerar!
Otro estruendoso gruñido vino de parte de la planta, junto con un par de tentáculos terminados en hojas, que al parecer eran tan filosas como un cuchillo, ambos hacia la pelirroja, al parecer aquel corte a uno de sus tentáculos le había hecho enojar, por lo que ambos tentáculos se dirigían al mismo punto de la pelirroja: la cara. Sin embargo, la pelirroja con un movimiento de espada logró bloquear ambos impactos, y al estar ésta en llamas causó el reflejo inmediato del retroceso de los tentáculos de la planta. La pelirroja adoptó su posición de batalla, con las piernas flexionadas y la espada sostenida por ambas manos, y una amplia sonrisa, aquella que indicaba que se encontraba ante un divertido reto.
~¡Vamos, que no tenemos todo el día!- volteó a ver al castaño, y sonrió -Además, no solicité esta misión sola, y los compañeros de misión deben ayudarse unos a otros, ¿no?
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Re: Misión Rango E: Hierva Mala.
Bien, por lo visto hablar no surtiría efecto, aun que en un principio me parecía que si, no me gustaba pelear contra un ser que poseía rencor en el, mas cuando se trataba de una planta, así que prefería en un principio razonar, pero ahora ya era tarde para eso, por lo visto, aquel golpe anterior no era nada con lo que de verdad se había decidido a contra atacar. Ya que, sin previo aviso, de su "boca", salió otra boca... Algo irónico e interesante, la cual hizo un daño mínimo, en el sector de mi nariz, pero era lo suficiente como para atraer mi atención y olvidarme de los tentáculos.
- Mierda... -
Dije mientras era sostenido por uno de los tentáculos mas... ¿Fuertes? Por no llamarlo gordo, pero era suficiente para no sólo atraparme, si no que también tenía la suficiente fuerza para estrujarme, eso me recordaba mucho al bosque, pelear contra serpientes era algo habitual, pero ahora no era una serpiente, y por lo visto, me tenía atrapado, claro, un hombre fuerte y varonil como yo no se dejaría ganar, pero en menos de un parpadeo, la chica pelirroja anterior, había reaccionado en contra de la planta, acabando con aquel tentáculo en un parpadeo, sin mas.
- No es justo hacer algo en contra de un inocente... Esta planta no está así por que quisiese... Algo la a cambiado a lo que es... Y bueno, las heridas sólo son un precio por hacer lo correcto ¿No crees? -
Dije mientras me apretaba la bandana, por lo visto, por mas que no quisiese, era momento de acabar con aquella planta, si no, los acabados seríamos nosotros... Si claro, como si fuese a caer en un momento así, pero, un gesto de molestia no se quitaba de mi rostro, había algo que me molestaba y evitaba que aquella imagen desapareciese, provocando que me hundiese en mis pensamientos, hasta que escuché el sonido de la planta, seguido de un grupo de tentáculos filosos, volando en dirección a la pelirroja, la cual se cubrió con su espada, simplemente, para hacer una mejor defensa, me despojé de mi arco, para usarlo en forma de bloqueo contra aquellas filosas cuchillas, quedando frente a la pelirroja, para observarla detenidamente, sin quitar aquel gesto.
- Dango... Llámame Dango, no lo olvides -
Dije mientras con un movimiento de mano, retiraba mi arco, al observar como el fuego provocaba que nuevamente los tentáculos retrocediesen, para luego, mostrar una cálida sonrisa, mientras preparaba mi arco, al tiempo que con una mano, de mi bolsillo tomaba una serie de tiras de aparente madera, lo cierto es que eran corteza de árbol, la cual arrojé donde Yu, simplemente, de un salto se "tragó" la corteza, para luego, de un brillo terminar en forma de muchas flechas, las cuales quedaron dentro del caraj, mientras en un nuevo movimiento a mi bolsillo, tomaba una semilla, para observar nuevamente a la chica.
