Misión Rango C: Carcelero Imparable.

Soundtrack:

Esta historia narra, la leyenda épica de dos hombres con todas sus letras, leyenda que ha cruzado los mas recónditos lugares de la tierra, desde Disnyland, hasta Dreamland, cruzando los valles de Wonderland y cruzando los ríos mas congelados de Marnia, atravesando las colinas de Ooo y los túneles de la ciudad topo a la que nadie le da importancia pero aun así nombramos, Esta leyenda, relata la valerosa cruza que, estos dos susodichos hombres, no sólo ganaron, si no que se llevaron los honores de la mejor forma. Este año, con Lavy Fox y Dango Perry, en Noviembre, llega la mayor hazaña jamás escrita en un foto de Fairy Tail, premiada con cincuenta Felipes y treinta premios Bobel de la paz, por mejor vestido, mejores pechos, mejor caminata en tacones, mejor sensualidad, mejor estás leyendo esto con voz de película cuando es un post, mejor espionaje de temas por que no tienes nada más que hacer y andas leyendo temas de otros y mejor batalla épica. Este año llega... ¡Lavy & Dango! Damas de honor, en los mejores foros de las pizzerías del país.

Y si, por que toda leyenda debe comenzar con un In Extrema Res, el tema comenzaba mas o menos así... Dos hermosas chicas, de largos vestidos, rodeadas por una muchedumbre de hombres con las hormonas des-alborotadas, si, no se trataban ni menos ni un poco de Lavy, el chico de cabellos rojos y de una mente retorcida capaz de hacer de "Dos más dos" el mejor poema de la historia, y claro, y yo, Dango, el chico amante de la pizzas, actual poseedor del record Grimmes por mayor cantidad de pizzas ingeridas en cinco minutos, si, dos mil trescientos cincuentaytrece octavos catorce...

- Mister... Hemos llegado hasta aquí... Fue divertido el camino que recorrimos por lograrlo, hubieron momentos difíciles y complicados... Peor henos aquí... Al final del trayecto... Sé que no hemos comido en cinco minutos... Pero... ¿Estás listo para esta última batalla? -

Así mismo, levantando el puño con las últimas fuerzas, con las ropas todas rasgadas, y un corcho donde menos esperarían un corcho, si, donde mismo tiene el corcho esa zorrilla de la película "Amigo Salvajes". Había sido un duro camino, pero, mejor empecemos por el comienzo, claro, toda historia debe contarse desde un comienzo, cuando Dango y Lavy usaban pañales para fetos... Bueno, no tan atrás, si no haces unas horas... Creo, no sé muy bien como va esto del tiempo, pero si, todo comenzó la mañana de un día Martes, 47 de Febrero, Día internacional nacional de la gente Pro... Proporcionalmente idiota, yo me encontraba por ahí comienzo pizza, mientras de pasada buscaba un trabajo por hacer, junto a mi se encontraba Yu, habíamos quedado con Lavy juntarnos ese día para hacer una misión, y marcar este día no sólo como el día de la gente pro, si no, sobrepasar lo que este día representaba.

- Yu... No sé si este día lleguemos con vida a casa... Si algo sale mal, quiero que huyas con mi dinero... Compres una pizza y cuando encuentres mi cuerpo, me des de comer -

Yu: Dango... No sé de que diablos hablas ahora.

- Yo tampoco Yu... Yo tampoco -

Hablaba mientras, elevando los piés a la altura de la mesa, y apoyarlos en la misma, con las pizzas sobre mi torso y los carteles a una distancia prudente para ser leídos. Tenía el presentimiento que este día, haríamos la misión más salvaje jamás echa, misión que sería contada por los hijos de los hijos de los hijos de el perro que algún día tuviese, o quizás no tuviese, pero si sería contada, claro, quizás Lavy por su parte ya habría encontrado misión, y quizás previamente traería un plan perfectamente desarrollado sin ningún error, por lo que quedaba esperar, ahorrar energías para tan épica aventura, por mi parte, ya teníamos movilización, un carruaje de lujo, arrastrado por quinceocho Zanahorias Galopantes, fácil se veía como un vehículo de la mas alta burguesía, echa con las mas raras joyas, con un interior de cristal del mas fino, con la más cara porcelana, el té mas delicioso... Bueno, a un lado de esa carroza, se encontraba la nuestra, echa completamente de madera y papel de baño, con algo de cinta adhesiva, arrastrada por, para suerte nuestra, un par de Zanahorias, claro, pero quién se fija en la diferencia.

