Ficha de Azhalea

Una mujer con una mirada fuerte y decidida formada por unos brillantes y astutos ojos que no tienen un color definido pues cambian constantemente según su estado de animo o las lecturas que realice con sus cartas. Su cabello, negro y lacio, es largo hasta debajo de sus omóplatos aunque eso no suele notarse pues siempre lo lleva escondido dentro de la capa blanca con detalles en dorado que utiliza por costumbre.
Su figura es delgada pero de curvas marcadas, tiene un bello cuerpo, y unas facciones que lo acompañan de la misma hermosa manera. Pero un lindo cuerpo no quiere decir una disminución de sabiduría o energías, en cambio es una mujer inteligente y eso se demuestra en su mirar o en las sonrisas que de vez en vez se aparecen en sus labios ligeramente rosados.

Solitaria y seria son dos cualidades que las personas el otorgan apenas conocerla, no es una mujer de muchas palabras y aprecia el silencio mas que cualquier otra cosa; aunque no tanto como a sus cartas. Suele no poseer una expresión definida en el rostro, no es serena ni fría, tampoco enojada ni alegre, sino que es una mezcla de todas que con solo un movimiento de una ceja o uno de sus labios puede transformarse en lo que ella desee o sienta. Intenta mantener esa “cara de poker” para que nadie sepa que está pensando y pocos son los que han logrado que muestre algún sentimiento en todo su rostro.
No le gustan los bullicios en lo más mínimo ni el amontonamiento de gente, así tampoco las peleas o cualquier cosa que haga demasiado ruido, aunque puede soportarlo sin que nadie se percate de su estado de molestia, pues hasta sabe controlar su tono de voz que a veces apenas supera el sonido de un murmullo. Es paciente y sabe controlarse antes de caer en el enojo, pero eso mismo hace que oculte sus emociones y cuando explota las cosas pueden ponerse muy feas, así que prefiere estar en solitario.
Si algo no le gusta es llorar frente a los demás, ella no llora por tristeza sino por rabia o vergüenza, odia hacer el ridículo frente a los desconocidos a pesar de aparentar que no le importa en lo más mínimo. Con eso demuestra que no es insensible como muchos pueden creer y que detrás de esa fortaleza que muestra hay una muchacha con sentimientos que solo sabe como aguantar el dolor el tiempo que sea necesario.
No tiene muchos amigos pues es algo tímida para relacionarse con alguien más y cuando intenta ser amable puede llegar a ser tosca y demasiado directa pues a veces dice las cosas sin pensar demasiado y, aparentemente, sin arrepentirse.
Otra cosa a destacar es que al ser su piel pálida se le notan fácilmente los sonrojos y eso la hace sentir tonta, pues el color de su rostro es algo que no puede controlar.

Mascota
Séptimo Arcano

El séptimo arcano es la carta del tarot que simboliza al Carro o la Carroza y puede interpretarse de varas maneras: Bipolaridad, dudas, caminos bifurcados, separaciones y elecciones. Generalmente ese “carro” es tirado por dos caballos de diferente color (uno blanco y uno negro, o rojo y azul) pero en el caso de Azhalea esos caballos son representados por dos lobos de colores opuestos que poseen el tamaño de sus manos.
Haku; el lobo blanco con manchas rojas, y Kuro; el lobo negro petróleo con manchas en color cian, se complementan el uno con el otro y representan perfectamente a su dueña, con quien están prácticamente todo el día.

Combinando estas dos cartas de tarot Azhalea puede hacer que el pequeño Haku crezca hasta alcanzar la altura de su dueña, tanto sea para hacerle de transporte como para pelear en una batalla. El nombre del lobo cambia al crecer, pasando a llamarse Sköll. Las habilidades de este gran animal son básicamente físicas, con golpes y mordidas tan fuertes como contundentes pero es más bien lento en comparación con su hermano (Kuro). En batalla, por el gasto de energía que la gran bestia del sol le reclama, solo puede mantenerlo por dos turnos.

El pequeño Kuro, cuyo nombre cambia a Hati, se transforma en un gran lobo que no supera la altura de la cadera de su dueña. Es rápido y ágil, por lo que su especialidad es dar varios golpes de poco daño en un mismo turno, buscando asestar varios mordiscos seguidos para luego alejarse de su oponente. Al ser combinado con la luna, le es fácil esconderse en la oscuridad y ser sigiloso, por lo que muchas veces intenta atacar por la espalda. Su duración en batalla es de entre tres y cuatro post, dependiendo de si Azhalea utilizó o no una carta antes.