- Kozu... El anciano nos pidió proteger su carroza, así que venga, cumplamos su demanda, a mi señal, acábala con tu espada de fuego -
Dije mientras, usaba el arco para apuntar con la semilla en forma de proyectil, no a la planta, si no a un lado, apuntaba a un masetero, alguno cercano, de preferencia a un lado de la planta, independiente estuviese roto o no, ya que teminaría de igual forma destruido, ya que de un veloz movimiento, la semilla voló al masetero, la idea era que este al tener la semilla, producto del masetero destruido quedase la tierra dispersa, cosa de que la semilla, quedase en diagonal, para luego, rápidamente, hacer que esta semilla se convirtiese en árbol, de seguro al terminar rompería lo que fuese que tuviese de soporte, pero, tenía el suficiente tiempo para, al estar en diagonal, golpear la planta, la idea ahí, era que esta se elevase un poco, para así soltar la carroza, para seguido, disparar una serie de flechas, las cuales al momento de impactar, comenzar a explotar, esto, ahora era para alejarle aun mas de la carroza, y ya estando en el aire, de un chasquido de dedos, sonriendo emocionado, apunté a la planta.
- Bien ¡Termínalo! -
- Mierda... -
Dije mientras era sostenido por uno de los tentáculos mas... ¿Fuertes? Por no llamarlo gordo, pero era suficiente para no sólo atraparme, si no que también tenía la suficiente fuerza para estrujarme, eso me recordaba mucho al bosque, pelear contra serpientes era algo habitual, pero ahora no era una serpiente, y por lo visto, me tenía atrapado, claro, un hombre fuerte y varonil como yo no se dejaría ganar, pero en menos de un parpadeo, la chica pelirroja anterior, había reaccionado en contra de la planta, acabando con aquel tentáculo en un parpadeo, sin mas.
- No es justo hacer algo en contra de un inocente... Esta planta no está así por que quisiese... Algo la a cambiado a lo que es... Y bueno, las heridas sólo son un precio por hacer lo correcto ¿No crees? -
Dije mientras me apretaba la bandana, por lo visto, por mas que no quisiese, era momento de acabar con aquella planta, si no, los acabados seríamos nosotros... Si claro, como si fuese a caer en un momento así, pero, un gesto de molestia no se quitaba de mi rostro, había algo que me molestaba y evitaba que aquella imagen desapareciese, provocando que me hundiese en mis pensamientos, hasta que escuché el sonido de la planta, seguido de un grupo de tentáculos filosos, volando en dirección a la pelirroja, la cual se cubrió con su espada, simplemente, para hacer una mejor defensa, me despojé de mi arco, para usarlo en forma de bloqueo contra aquellas filosas cuchillas, quedando frente a la pelirroja, para observarla detenidamente, sin quitar aquel gesto.
- Dango... Llámame Dango, no lo olvides -
Dije mientras con un movimiento de mano, retiraba mi arco, al observar como el fuego provocaba que nuevamente los tentáculos retrocediesen, para luego, mostrar una cálida sonrisa, mientras preparaba mi arco, al tiempo que con una mano, de mi bolsillo tomaba una serie de tiras de aparente madera, lo cierto es que eran corteza de árbol, la cual arrojé donde Yu, simplemente, de un salto se "tragó" la corteza, para luego, de un brillo terminar en forma de muchas flechas, las cuales quedaron dentro del caraj, mientras en un nuevo movimiento a mi bolsillo, tomaba una semilla, para observar nuevamente a la chica.
- Kozu... El anciano nos pidió proteger su carroza, así que venga, cumplamos su demanda, a mi señal, acábala con tu espada de fuego -
Dije mientras, usaba el arco para apuntar con la semilla en forma de proyectil, no a la planta, si no a un lado, apuntaba a un masetero, alguno cercano, de preferencia a un lado de la planta, independiente estuviese roto o no, ya que teminaría de igual forma destruido, ya que de un veloz movimiento, la semilla voló al masetero, la idea era que este al tener la semilla, producto del masetero destruido quedase la tierra dispersa, cosa de que la semilla, quedase en diagonal, para luego, rápidamente, hacer que esta semilla se convirtiese en árbol, de seguro al terminar rompería lo que fuese que tuviese de soporte, pero, tenía el suficiente tiempo para, al estar en diagonal, golpear la planta, la idea ahí, era que esta se elevase un poco, para así soltar la carroza, para seguido, disparar una serie de flechas, las cuales al momento de impactar, comenzar a explotar, esto, ahora era para alejarle aun mas de la carroza, y ya estando en el aire, de un chasquido de dedos, sonriendo emocionado, apunté a la planta.
- Bien ¡Termínalo! -
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Re: Misión Rango E: Hierva Mala.