La hora ya se acercaba, casi era momento cuando nos encontraríamos... Pero, aun faltaba un pequeño detalle que no habíamos acordado, así que, como un gigante o un dios omnipotente, baje de golpe los pies de la mesa, provocando un terremoto ensordecedor, aun que claro, hasta un hamster podía provocar un sismo así si se trataba de la ciudad de las hormigas que yacían bajo nuestra mesa, una lástima para lo que tuvieron que vivir por mi culpa, pero en ese momento si quiera sabía de su existencia.

- Yu... Sabes... Con Lavy no nos pusimos de acuerdo con el lugar de encuentro... -

Yu: Idiotas serán ustedes dos... Entonces vamos al puerto ¿Por ahí llegará Lavy no?... Además desde aquí se ve el cartel que dice "Faltan 15 minutos para que Dango y Lavy vayan a una misión super secreta".

Y es que realmente estábamos en un local al lado del puerto... Si, el viaje al puerto no sería largo, unos cinco taxis y dos aviones estarían bien, claro, quizás desde donde me encontraba Lavy me observaría al llegar, de todas formas estábamos a la vista de todos, además de tener un cartel en llamas a un lado que decía exactamente "Lavy, aquí estamos, si no ves el cartel hazle zoom... Fue difícil hacer este cartel, lo mas complicado fue encontrar políticos que quemar para prender este cartel, pero al final los encontramos en la basura, junto a los entrenadores personales y el elenco de Jersey Shore".

Yu: Dango ¿Qué te pidió Lavy que trajeras?

- Un disfraz... Fue algo difícil encontrar uno, ya que los de Kozu y su mamá me quedan grandes... Pero al final me robé un vestido, estaba tirado en una habitación en la iglesia, me había robado el blanco, pero era muy grande, así que se lo cambié a un vago por uno mejor... A poco soy ingenioso -

Y finalmente, habían pasado los 15 minutos, a lo lejos parecía ver el cabello llameante de Lavy, o quizás estaba observando mucho el sol, aun que fuese lo que fuese, era momento ya de comenzar la misión, y el sólo pensar en ello, provocaba que arrojara mas políticos al cartel.

Soundtrack:

Ya no hacía falta esperar, luego de ver como un anciano cruzaba junto a una rata doble A, pude observar a Lavy, con esa característica suya de saludar a los demás por más que los desconozca, pero, ahora sí no quedaba mas tiempo, el cronómetro había llegado a cero, así que ahora si, sin más, me levanté junto a Yu, equilibrando las cajas de pizza con la cabeza, junto a mi arco en la espalda y el caraj con flechas, ahora si, iríamos a una misión, de la cual quizás no volveríamos con vida, y si lo hacíamos, sería una historia para contar a nuestros nietos y merecedora de salir en el History Channel.

- ¡Lavy! ¿Estás preparado? Creo que está de más preguntar -

Dije mientras estiraba el puño en dirección a el, para que este impactara el suyo contra el mío, y de esa forma, escuchar su saludo, a lo cual reí levemente, mientras colocaba los brazos detrás de mi nuca, mientras sonreía despreocupadamente.

- Ah, claro, aun que es lo contrario, yo vivo en un árbol y ando taladrando las casas que están cerca, así consigo wuai fai, o algo así me dijeron que tenía que hacer, cómo sea, ningún árbol caerá en mi guardia.. Y si, claro que traje lo que pediste -

Dije mientras tomaba el traje, unos problemas ocurrieron en intentar ponérselos, cómo lo era la ropa interior femenina... Aun no consigo entender para que diablos la usan, tan incómoda que era y tan difícil de colocar, pero al final, cuando ya el último paso era tomar ese libro con cánticos nórdicos, salí del probador para observar a mi compañero, si él se veía así, cómo me veía yo.

- Oh... Pero si pareces a esas policías que salen en Two cup one girl.... ¿O era el Animal Planet?... Debo dejar de leer el periódico... Cómo sea, vamos con esa pócima -

Dije mientras tomaba la mía y la destapaba con el pulgar, mezclándose la fragancia frutal de esta con mi incondicional olor a pizza, para simplemente observarla... ¿Una pócima de Yuuko? Bueno, era lo de menos, no es como si le tuviese miedo a lo que ella prepara, ni mucho menos que eso provocase que dos grilletes me apareciesen en las muñecas junto a una bola de demoler jirafas en los pies.

- Bien... A la cuenta de tres -

Chica cuyo nombre es Tres: ¡Uno!

