Prueba de Voluntad (Tali X Jerico)

Alguien ha enviado esta mision, es alguien conocido para algunos, pero no ha querido que dieramos su nombre, ni el contenido de la mision, por lo que es una mision totalmente en blanco, solo podremos decir que alguien los estara esperando en los bosques.

el bosque es la zona mas extensa del continente, se extiende por miles y miles de hectareas, en este sitio han tenido tantos enfrentemiantos por la paz y la justicia los diferentes gremios y heroes...
sobre un arbol un joven esta sentado mientras mira el horizonte sobre este mismo arbol antes mencionado.
mas su atencion se ve interrumpida por la intempestiva entrada de un nuevo personaje a este pacifico lugar
-oh...eres tu...sinceramente me alegro de verte...- comente mientras seguía sobre mi árbol, en ese momento di un salto y cai junto a ella mientras mi espada también hizo lo mismo y se incrusto fuertemente a mi lado

Spoiler:

Había tomado esta aventura inmediatamente después de aquella cacería de arpías en la isla. No había más datos de la misión ni nada, ni siquiera quien la envió, pero aún así era muy interesante saber que me lanzaba hacia lo desconocido. Y siempre, con Yuesville a mi lado. -Bien, ya estamos aquí.-
Aunque debía admitir que el bosque no era precisamente uno de mis sitios favoritos, demasiado verde y muy muy húmedo, no me gustaba para nada; eso, sin contar la cantidad de bichos pequeños (y no dudo que algunos enormes) rondando por ahí, acechándome, buscando mi carne.... ok, eso tal vez no, pero igual los odiaba. Pero bueno, ya estaba aquí, así que entre más pronto terminara esto, mucho mejor. Avancé por entre el vasto musgo que cubría el suelo del bosque, cuidando a la vez no tropezarme con alguna roca o terminar vagando en círculos por haberme perdido. Y solía suceder, no digo que no, pero esperaba que esta no fuese la ocasión. Máxime si se trataba de una misión tan importante, la cual quería completar para poder tomar otra tan pronto me fuese posible.
Pero al llegar a mi destino, no pude evitar sorprenderme al darme cuenta de quién sería mi "acompañante". Jerico Junkers, el chico que había conocido en el barco que nos había llevado a la isla. Su saludo me sorprendió, pero le sonreí al verlo: -Hola, es un gusto verte... ¿Así que de nuevo somos compañeros, eh?-Le dije, aunque en ese momento, Yuesville solo se limitó a gruñir mientras lo veía.