Asintió ante la aclaración del nombre, suponía que a la segunda vez podría memorizar el nombre, o apodo o lo que fuera, tal vez. Le había causado sorpresa que el demonio blanco en forma de gato se comiera la madera, y se convirtiera en... ¿Flechas? Aunque fuera una cosa con una mirada aterradora, era útil, o algo así. El castaño y el felino se veían en completa coordinación, pareciera que no fuera la primera vez que hacían algo así, mas bien parecía que llevaban años practicando maniobras en ese estilo; no necesitaban comunicarse con palabras. Aquellos ojos infantiles de sorpresa de la pelirroja se manifestaron luego de esta acción, pero sacudió la cabeza al escuchar el simple plan que había propuesto el castaño.
~Bien, Bingo, ¡Espero tu señal!- dijo cerrando uno de sus puños con fuerza, inspirando confianza.
Al parecer, de alguna manera la plana se logró dar cuenta de las intenciones del castaño, o al menos eso creía. Tan solo con poder ver cómo acomodaba la semilla con la flecha para lanzarla como proyectil, y recordar como de una de esas semillas anteriormente había salido un árbol gigante de la nada, sabía que aquella semilla mágica era una parte esencial del plan. Tal vez fue un poco lenta, porque el castaño había lanzado la flecha ya; y la planta la había intentado desviar con un tentáculo, sin éxito. Al final se vio arrojada en el aire, fuera de la carreta, tal y como el mago lo había planeado. Al oír la señal, la pelirroja sostuvo fuertemente su espada con ambas manos, y tomó impulso para saltar.
~¡Okay!
Dijo, justo antes de saltar a toda velocidad cual proyectil hacia la planta suspendida en el aire, y comenzó a cortarle los tentáculos uno a uno, con cortes realizados muy rápidamente, y desde la base de la planta, justo donde se encontraba el punto ciego de la planta. Uno a uno fueron cayendo los tentáculos al suelo, hasta caer la misma "cabeza" de la planta, la cual parecía mas bien una lechuga ahora sin tentáculos; y la pelirroja cayendo ahora delante ésta, perfectamente de pié, con el ceño fruncido y un gesto de soberbia.
~Ahora no te sientes tan poderosa sin tus tentáculos, ¿Verdad?- dijo la pelirroja, alzando su bota para luego darle un pisotón justo en su centro a la planta.
~Todos... Todos los humanos son iguales... No dejan de cortarme... De maltratarme a mi... A mis hermanas...- decía lo que quedaba de la planta, moviendo un único y diminuto tentáculo que le quedaba cual serpiente -¿Y sabes por qué lo hice? La diferencia en mi corta vida quería hacer... Una o dos horas me quedaban para marchitarme, así de simple... La más fuerte protestó...
Claro, la pelirroja era incapaz de escuchar todo esto, así que su rostro no se vio cambiado ni por un segundo. Al menos hasta que aquel único tentáculo que quedaba de la planta se detuvo, cayendo cual trapo hasta tocar el suelo. Allí fue cuando la pelirroja levantó su bota, se acomodó el mechón de cabello que atravesaba su frente y volvió a su clásica sonrisa, inocente, infantil. La planta había sido aniquilada cruelmente por ella, había sufrido grandes cantidades de dolor gracias a los cortes y quemaduras causados por la pelirroja, y ésta lo ignoraba por completo, ignoraba los gritos que la planta soltaba por cada corte que la pelirroja daba. Guardó el trozo de metal en su bolsillo al desvanecerse la espada, y se cargó los restos de la planta al hombro, como si de un saco se tratase.
~Bien, ¿Misión terminada, Bingo?- sonrió, extendiendo la mano como saludo, en gesto de camaradería.
~Bien, Bingo, ¡Espero tu señal!- dijo cerrando uno de sus puños con fuerza, inspirando confianza.
Al parecer, de alguna manera la plana se logró dar cuenta de las intenciones del castaño, o al menos eso creía. Tan solo con poder ver cómo acomodaba la semilla con la flecha para lanzarla como proyectil, y recordar como de una de esas semillas anteriormente había salido un árbol gigante de la nada, sabía que aquella semilla mágica era una parte esencial del plan. Tal vez fue un poco lenta, porque el castaño había lanzado la flecha ya; y la planta la había intentado desviar con un tentáculo, sin éxito. Al final se vio arrojada en el aire, fuera de la carreta, tal y como el mago lo había planeado. Al oír la señal, la pelirroja sostuvo fuertemente su espada con ambas manos, y tomó impulso para saltar.