Apenas esa chica de chaleco verde, ojos chinos y mangas absurdamente largas habló, tome el frasco y prácticamente lo engullí entero, para luego observar como mi cuerpo cambiaba, ahora sí el traje era cómodo... A excepción por la ropa interior, era bastante cómodo y claro... Ahora tenía un par de cosas adelantes que al mínimo salto rebotaban cómo la pelota de Kiko, algo curioso, y para rematar, la misma voz había cambiado.

- Bien Lavysol, es hora de tomar el barco y luego la carroza... ¡Hey! Escucha mi voz... I love Rock & Roll *Inserte nota musical* -

Yu: Dango... Este momento no lo olvidaré jamás... Adoro tener todos mis sentidos intactos.

Y al final, ya estábamos listas para salir, ahora sólo quedaba hacer el camino de ida, y si teníamos suerte, lo haríamos antes que la poción se acabase, aun que claro, no sería divertido si la poción durara toda la misión... Además, hacía falta un objeto clave... Y era un objeto pequeño, circular que comúnmente se usa para tapar botellas de vino, si, un corcho, el cual hice entrega a Lavy, quedándome uno yo, había que ser precavido... O precavida.

Soundtrack:

- Si y a la próxima... ¡Véanle las tetas a su abuela!... Y Amén -

Dije mientras observaba a la manada de simios huir, había que demostrarles el respeto que nos merecíamos, no eramos unas "chicas" cualquiera, y pronto lo sabrían hasta las hormigas que viven debajo de las piedras, hasta los seres mitad cerdo mitad reloj que viven debajo de las alcantarillas, e incluso los vendedores de celular voladores, todos ellos se enterarían de que una policía no sólo golpea maleantes con sus pechos o una monja no sólo da de a nalgazos a políticos corruptos y marineros pescadores de conchas.

- ¿Ofelia?... ¿No podría ser algo como Daniela Santa María de los Dolores Anales?... Ofelia me suena a la pizza que comí antes del desayuno... Siendo así, entonces tu serás en vez de Lavysol que me suena a marca de shampoo... Serás la Comandante Laura Martínez, como en los programas esos de televisión -

Dije mientras entraba al bote y observaba como el hombre comenzaba a remar, sin despegar un ojo de nuestros sensuales cuerpos, si, al parecer estábamos afectando la sexualidad de un inocente hombre, qué mas daba, era inevitable de todas formas. Pero aun que nos mirara, algo me hizo recordar una cosa importante, no había comido la pizza post-desayuno, así que de entre el par de enormes globos aerostáticos que tenía, saque una caja de pizza, dos tazas, un termo con té y un hombre calvo con un violín.

- Como dicen... No se puede luchar con el estómago vacío, y no se puede comer una buena comida sin música... Apropósito, hombre que rema ¿Por qué rema si el bote tiene motor? -

Dije mientras apuntaba el motor el cual tenía el tanque lleno y bastaba tirar una palanca para que comenzara a ir a máxima velocidad, todo mientras tomaba una rebanada de pizza, la mordía y el violinista comenzaba a tocar alguna pieza de música azteca greco romana con influencias bobinas.

- Bueno... Si dejará recados... Dígale a Kozu que si encuentra este traje, lo lleve a la tintorería y... Qué regresaré, después de todo tenemos una historia que escribir -

Hombre que Rema: Lo que me faltaba... Tenían que ser lesbianas... Ya que... -

Soundtrack:

La sangre en mi interior ya estaba hirviendo a temperaturas tan grandes como el mismo infierno, si se pudiese ver, fácilmente se podría notar como esta se asemejaba al color de la lava, y no sólo en color, sin o también en intensidad y calor, era tal la emoción que tenía, que ni mi cuerpo lo podía soportar, e inconscientemente comía pizza, pensando en lo que sea que pudiésemos encontrar, sólo esperaba que fuese algo asombroso. Y tal era la emoción que no pude contenerme, tomé un sombrero de esos típicos que tenían los capitanes de barco, y sin despojarme de la capucha de monja, me lo coloqué encima, mientras caminaba frente al bote, apoyaba un pie sobre el borde de adelante, cerca del hombre que remaba y apuntaba a la isla.

- ¡Vamos! Más rápido, si seguimos a este ritmo se me derretirán los huesos de la emoción... ¿Pero que es lo que escuchan mis bendecidos oídos?... -

Dije mientras escuchaba a los seres acuáticos grasientos cerca del bote, por lo visto el manjar que portábamos atraía hasta las bestias más curiosas, bizarras y asquerosas eran atraídas, entonces tomé mi arco, me inclinaba y observaba las profundidades, para analizar a esos seres acuáticos, a mi punto de vista no se veían muy amenazantes, por lo que me levante y observé a mi compañera.