La fuerza: Invocando la figura de la carta número once, representada como un león con armadura, la maga puede hacer que este animal pelee por ella hasta cinco turnos por batalla y puede invocarlo nuevamente luego de diez turnos si es necesario pero, en este último caso, podrá mantenerlo en batalla mucho menos tiempo (dos turnos). El león ataca de manera frontal con dientes y garras, amenazando al oponente como si fuera su presa y aprovechando los puntos débiles para atacarlo.

Aclaración:
Duración: 5 post.
Tiempo de recarga: 10 post.
Cantidad de veces que puede utilizarlo en batalla: 3

La muerte: El arcano trece, el sin nombre, está representado como una figura esquelética, con medio cuerpo tapado por una capa raída que porta una guadaña manchada por sangre. Ese arcano, irónico e impredecible, es el escudo de la maga. Puede ser invocado cuatro veces es una batalla y detiene cualquier tipo de ataques, principalmente los físicos que se chocan con el hasta de su arma.
Trece abraza protectoramente a Azhalea para protegerla, cubriendo su esencia de las heridas con su arma o capa, demostrando que a pesar de la crueldad que sus cuencas vacías demuestran puede ser cálido cuando así lo desea.

Nacida en una familia de magos, desde pequeña fue instruida para fortalecer sus habilidades con la tonta esperanza de que al crecer se uniera a un gremio como sus padres lo habían hecho en su juventud. Por supuesto, ese sueño de sus progenitores no fue posible pues ella jamás se interesó en ser parte de un grupo de personas ni en defender un gremio, por lo que desechó esa idea en cuanto tuvo uso de razón. Por la edad en la cual ella dijo esas palabras, sus padres no la tomaron en serio y siguieron tomando trabajos y ayudando en el gremio en el que estaban para hacerlo crecer día a día, siendo siempre observados con reprobación por la pequeña “As”.
Sin poder entender que tenía de gracioso estar rodeado de personas bulliciosas, ella comenzó a repudiar las aglomeraciones de personas, afianzando mas al idea de que nunca participaría en un lugar así pues como buena amante del silencio y la tranquilidad no podría sobrevivir demasiado tiempo en un sitio como ese, además, no necesitaba estar en un gremio para tomar misiones y sobrevivir como maga, podría hacer mas cosas que seguir los pasos de sus padres. Y así decidió hacerlo.
Cuando cumplió dieciséis años, sus progenitores nuevamente insistieron en que ingresara al gremio, pero ella ya cansada de sus molestas palabras de adulación y de escuchar lo fantástico que era ser parte de ese grupo terminó por discutir con sus padres y se fue de la casa esa misma noche si siquiera despedirse. Terca, pues eso fue algo que posiblemente definió su forma de actuar, se fue lo más lejos que pudo y comenzó a tomar trabajos simples que le dieran el sustento necesario para vivir el día a día.
Trabajando tanto en misiones solitarias, en trabajos de medio tiempo o como adivinadora de la suerte; otra de las cosas en las que se había especializado luego de descubrir su fuerte en la magia con objetos, fue reuniendo dinero que le valió para viajar cada vez mas lejos de casa y comprarse lo necesario para vivir. Algunas noches y días los ha pasado a la intemperie, confiando el Haku y Kuro para protegerla mientras dormía y hasta el momento no ha tenido problema alguno.
Esa rutina de conseguir el pan del día a día la convirtió rápidamente en una buena comerciante, aprendiendo a regatear y arreglar la cantidad de dinero que le darían por trabajo, lentamente se fue convirtiendo en una mercenaria sin darse cuenta, trabajando para el mejor postor y avanzando en sus entrenamientos a cada nueva misión. Así, algunas veces, ha terminado ayudando a cualquier persona de cualquier gremio, sin importar si este pertenecía a los “malos” o los “buenos” como los calificaban sus padres.
Desde que escapó hasta ese momento han pasado dos años y su temperamento cambió, así como su figura, pero por alguna extraña razón aquellos carteles que escasamente encuentra con su nombre y el aviso de “Se Busca” se le parecen más de lo que ella cree.

-Le tiene una fobia terrible y hasta graciosa a las arañas.
-El color de sus ojos puede ir desde el rojo, al azul, pasar por el verde y volverse violetas. A pesar de todo, por lo general, son de color negro.
-Sabe defenderse y atacar con el báculo que siempre lleva, pero por lo general lo usa como un canalizador de su energía.
-Es zurda para escribir pero diestra para cualquier otra actividad.
-Es torpe… un poco.