Rieles mojados (Nero Sparda)

por **Kallen Kozuki** Lun Mayo 07, 2012 6:12 pm

Que mas daba, ya estaba comenzando a atardecer. Pero el naranja no se podía ver a través de aquellas nubes grises y gruesas que cubrían el cielo entero, que entristecían el ambiente hasta darle un aire melancólico. Sabía que ya debía estar atardeciendo por el gran reloj de la estación, marcaba las 5 de la tarde. La verdad la pelirroja no era fanática del clima lluvioso, pero no le importaba, con tal de que fuera una lluvia cálida. Aquel no era el caso, las gotas caían como si magos de hielo estuvieran batallando en el cielo, y los escombros de sus creaciones cayeran a la tierra a medio derretir. Tampoco poseía abrigo alguno, odiaba salir con éstos, y mas si al principio del día estaba tan soleado como la sonrisa que la pelirroja acostumbraba a vestir.

El tren llevaba más de 30 minutos de retraso. En cuanto Kallen logró divisar un cambio climático en el valle del volcán decidió tomar rumbo a casa, pero no caminó lo suficientemente rápido hasta la estación más cercana para que la lluvia fría no la empapara. Por lo menos allí estaba bajo un techo, uno congestionado de gente, pero techo al fin y al cabo. Su cabello y sus ropas se habían secado gracias al calor que naturalmente manaba de su cuerpo, pero aún así no evitaba sentir un frío bestial, poco acostumbrada a las temperaturas bajas.

~Que los Otros se lleven este tren y la lluvia, quiero irme a casa...

No le importó, no quería seguir esperando. Sabía perfectamente en qué dirección quedaba Magnolia, y lo único que necesitaba era algo de energía y un paraguas, o en tal caso un abrigo. Necesitaba aprender el cómo crear paraguas con fuego, pensó. Tomó uno de los paraguas de la pequeña tienda de la estación y lo pagó con unas pocas monedas, y lo abrió en cuanto salió de ésta. Magnolia quedaba al noreste de la estación, de eso estaba más que segura, solo tenía que seguir el camino junto a las vías del tren. Sus alargadas piernas le daban un paso rápido y seguro hacia el camino que había decidido tomar.

por **Nero Sparda** Mar Mayo 08, 2012 3:23 am

** Montañas partidas por la mitad en medio de ellas los rieles del monstruo mecánico, donde el tren día a día hacia sus viajes por este lugar, pasando por esta estación un tanto modesta en comparación a las otras, la estación Kunugi, rodeada de una especie de montes, donde estos habían sido transformados para dejar espacio al camino que tenia que seguir estos rieles, era un día lluvioso de esa lluvia gélida que incomoda al andar, gotas fritas que traspasan las ropas al cabo de un rato, había un atardecer... si pero oculto entre las grisáceas y esponjosas nubes que se apoderaban de los cielos mostrando un ambiente mas serio apacible por decirlo de alguna manera el gris era un color que no expresaba nada ni alegría ni enojo la neutralidad entre lo blanco y lo negro y el mismo cielo lo expresaba ni luz ni oscuridad en ese momento la noche aun no se apoderaba de los cielos y conforme pasaban los segundos la incesante lluvia parecía calmar.. las miles de gotas que caían cada segundo parecían extinguirse dejando una leve llovizna que para los débiles y los que apreciaban poco las maravillas del mundo seria una lluvia incomoda.