- Supongo que vienen a darnos un aventón... Bien, déjame adelantarme compañera, me haré con el botín de inmediato -

Viejo del Bote: Pero por que diablos habla así tu compañera...

Yu: Dan...Iela, no te dejes llevar por la aventura ¿Si?

Dije mientras tomaba un trozo de pizza, me lo colocaba en la boca y tomando mi arco con mis dos manos, me lanzaba en pique al agua, utilizando el trozo de pizza para atraer a esas bestias, quizás como el orden de las cosas lo dictaba, sería la líder en ingerir el primer trozo de comida, ahora la pregunta era ¿Qué era la comida? Si la pizza o yo... Pero daba lo mismo, ya que apenas se acercara una de esas cosas, bastaba el mínimo de habilidad en el agua para hacerme a un lado, y utilizando la pizza como carnada más que a mi mismo, y aprovechando a que estas abriesen el hocico para ingerir el alimento, clavar el arco entre sus fauces, encarjarlo de tal forma que no pudiesen morderlo o sacárselo, y usando este mismo, como "timón" y manejar a la bestia, si todo salía bien, bastaba un movimiento de muñecas para que la bestia que hubiese pescado saliese del agua de un salto... O lo que pudiese elevar, y si era así y resultaba como lo planeaba, al momento de salir, diría algo épico como.

- Lavisol, mira como he domado a una de estas... Ven conmigo, así llegaremos más rápido, mira que no he tenido la paciencia para esperar al viejo este y su bote -

Soundtrack:

Ya habíamos llegado a nuestro objetivo, o bueno, casi, ya que nos encontrábamos en la orilla del mar, a unos pasos se encontraban las típicas torres esas que daban indicaciones a los turistas hacia donde ir, claro, Lavy como siempre, de una mente veloz no dudó en preguntarle al joven que miraba con cara de desconcertado, de seguro era nuevo en el trabajo, mientras tanto, yo aseguraba los vehículos.

- Bien gorditas, ustedes se quedan aquí ¿Bien? Si tienen suerte quizás de vuelta las llevemos a una pizzería *Murmullo:A que las hagan tocino* -

Las sirenas con sobre peso comenzaron a aplaudir de alegría, para luego moverse a unas rocas y esperar ahí, a lo que escuchaba la indicación del hombre, por lo visto ejercía muy bien su trabajo, pero ya bastaba de perder el tiempo, por lo que le arroje una paleta azucarada al hombre por su buen trabajo, se vio bastante feliz, pese a que le llegó en todo el ojo derecho, provocando que cayese de la torre y quedara ahí tirado en el suelo, de seguro era su descanso o algo así.

- Bien... Según la indicación, la puerta principal esta dando la vuelta aquí -

(Dentro del lugar)

Jefe Maloso: Bien... Soldados, según nuestro informante, ese viejo de la lancha que siempre está en el puerto viendo mujeres... Nos ha dicho que ya han llegado, así que quiero al escuadrón alfa cuidando la puerta trasera, al beta el segundo piso, escuadrón delta estará en el sótano. Yo cuidaré a los prisioneros y científicos... La teniente Marcela y el Cabo Cepillín me acompañarán.

Soldado sin mucha importancia: Pero jefe, está dejando la puerta principal vacía.

Jefe Maloso: Descuida ¿Acaso no vez películas? Nadie es lo suficiente idiota para entrar por la puerta principal... Pero por si acaso... Troy... Aun que eres nuevo, cuidarás la puerta principal... Confiamos en tus habilidades... Pese a que le temas a las mujeres, me han informado que son travestis... Creo... De cualquier forma te quedarás junto con el Señor Sarna.

(Puerta principal)

- Bien Lavysol... Estamos aquí... ¿Quieres hacer los honores de abrir la puerta?... -

Dije mientras me paraba a un lado de la puerta, aun que esta de por si ya estaba medio abierta, a diferencia de las ventanas las cuales contenían barrotes, la puerta principal si quiera estaba cerrada, de seguro nos estaban esperando, aun que estábamos llegando algo tarde y a la pócima no debería quedarle mucho, ya estábamos frente a la cárcel, sólo quedaba entrar, patear culos, comer algo de pizza y volver por el dinero, un plan sencillo sencillo.