~¡Okay!
Dijo, justo antes de saltar a toda velocidad cual proyectil hacia la planta suspendida en el aire, y comenzó a cortarle los tentáculos uno a uno, con cortes realizados muy rápidamente, y desde la base de la planta, justo donde se encontraba el punto ciego de la planta. Uno a uno fueron cayendo los tentáculos al suelo, hasta caer la misma "cabeza" de la planta, la cual parecía mas bien una lechuga ahora sin tentáculos; y la pelirroja cayendo ahora delante ésta, perfectamente de pié, con el ceño fruncido y un gesto de soberbia.
~Ahora no te sientes tan poderosa sin tus tentáculos, ¿Verdad?- dijo la pelirroja, alzando su bota para luego darle un pisotón justo en su centro a la planta.
~Todos... Todos los humanos son iguales... No dejan de cortarme... De maltratarme a mi... A mis hermanas...- decía lo que quedaba de la planta, moviendo un único y diminuto tentáculo que le quedaba cual serpiente -¿Y sabes por qué lo hice? La diferencia en mi corta vida quería hacer... Una o dos horas me quedaban para marchitarme, así de simple... La más fuerte protestó...
Claro, la pelirroja era incapaz de escuchar todo esto, así que su rostro no se vio cambiado ni por un segundo. Al menos hasta que aquel único tentáculo que quedaba de la planta se detuvo, cayendo cual trapo hasta tocar el suelo. Allí fue cuando la pelirroja levantó su bota, se acomodó el mechón de cabello que atravesaba su frente y volvió a su clásica sonrisa, inocente, infantil. La planta había sido aniquilada cruelmente por ella, había sufrido grandes cantidades de dolor gracias a los cortes y quemaduras causados por la pelirroja, y ésta lo ignoraba por completo, ignoraba los gritos que la planta soltaba por cada corte que la pelirroja daba. Guardó el trozo de metal en su bolsillo al desvanecerse la espada, y se cargó los restos de la planta al hombro, como si de un saco se tratase.
~Bien, ¿Misión terminada, Bingo?- sonrió, extendiendo la mano como saludo, en gesto de camaradería.
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Re: Misión Rango E: Hierva Mala.
- Spoiler:
Simplemente, por primera vez en la vida me gustaría no escuchar a las plantas, no usaré el término entender, ya que, no siempre lograba entender sus problemas, pero, simplemente lo que ahora escuchaba, era horrible, claro, me imaginaba lo que ocurría, ser podada siempre que aquel hombre quisiese, me parecía tan injusto como a ella, y simplemente por el echo de ser la que levantó la voz, ahora la mandaban a exterminar, eso, eso era algo totalmente horrible, aun que claro, horrible sólo para mi y las plantas, ya que ni Yu las escuchaba, por lo que la chica pelirroja tampoco debería, según mi punto de vista.
Con la cabeza agachada, tomé de las manos de la chica aquella planta, no a la fuerza ni nada parecido, mas bien en un tono gentil, mientras, observaba a Yu, esta, de inmediato entendió, y tomó la forma de una manta, con la cual envolví aquella planta, o lo que quedaba, para colocarlo sobre la carroza, seguido, observé a Kozu, poseía una mirada decidida, al propietario no le gustaría nada, pero era lo mas justo, debía hacer algo, no me quedaría de brazos cruzados para ver como estas inocentes plantas eran masacradas.
- Kozu... Esta misión aun no termina... Ven, ayúdame, salvaremos a estas plantas... Descuida, yo luego le hablaré al anciano ese... -
Dije mientras comenzaba a tomar cada planta en el lugar y empezar a acomodarlas en la carroza, Yu ayudaría a aquella planta a no morir, por lo menos debería hacer que durase un poco mas con vida, hasta que la plantemos de nuevo, y si la carroza se llenaba, como sea sacaría cada planta del lugar. Mientras, aparte de eso, hacía un hueco en la pared, lo suficiente grande para pasar la carroza, debía encontrar un bosque o algo parecido donde llevar aquellas plantas, y esperaba contar con la ayuda de la chica.