- Ahh... lluvia siempre me has relajado -

Un voz irrumpía en la nada de una de las superficies montañosas totalmente planas... eran mas bien praderas o las faldas de las montañas que al termino de ellas como si fuese un rio seco por en medio de esta tierra abriéndose mostraba el camino del tren que era uno de los principales medios de transporte en este mundo, pero en fin... una voz acababa con el silencioso atardecer, la voz de un joven de cabellos color plata, un hombre alto aproximadamente de una altura de 1.84cm , con un físico formidable de complexión atlética espalda ancha y brazos no brutalmente musculosos pero si notariadamente le hacían ver un joven fuerte y solido, muy ágil y veloz desde su infancia, este era Nero un chico de piel color marfil, sus orbes entusiastas pintadas de color azul, un par de diamantes azulados brillantes que encerraban en esa mirada a un demonio, una mirada unos ojos que muestran mucha confianza pero a la vez también seriedad en ellos, una seriedad que podría hacer temblar a cualquiera o todo lo contrario... ya algunas veces suelen ser lo mas expresivo de el, pero poca gente lo notaria solamente podría decirse que eso es verdad cuando el esta relativamente tranquilo en paz y así era por ahora. Caminaba hasta llegar al filo de estas construcciones de la naturaleza viendo a su izquierda a unos 200 metros la estación Kunugi la gente avasallando los techos para no mojarse, ya que esta estación era un tanto mas austera, ahí pudo notar como una joven caminaba con mucha seguridad a menos de 5 o 6 metros de los rieles , al lado derecho de ellos iba de ida y seguía la guía que los rieles le marcaban, esta parecía dirigirse a la ciudad de magnolia que era el punto mas importante donde viajaba ese tren, pero que mujer tan despreocupada... o en realidad no había nada que temer, parecía linda desde lejos a unos 150 metros de la ubicación del joven de cabellos blancos, ya que ahí las vías se juntaban un poco mas con las montañas, la siguió mirando por unos segundos mas, caminaba portando su paraguas de color negro sin adorno alguno, la lluvia caía sobre la que parecía ser una hermosa señorita de cabellos rojos, una chica linda nada mas, pensaba en su cabeza el joven mago, seria así ? algo en ella le parecía diferente sus ropas eran no de un civil normal si bien desde ahí no veía mucho si veía que se trataba de un bello ejemplar femenino y conforme caminaba podía verle... la espalda y demás…. así como sus cabellos rojizos.

- Jumm.... quien rayos haha no será normal no es... los civiles temen a estos caminos y mas en solitario hahaha bueno... lluvia no pudiste conmigo esta vez ! -

Apretaba los dientes un poco y de un salto de unos 10 metros ayudado de su magia estelar caía con elegancia sobre la superficie húmeda por la lluvia cualquier sonido seria ocultado, y seguramente a mujer andaba mas concentrada en sus pasos que si un tipo bajaba por ahí, en fin estaba ya ahora a unos 15 metros de ella , seguía caminando siguiendo a la ya notoriamente pelirroja, de ropas cafés un tanto cortas y unas mallas o medias rojas que le cubrían un poco mas arriba de sus largas piernas, tenia un tono de piel blanco claro, parecía linda así que sin mas que pensar y tratando de salir de ese día tan aburrido...decidido se acerco hacia ella emparejándole el paso, con sus manos detrás de su cabeza recargando ahí su nuca en una pose relajada y despreocupada andando al mismo ritmo que la chica, cosa que ningún trabajo le costaba.

- Y bueno... tu no eres una mujer y ya verdad jaja eres de mmmm algun gremio ? nadie anda por aquí así no mas... no te preocupes nada mas estoy aburrido y si no eres nada es igual solo sentí curiosidad por tu apariencia…-

