(Pasado) un extraño encuentro

Mis cansados ojos apenas podían mirar el camino por donde daba cansados pasos. Sin más que un pañuelo donde cargaba escasos alimentos y agua, me dirigía a un lugar incierto. Iba sola con la esperanza de en el camino conseguir un nuevo destino.
Detuve mi marcha en lo que parecía un cruce dentro de aquellas llanuras, tome la ultima botella de agua que tenia y bebí desesperadamente como si tuviera la sed de mil guerreros. No me decidía por donde seguir así que intente mirar mas allá del alto césped, si mi visión aún no fallaba estaba muy cerca de lo que parecía una posada. Mi rostro se ilumino tenia tantas ganas de tirarme a una cama y descansar días seguidos si era posible.

-Kyaaa si corro llegare mucho más rápido - gastando algunas energías corrí hacia la choza que divisaba. Cerré mis ojos como si con eso lograría aumentar la velocidad pero me frenaría al chocar con la espalda de un sujeto - Ou...- el impacto fue tan fuerte que rebote y caí al suelo lastimando mi rostro, brazos y parte de las rodillas. Sacudi mi cuerpo aún si levantarme del lugar.

-Eso si que fue sorpresivo - alce mi mirada y allí estaba aquel extraño sujeto mirándola a ella también con curiosidad. La conexión fue inmediata, era como si se conocieran desde hace mucho. Las ropas del desconocido le hicieron entender que él también viajaba por el mundo en busca de algo.

Él chico lucia sumamente alegre, lo que me hacia sentir muy aliviada no quería que se molestara y tuviera que huir nuevamente sin lograr entrar a la posada. Tome su mano sin dudarlo y me levante tan rápido como pude, mi rostro se sonrojo de inmediato era un gesto muy bonito de su parte. La vida y la sociedad me trataba como una especie de criatura asquerosa y solo ver alguien que fuera tan amable me hizo sonrojar.

-Lo siento de verdad no te vi mientras corría- aparte mi mirada del chico por lo apenada que estaba pero de la nada alce mi mirada al escuchar un extraño ruido que provenía de su estomago, puse de inmediato mis manos en la boca intentando evitar reírme - je...no te preocupes yo también tengo mucha hambre, creo que he recorrido muchas llanuras -

Me puse nerviosa cuando me hizo la invitación, no estaba segura si quería ser la causa de que perdiera las pocas monedas que le quedaban en su bolsillo ¿Tenia bolsillos?. El hecho es que no era de mi gusto tener que ser una carga o un gasto para otro chico pero la verdad es que tenia muchísima hambre. - ¿Lo harías? es decir...esta bien te acompañare- escuche algo sobre un peaje - ¿Peaje, acaso no hay paso a la ciudad más cercana?- mire al camino donde me imagine que seria la vía a la ciudad mas cercana "Bienvenido a Magnolia, por razones legales debe pagar el respectivo peaje" pero no solo era un simple anuncio, también se encontraban algunos agentes de seguridad. "El consejo esta haciendo desastre" pensé.

Intente no pensar en lo que luego haría, quizás lograba distraerlos para que me dejaran pasar. Mire al chico nuevamente - Yo soy Mizore, pero los amigos me dicen Miz - le di una pequeña sonrisa.

Me dejo confundida la forma en como respondió antes de que yo dijera algo más, en realidad no le iba a decir que era un placer conocerlo. Hace un buen tiempo que no me agrada conocer a alguien antes de al menos hacerlo. Siempre me sorprendían con una actitud pésima, así que ¿para que decirles que el placer era mio si en verdad no lo era?.
A pesar de todo lo seguí hasta entrar en la taberna, me senté con cuidado frente a él. El sujeto nos pregunto que queríamos y yo solo lo mire sin saber que decir.

-Ah...lo mismo que él - señale a Lavy y recordé las muchas veces en que una de las persona que más quise en mi vida me dijo que era de mala educación señalar a alguien. Baje la mano casi de inmediato y mire a un lado algo apenada. El golpe de los enormes vasos de Aguamiel llamo mi atención, vi como el chico tomaba con facilidad y quise hacer lo mismo tomando de uno de los vasos. Me sentí tan mariada al principio que me sostuve para no caerme.

-Fa-fa-fairy Tail...ese nombre se me hace muy conocido...- achine mis ojos mientras pensaba en donde más había escuchado ese nombre -¿Magnolia? - mi cabeza daba vueltas - Yo...no...yo no tengo un lugar a donde ir...yo - hubo un pequeño silencio - Estoy sola- el tabernero llego con ambos platos de comida y los coloco en frente de nosotros. Mi apetito se fue.