- Estas plantas han sido maltratadas, no permitiré eso... Las plantaremos lejos, y esta planta las protegerá, así es como debe ser -
Dije finalmente, mientras, luego de acomodar cada planta, sostener las que sobrasen, para luego comenzar a jalar la carroza, todo el tiempo sonriendo, demostrando que tenía un ideal por seguir, luego le daría las explicaciones al hombre, de seguro las entendería, si no, bueno, aceptaría las consecuencias, pero no dejaría que ni Yu ni la chica fuesen culpadas por algo, toda la culpa sería mía si nos descubrían... Aun que esperaba a que no pasase.
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Re: Misión Rango E: Hierva Mala.
Quizás el que la pelirroja no tuviera ni la mínima idea del sufrimiento de la planta la hacía quedar como una persona cruel, despiadada, sin corazón, para Dango, quien sí las entendía. Pero no era su culpa, como cualquier niño pensaba que las plantas, aunque fueran seres vivos, no tenían la capacidad de pensar y de sentir como un humano, o incluso como un animal. Pensaba eso tanto de las plantas como de los insectos, quien sabe por qué. En su caso se cumplía muy bien el dicho de "La ignorancia trae a la felicidad", sobre todo porque no tuvo que escuchar el sufrimiento de aquella planta que recién había derrotado.
Por eso se extrañó un poco cuando el castaño tomó de sus brazos lo que quedaba de aquella planta. Claro, no se resistió a que este lo hiciera, solo se quedó allí, con una mirada extrañada y algo curiosa. La forma en que tanto el castaño como su mascota cuidaban de aquellos restos de la planta le parecía algo extraño, hasta que logró pensar un poco... Tal vez el castaño había logrado escuchar las verdadesras intenciones de la planta, le habían parecido justas o conmovedoras, y por eso la protegía, o lo que quedaba de ella. Kallen entendió que, porque ella no entienda algo no significa que no se exprese, por lo que su sonrisa cambió un poco.
Solamente estaba allí, de pié, mientras tanto el gato blanco como el chico de la bandana recogían cada una de las macetas con las plantas en ellas del lugar, e incluso la misma planta que habían derrotado, y las colocaban todas en la carroza que se supone debían proteger. Aunque había entendido la esencia, aún no lograba adivinar qué era lo que deseaba hacer el castaño como tal, o al menos hasta que se explicó. Sonrió ante el motivo de su acción.
~Bien, creo que suena justo...
Fue lo único que se limitó a decir, justo antes de, con una sonrisa cálida y amable, comenzar a empujar la carreta junto al castaño. Comenzaba a entender sus motivos, sus buenas acciones con las plantas, aquellos seres que anteriormente la pelirroja consideraba inertes. Razonaba, pensaba, en parte cambiaba su forma de trarar a las cosas, todo internamente, todo mientras empujaba aquella carreta en silencio, con una sonrisa inocente en su rostro, sin dejar de ver hacia el frente. Apenas una frase pronunciable se le ocurrió, no dudó en romper el silencio fabricado por ella misma.
~Supongo que acá está bien...
Ya habían llegado al bosque que rodeaba ERA, exactamente del lado este, lo suficientemente profundo para que no se lograra ver desde siquiera cerca de la civilización. Más de 20 minutos caminando, en silencio, eso había pasado sin que la pelirroja siquiera se diera cuenta. Se detuvo y soltó el brazo de la carreta que sostenía, colocando ambas manos en su nuca, aún sin darse la vuelta.
Por eso se extrañó un poco cuando el castaño tomó de sus brazos lo que quedaba de aquella planta. Claro, no se resistió a que este lo hiciera, solo se quedó allí, con una mirada extrañada y algo curiosa. La forma en que tanto el castaño como su mascota cuidaban de aquellos restos de la planta le parecía algo extraño, hasta que logró pensar un poco... Tal vez el castaño había logrado escuchar las verdadesras intenciones de la planta, le habían parecido justas o conmovedoras, y por eso la protegía, o lo que quedaba de ella. Kallen entendió que, porque ella no entienda algo no significa que no se exprese, por lo que su sonrisa cambió un poco.
Solamente estaba allí, de pié, mientras tanto el gato blanco como el chico de la bandana recogían cada una de las macetas con las plantas en ellas del lugar, e incluso la misma planta que habían derrotado, y las colocaban todas en la carroza que se supone debían proteger. Aunque había entendido la esencia, aún no lograba adivinar qué era lo que deseaba hacer el castaño como tal, o al menos hasta que se explicó. Sonrió ante el motivo de su acción.
~Bien, creo que suena justo...