Musitaba el joven peli blanco con su tono calmo y amable un tanto alegre y confiado de si mismo como si aquella mujer fuese su amiga o alguien conocida, aunque cualquiera que fuese la respuesta que recibiera de ella estaría bien, la cual esperaría que fuese positiva, la chica no le conocía a el, ni podría ver el sello de su gremio no aun pues este estaba en la palma de su mano, hasta hora era un simple chico bien parecido, aunque traia consigo su espada que podia notarse la empuñadura que sobresalia entre su cuello y hombro izquierdos por la parte de atras, una empuñadura roja con color plateado que parecia manubrio de motocicleta no tanto como una pero la intencion era parecida a una de esas, lo que le hacian ver como un arma mas exotica ademas de su estructura en general, ademas su brazo derecho con el color rojizo y azul, como si de un brazo de demonio o dragon se tratara y eso era algo de eso tenia, esperaba que la chica no se fijara inmediatamente en las cosas que lo marcaban como alguien de cuidado en fin ... Nero habia hablado y era un chico que portaba abrigo de color azul obscuro este ordenado con una serie de botones de color plata, los cuales mantiene desabrochados perdiéndole mayor movimiento y mas frescura además de tener un cuerpo resistente y acostumbrado a temperaturas hostiles altas o bajas, como si de un guerrero se tratara y eso era el, se convirtió en un guerrero, en busca de sus objetivos personales y bien...suele llevar las mangas del abrigo arremangadas a la altura de sus codos, es un abrigo y por lo tanto este es largo llegándole a las rodillas, debajo de ese abrigo porta el un chaleco de un estilo diferente se puede decir entre medieval y despreocupado este es de color rojo con una capucha del mismo color que no suele usar el chaleco también cuenta con cierres arriba y abajo y debajo de este chaleco lleva una camiseta de color negra que es apenas notoria en su cuello de igual manera porta una pulsera de cuero color café similar a un cinturón pero pequeño, esta pulsera rodea su muñeca izquierda, porta un cinturón el cual tiene una cruz antigua de color plateada como hebilla, sus pantalones son de color azul rey unos jeans bastante cómodos y en sus pies porta un par de botas, estas del tipo uso rudo resistentes en cualquier ambiente. El Sparda se dejo la palabra a la bella mujer esperando cualquier tipo de respuesta parecía confiado en su totalidad pero en sus pensamientos no era así sabia que cualquier cosa podría pasar y mas con alguien que andaba tan campante como si nada en ese lugar, donde seguían caminando junto a las húmedas vías del tren, esperando que la primera impresión que dio fuera de un simple muchacho acercándose a una chica para charlar, aunque Nero siempre quería saber de las personas y si ella resultaba mas interesante de lo que aparentaba, gustosamente le acompañaría en su caminar, siendo ya acompañados por las gotas que lentamente se hacian mas pequeñas y de menor cantidad. **

por **Kallen Kozuki** Miér Mayo 09, 2012 6:22 pm

Además del repiqueteo violento de las gotas de lluvia chocando contra el suelo ahora enlodado y empapado, el único sonido que rompía el silencio de aquella caminata era el lodo del suelo cediendo ante las pisadas de las pesadas botas de cuero de la joven pelirroja. El paraguas por lo menos evitaba que no se empapara su rojo cabello, su rostro y parte de su pecho, pero en cuanto a las alargadas piernas y sus brazos de la misma contextura, la lluvia les alcanzaba fácilmente. El paraguas no era lo suficientemente grande para una chica como Kallen. Se quitó las mangas blancas que adornaban su traje de un tirón, silenciosamente, y las guardó cada una en un bolsillo.

Era raro que de los labios de la pelirroja no saliera una melodía improvisada, alegre como el sol, como el color de su cabello; o por lo menos un tarareo vago para si misma. La lluvia y mas que todo el frío afectaba sus ánimos, aquella no era la Kallen que solía ser. Una de sus cejas se encontraba fruncida, su cabello ahora aplacado, y su mano libre cerrada en puño. No desviaba la mirada de frente a sí, llegaba a parecer determinada.

Pero la intuición que tanto ella como todo ser humano poseía le hacía sentir que alguien le seguía, fuera físicamente o solamente con la mirada. No le tuvo importancia, si le querían seguir, que lo hicieran. No llevaba absolutamente nada de valor, mas que el que se requiere para enfrentar a grandes bestias o parecidos, y con ladrones ella sabía lidiar, no necesariamente por palabras. Sus pasos se volvieron zancadas. Aún así, quien le seguía podía mantenerle el paso. No tardó nada en caminar a su lado. La pelirroja no dirigió los opacos ojos azul grisáceo.

~La mayoría siente curiosidad tan solo por el hecho de que yo tenga el cabello rojo... No es la gran cosa.

Su rostro se suavizó poco a poco, cambiando aquella ceja fruncida por una arqueada común y corriente, y una mirada tan distante como Magnolia se encontraba de aquel lugar. Tampoco es que le dirigiera la mirada al chico todavía, solo sabía que vestía un abrigo rojo porque las ondulaciones de éste entraban a su periferia visual.

~Creo que un poco mas curioso es acercarse a alguien al azar y hablar, ¿No crees?

Rió por lo bajo ante su propia broma inocente. El hablar encalidecía su humor.

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