Mision rango D: Encuentra al niño perdido.

Saliendo del gremio con el papel en la mano, arrugándolo por el gran enojo que le daría al saber que unos padres irresponsables no cuidarían bien de su hijo, iría primero hacia la casa de la familia, para así preguntar todo acerca del niño.

Bien, díganme ¿Cómo es él?

Haciendo la pregunta la madre empezaría a llorar, mientras que el padre simplemente la abrazaría para así evitar que derrame muchas lagrimas.

Tengo una pregunta más...

Diría mientras que tanto el padre como la madre del chico voltearían a ver a Hayato, el cual tendría una cara de pocos amigos, ya que la siguiente pregunta que haría sería algo muy molesto para él.

¿Por qué no cuidaron de su hijo?

Preguntaría al tiempo que la madre simplemente iniciaría nuevamente con las lágrimas, derramando de una manera increíble aquellos fluidos de sus ojos. Mientras que el padre simplemente se limitaría a decir que no fue culpa suya, y comenzaría a explicarle todo lo sucedido a Hayato.

Ya estando con la información tanto de la carta de los bandidos como la información sobre el niño, el mago iría directamente hacia aquellas llanuras, para así llegar a una zona donde parecería que recién habrían hecho algún tipo de fogata. Hincándose para así mirar los restos de las plantas secas, tocándolas con su mano, para sentir así que tan caliente y cuanto tiempo tendría aquella fogata.

Hm... No parece que fuera mucho tiempo, incluso puedo llegar a decir que tienen al menos 10 minutos de que apagaron esta fogata. Silver, busca algún olor de humano y vamos a seguirlo.

Diciendo eso, su canino amigo haría caso para así comenzar a olfatear a su alrededor, buscando la pista de alguna persona, tardaría unos 15 minutos en encontrar un rastro que seguía hacia un pequeña cabaña.

Bien parece ser que allí se encuentra la guarida de los bandidos, lo mejor será actuar con cuidado ya que no queremos que maten al niño.

Llegando hasta la puerta de la cabaña, miraría por una de las rendijas que hacían las maderas, logrando ver que solo se encontraba una silueta amarrada de manos y pies, sentado, con la cabeza tapada por una bolsa.

Parece que está solo, o debe tener un guardia.

Diría mientras que camina hacia atrás para después tomar impulso, golpeando la puerta para así entrar de golpe, mirando que solo está un bandido y el niño amarrado.

Soy de Fairy Tail, ahora si no quieres salir gravemente herido, déjame irme con el niño.

Diciendo eso, pareciera como si fuera un chiste para aquel bandido, ya que soltaría una risa para después sacar en su mano derecha un cuchillo de mediano tamaño. Mientras que el mago se colocaría frente al niño, para que no fuera por este, mantendría su mirada fija en el bandido, el cual al igual que él, tendría la mirada puesta en los ojos heterocromaticos de Hayato.

Silver ahora.

Diría para así hacer que su amigo canino saltase a morder el brazo donde sujetaba el cuchillo, haciendo que este lo soltara. Una vez ya con el arma en el suelo Hayato saltaría para lanzar una patada, la cual le daría en el mentón, para así dejarlo en el suelo.

Bien, ahora dime, donde están tus amigos.

Diría mientras que sujeta al bandido de las ropas, estrellándolo contra la pared de madera. Mirando fijamente a sus ojos, mientras que este comenzaría a reír nuevamente, cosa que sorprendería a Hayato ya que parecía que otras personas habían llegado a aquella escena.

Maldición, llegaron justo para salvarte el trasero... o eso piensas.

Diría para así agarrar a aquel bandido y lanzarlo contra sus amigos, haciendo que estos cayeran al suelo, mientras que Hayato saldría de la cabaña y así mirar que se trataban de tres bandidos en total.

¿Son todos?

Preguntaría mientras que ve que solo se levantan dos ya que el que había arrojado habría perdido la conciencia.

Al mirar que los otros dos no perderían su tiempo en sacar armas, las cuales eran unas cuchillas pequeñas, del tamaño de una daga. Hayato tampoco lo haría, sacaría su espada Ookami, para así mirar a aquellos bandidos, estos en cuanto tendrían oportunidad se lanzarían en atacar a Hayato lanzando un par de cuchilladas hacia las costillas de Hayato. El cual repelería con su espada larga, deteniendo a ambos bandidos, para después saltar hacia atrás mirándoles seriamente.

Yo, un mago de Fairy Tail, me encargaré de ustedes.

Diría mientras que su espada Ookami comenzaría a brillar de forma dorada, cargándose un 40 porciento. Cosa que dejaría impactado a los bandidos ya que no sabían mucho sobre magia.

Vamos, escoria.

Diría para así saltar contra ellos dando una tajada horizontal, golpeando las piernas de estos, para dejarlos hincados. Mirándolos fríamente sin temor a matarles.

Ustedes, ¿Son felices destruyendo una familia?

Preguntaría mientras que sostiene su espada de forma vertical a punto de cortar sus cuellos. Mientras que su espada estaría cargada un 80 porciento.

Mirando los ojos de aquellos bandidos, los cuales estarían al borde de llorar, Hayato seguiría con su mirada fría, mientras que la espada seguiría esperando cualquier movimiento para así cortar cabezas, sintiendo que alguien se aproximaba detrás de Hayato, este golpearía las piernas del bandido que parecía estar inconsciente, para así tener la carga completa en su espada Ookami, mientras que se quedaría mirando a los bandidos. Los cuales comenzarían a decir que la culpa de todo la tenían las personas que no querían contratarlos para trabajar y que ellos trabajaban para alguien más.

Bien, eso ya no me importa ahora, es tiempo de su juicio.

Lanzaría la ráfaga a un punto donde no hubiese nadie, para mostrar el poder de su espada, haciendo que deje una perforación en el suelo, cosa que dejaría temblorosos a los bandidos, y pidiendo perdón.

Los llevaré con las autoridades.

Amarrando a los ladrones de las manos, Hayato tomaría al niño mientras que hace caminar a los ladrones para así llevarlos a la ciudad más cercana y dejar que las autoridades se hagan cargo de ellos.

Bien niño, hora de ir a casa.

Tomando al niño de un brazo lo llevaría hasta su hogar, donde sus padres en cuanto lo vieran le darían un abraso y lo llevarían a su cama, ya que había caminado por mucho tiempo y necesitaba descansar, mientras que Hayato simplemente vería la escena de los padres abrazando a su hijo, le recordó que él no tubo ese tipo de acercamiento con sus padres ya que este los había perdido desde muy joven.

Ehm... espero que no vuelvan a perderlo.

Diría mientras que miraba a los padres, para después cambiar su mirar a otro lado, para así recibir una respuesta positiva a lo que acababa de decir, para así después dar un suspiro y salir de esa casa, para dirigirse hacia su gremio.

Hm... Silver, sé que lo que vimos, nos dará recuerdos puede que buenos o puede que malos, pero tenemos que vivir a como de lugar.

Diría mientras camina con su amigo canino a su lado, en dirección al gremio Fairy Tail.