Fue lo único que se limitó a decir, justo antes de, con una sonrisa cálida y amable, comenzar a empujar la carreta junto al castaño. Comenzaba a entender sus motivos, sus buenas acciones con las plantas, aquellos seres que anteriormente la pelirroja consideraba inertes. Razonaba, pensaba, en parte cambiaba su forma de trarar a las cosas, todo internamente, todo mientras empujaba aquella carreta en silencio, con una sonrisa inocente en su rostro, sin dejar de ver hacia el frente. Apenas una frase pronunciable se le ocurrió, no dudó en romper el silencio fabricado por ella misma.
~Supongo que acá está bien...
Ya habían llegado al bosque que rodeaba ERA, exactamente del lado este, lo suficientemente profundo para que no se lograra ver desde siquiera cerca de la civilización. Más de 20 minutos caminando, en silencio, eso había pasado sin que la pelirroja siquiera se diera cuenta. Se detuvo y soltó el brazo de la carreta que sostenía, colocando ambas manos en su nuca, aún sin darse la vuelta.
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Re: Misión Rango E: Hierva Mala.
- Soundtrack:
La caminata fue larga, pero cuando uno tiene algo en mente, nada de eso importa, es mas, sin darme cuenta, mientras jalábamos la carroza, escuché a la chica pelirroja señalar que el lugar ya estaba bien, si, eso era cierto, siquiera se escuchaba los ruidos de la ciudad, de aquellos grandes caballos de metal con ruedas negras, y eso era lo bueno, así nadie molestaría nuevamente a estar inocentes plantas, aun que por todos lados fuesen tratadas como estas, por lo menos este grupo estaría a salvo.
- Bien... Sólo queda una cosa por hacer -
Dije mientras me acercaba a un lugar que tuviese tierra fértil y que claro, fuese amplio, para luego, comenzar a cavar en aquella tierra, primero, creando un agujero de un tamaño considerable, luego, otros agujeros mas pequeño al rededor de ese, a una distancia cuerda para que las plantas estuviesen cómodas, eso quizás demoraría un poco, pero Yu, por su lado, también empezó a hacer agujeros exactamente como los hacía yo, esperaba que la otra chica lo hiciese también, así sería mas rápido. Luego de echo eso, suspiré aliviado, para luego observar la carroza con plantas.
- Bien, eso hora de darles la libertad que se merecen estar pequeñas... Y yo que creía que aquel hombre era noble...
Dije para luego, caminar hacia la carroza y empezar a tomar una por una las plantas, y comenzar a dejarlas en los agujeros que rodeaban el agujero grande, cada una de ellas, a las cuales fácilmente podía escuchar, se podría decir, mentalmente, ya tenía la excusa perfecta para justificar que las plantas desapareciesen "La planta gigante se las tragó como pac-man a las cerezas".
- Tu... Mira la oportunidad que te he dado... Mejor dicho, que te hemos dado, podrás vivir para proteger a todas estas plantas, ahí verás como se las arreglarán para vivir, pero ahora este es su hogar, nadie les dañará ni podará, y si llega a ocurrir, tienes la fuerza para defenderlas ¿No? -
Dije hablándole a la planta mutante, la cual debería seguir con vida, para luego plantarla en aquel gran agujero, y proporcionarle algo de mi poder mágico, no sabía en que le ayudaría, pero algo positivo tendría que tener hacer eso, quizás en una de esas obtenía mi genial magia de hacer crecer vegetación, de cualquier forma, ahora ya podrían estar tranquilas, ahora, quedaba regresar a pie... De seguro ahora se notaría el tiempo de caminata.
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Re: Misión Rango E: Hierva Mala.
No tenía idea de donde se encontraban ya, en que punto del bosque estaban, sin embargo era un lugar lindo, donde llegaba la luz del sol, el canto de las aves, el sonido de un arroyo cercano y otras cosas gays que solo se podían escuchar en aquel lugar, y en cualquier cuento de princesas Disney. En una parte la pelirroja se sentía sobrante, no sentía el mismo cariño por la naturaleza que el chico de cabellos castaños, que quizás la amaba muchísimo más que a su madre, si es que la tenía. En cambio la pelirroja solamente se sentía conmovida con ella, tranquila, y quizás la quería de alguna forma, pero no de la misma manera.