Me apeno cuando el se dio cuenta que el aguamiel me pasaba la factura, la verdad es que no era nada buena tomando alcohol, de hecho creo que por la razón de que siempre caía en una onda de borracha era que no tomaba nada que tuviera porcentaje de ese elemento. Mire el estofado saboreandome y luego me sorprendió la forma tan salvaje en como el chico comía. Yo no podia negar que tenia un hambre capaz de matarme pero no quería comportarme de aquella manera.

-Muchas gracias - volví a agradecerle el gesto de la comida y tome uno de los cubiertos para comenzar a comer rápido pero sin parecer desesperada. El sonido seco de la puerta abriendose de golpe capto mi atención y mire por el reflejo de uno de los platos como lo que parecían matones se acercaban a nosotros mientras Lavy ignoraba todo lo que pasaba hablándome. Los hombres empezaron a retar a mi compañero y yo solo me quede mirando al pelirojo como esperando que hiciera algo de la nada pero al contrario no hizo absolutamente nada y esto lo aprovecho uno de los bandidos haciéndolo caer al suelo.

-¡Lavy! - exclame algo confundida, me aproxime hasta el chico y trate de levantarlo - ¿Por qué? ¿Por qué no quisiste hacerles nada? - lo mire fijamente, él no me engañaba, no a mi. Era fácil determinar que era un mago - Lavy pudiste haber usado tu magia para defenderte, las estrellas me dicen que tienes un alto rango de energía mágica- quizás nadie entendería porque nombre las estrellas en esa oración, pero yo sabia de lo que se trataba y con eso era suficiente.

Ayude a levantar al chico y con el mantel de la mesa (que lo quite) trate de secar el vino que lo empapaba - ¿Estas bien? - lo mire más curiosa que preocupada.

Mire lo tranquilo que se encontraba, eso me dio algo de coraje, como una persona se podía comportar tan tranquilo después de lo que sucedió con aquel bandido. Ya había escuchado más de mil veces esa frase "Hay que peleas que se ganan sin lucharlas" eso me daba mucha mas ira y sentí que mi magia comenzaba a emanar sin que yo la "llamara".

-Si...tengo algo de magia - suspire para intentar calmarme y quedarme quieta, no quería que la magia escapara y que yo no pudiera controlarla (como de hecho ya había sucedido hace algún tiempo atrás) - Pero creo que no soy muy fuerte - "O no la controlo" pienso y toco a Lavy sintiendo que el vino se había pegado en su brazo poniéndolo viscoso.

Mire al suelo como intentando comprender porque no hizo nada para evitar salí lastimado - Lavy...eso no puede llamarse pelea, no te has defendido y te ha atacado sin necesidad, eso no es una pelea es una injusticia - La gente seguía comentando delante de nosotros lo que sucedió. Tome a el chico por el brazo y lo jale con fuerza a fuera de la taberna. Mi mareo se había ido y mis energías estaban recuperadas, ese estofado o lo que pude comer de el me ayudo a recuperarme.

-Si hubiera podido hacer algo, lo hubiese hecho...¡esos canallas! - recordé de la nada algo que me menciono, a el alguien lo estaba esperando y a mi sin embargo...nadie lo hacia. Mi corazón comenzó a latir lentamente, era tan triste cuando no tenias alguien a tu lado que te esperara o que pudiera brindarte una mano amiga. Mis ojos se humedecieron por mucho que intente que eso no ocurriera.
Solté el brazo del pelirojo y puse mis manos en mi rostro tratando de calmarme - Lo siento...yo...no...es nada. Seguramente ya debes irte, te esperan-

Trate de despedirme de la mejor forma de Lavy pero solo pude mover un poco mi mano haciendo un gesto de "Adiós". Lo acompañe hasta la posada y cuando me disponía a salir de allá mire como varios matones aparecieron en el pasillo obstruyendo el paso. Era el mismo...eran los mismo que estaban en la taberna. Aquel que volteo el vino sobre Lavy, que también lo empujo hasta el suelo.
Me había reconocido ¿Pero que era lo que sucedía, acaso no se conformaban con haber hecho lo que hicieron si no que tenían que volver?. Por un momento no supe que hacer, si hacerle frente o irme de allí como si no hubiese visto nada, pero el tiempo fue mi delator.

Ya no podía huir de ellos, no tenia a donde ir y ademas se dieron cuenta que los reconocí. Me dio coraje escuchar como me llamaban niñita a pesar de que solo tenia un par de años o menos desde que cumplí la mayoría de edad.

-¡Oh vaya, pero si acá están los tontos descerebrados de la taberna!- les dije sin acobardarme ¿Pero que acaso no pude haber dicho algo más inteligente que aquello, incentivar la pelea no te saca para nada de un problema - ¿Que, se han perdido niñas?- pero ya estaba tan hundida que no podía hacer más.

Mire como los hombres molestos se abalanzaron sobre mi y yo solo pude retroceder y esperar los golpes, cerré mis ojos cuando los vi encima de mi. "Este es mi fin..." pensé.