Supuso que era su señal cuando el chico comenzó a escarbar agujeros en la tierra, al igual que su bola de pelos blanca de ojos perturbadores. Se adentró un poco más en silencio en la zona, y con las mismísimas manos comenzó a abrir hoyos pequeños en la tierra, para plantar flores mas o menos. No le importaba ensuciarse un poco las rodillas, los brazos e incluso la ropa, sentía que estaba haciendo algo para bien. En cuanto el chico castaño comenzó a buscar las plantas para, valga la redundancia, plantarlas, la chica lo imitó. Aunque realmente no estaba muy segura de como se hacía, solo se limitó a imitar.
Quedó en silencio cuando terminó. No sabía qué decir, la chica casi había causado la muerte de la planta gigante, y al parecer el chico castaño le había tomado cariño. Y la verdad no tenía idea de qué les iban a decir al hombre que había encargado la misión, porque ésta trataba de deshacerse de la planta gigante, pero lo que hicieron fue salvarla. Se rascó la cabeza con un dedo.
~Emm...- dijo en voz baja -Creo que ya es hora de volver a ERA, se está haciendo tarde...
De hecho sí, el cielo comenzaba a pintarse de naranja y rojo cual fuego. El atardecer en aquel lugar era hermoso, pero si no se daban prisa en poco serían consumidos por la penumbra, y una caminata nocturna por aquellos bosques no era demasiado segura, más que todo por las criaturas que allí habitaban que por otra cosa. Comenzó a halar la carreta vacía en dirección de donde habían venido, ahora que estaba vacía no costaba nada llevarla, por lo que no esperó ayuda del chico castaño. Increíblemente, prefería viajar en silencio aquella vez.
---- 30 minutos después ----
~¿Que se comió mis plantas-choki?- el viejo rascaba su calva cabeza, se había quitado el sombrero y lo sostenía con una mano -¿Y que carajos es un pacman-choki?
~Emm tampoco lo sé, pero así pasó... Y su carroza está intacta, vea- señaló la carroza, que de hecho se encontraba en perfectas condiciones, a diferencia de su ambiente.
~Bueno, bueno-choki... Supongo que está bien-choki, tomen su chokinpensa.- el viejo les entregó una bolsa de monedas a cada uno.
Supuso que era su señal cuando el chico comenzó a escarbar agujeros en la tierra, al igual que su bola de pelos blanca de ojos perturbadores. Se adentró un poco más en silencio en la zona, y con las mismísimas manos comenzó a abrir hoyos pequeños en la tierra, para plantar flores mas o menos. No le importaba ensuciarse un poco las rodillas, los brazos e incluso la ropa, sentía que estaba haciendo algo para bien. En cuanto el chico castaño comenzó a buscar las plantas para, valga la redundancia, plantarlas, la chica lo imitó. Aunque realmente no estaba muy segura de como se hacía, solo se limitó a imitar.
Quedó en silencio cuando terminó. No sabía qué decir, la chica casi había causado la muerte de la planta gigante, y al parecer el chico castaño le había tomado cariño. Y la verdad no tenía idea de qué les iban a decir al hombre que había encargado la misión, porque ésta trataba de deshacerse de la planta gigante, pero lo que hicieron fue salvarla. Se rascó la cabeza con un dedo.
~Emm...- dijo en voz baja -Creo que ya es hora de volver a ERA, se está haciendo tarde...
De hecho sí, el cielo comenzaba a pintarse de naranja y rojo cual fuego. El atardecer en aquel lugar era hermoso, pero si no se daban prisa en poco serían consumidos por la penumbra, y una caminata nocturna por aquellos bosques no era demasiado segura, más que todo por las criaturas que allí habitaban que por otra cosa. Comenzó a halar la carreta vacía en dirección de donde habían venido, ahora que estaba vacía no costaba nada llevarla, por lo que no esperó ayuda del chico castaño. Increíblemente, prefería viajar en silencio aquella vez.
---- 30 minutos después ----
~¿Que se comió mis plantas-choki?- el viejo rascaba su calva cabeza, se había quitado el sombrero y lo sostenía con una mano -¿Y que carajos es un pacman-choki?
~Emm tampoco lo sé, pero así pasó... Y su carroza está intacta, vea- señaló la carroza, que de hecho se encontraba en perfectas condiciones, a diferencia de su ambiente.
~Bueno, bueno-choki... Supongo que está bien-choki, tomen su chokinpensa.- el viejo les entregó una bolsa de monedas a cada uno.
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