Los Caballeros de la Mesa Cuadrada (Misión E)

Ya era oficialmente una maga del Gremio de Lamia Scale. Por fin había llegado tras mi ardua caminata y la pequeña lucha que había tenido con esos tipos del bosque nada más conocer a Savy. Nada más abrir la puerta fui recivida calurosamente por los que ahora en adelante serían mis compañeros de Gremio. ¡Hasta conseguí mi sello! Esto era impresionante, el ambiente era tan cálido... Ahora entendía porque mi maestra me había dicho que entrase al Gremio. Empezaba a creer que podría llegar a amar este lugaar y ser merecedora de ellos.

Algún otro hubiese empleado su tiempo en conocer más a los demás, pero yo lo primero que hice fue coger mi primera misión. Debía ayudar en una obra de arte. La recompensa era aceptable y a mi me encantaba la idea de aparecer en un escenario. Ser una estrella, que la gente estuviese pendiente de mi... Si, esta misión sería para mi costase lo que costase. La obra sería un exito, yo me encargaría de ello.

Y aquí estaba después de haber decidido aquello, en Magnolia, más exactamente delante del teatro en donde debía representar mi papel. Llevaba todo lo necesario: ropa, sompreros, maquillaje... Mi mochila pesaba, pero que más daba. También había traido cosas para Noche, quien no parecia muy a gusto con eso de subir a un escenario. En todo el camino se había estado quejandose sobre que ya podía haber escogido otra misión menos estúpida que esta y más acorde con nuestro poder. No le hacía caso, nadie me quitaría las ganas que tenía de participar en esto. Siempre quise ser la estrella y hoy podría cumplir aquel sueño.

- Lalala, mimimi, rerere - empecé a calentar mi voz para la actuación mientras esperaba a quien quiera que hubiese aceptado también aquella estupenda misión junto a mi.

No tenía mucho que había vuelto al gremio de una misión estupenda, así que me dirigí rápidamente al tablón de las misiones para escoger una, al llegar allí me quede sorprendo ya que las pocas misiones que quedaban eran de una paga minoritaria, así me que de pensando por cual me iba a decidir, escogí una en la cual teníamos que hacer una obra en un teatro y me puse contento.

Raión: de que te ríes Ken, te noto muy feliz que es lo que pasa.

Ya tenemos nuestra próxima misión y en esta mi querido Raión vamos hacer famosos ya que en esta misión realizaremos una obra, por fin voy a cumplir mi otro sueño ser un verdadero artista, ya me veo con el traje de un gran caballero rescatando a una hermosa princesa que dices Raión.

Raión: tu estas loco si acabamos de llegar de una misión y ya quieres ir a otra, es que no pretendes descansar, porque yo en realidad estoy agotado, tu no.

Okey descansaremos unas horas y luego saldremos a la misión. Dos horas después salimos hacia la estación de tren para poder llegar a la ciudad de Magnolia, la cual era nuestro próximo destino. Al llegar a Magnolia nos dirigimos al teatro por fin Raión ya estamos aquí esto es un sueño, y fue ahí donde nos encontramos con una chica vestida de negro la cual parecía muy contenta, y le digo hola soy Ken Moris y mi compañero es Raión somos magos del gremio de Cait Shelter y hemos venido para la obra y tu jovencita.

Y ahí estaba, el mago que haría conmigo esta fascinante obra de teatro. Lo miré de arriba abajo, imaginandomelo en una reluciente traje de caballero con su arma en mano y a lomos de un caballo. En cierta medida le pegaba. Así que decidí darle por aprovado mi pequeña prueba.

Volviendo a la realidad le dediqué mi mejor sonrisa, la más luminoso y la que conseguí, según solía decir mi maestra, que los hombres perdiesen la cabeza por mi. Era una maga, si. Era una guerrera tambien, pero aún seguía siendo mujer y me gustaba sentir admirada por los hombres.

- Encantada de conoceros, Ken y Raión. Mi nombre es Nyx y mi compañero, el que esta en mi hombro, es Noche. Los dos somos magos de Lamia Scale y, así como vosotros, hemos venido para actuar en la obra- dije a modo de presentación. - Espero que pronto aparezca el responsable para comenz...

En ese momento vi aparecer la cabeza del que debía ser el encargado de la obra por la puerta.

- Buenas, señor, somos los magos del Gremio. Hemos venido por la obra. Si pudieras darnos nuestro guión e indicarnos donde estan los camerinos podría empezar en cualquien momento - le dije, apenas conteniendo mi alegría por ver cada vez más cerca mi salto al escenario. Sería grandioso.

Para mi es un placer conocer a una joven dama como usted tan hermosa con unos ojos verdaderamente cautivadores - dije en forma de conquista, y a tu compañero también es un placer conocerlo.

Y la mire y por unos minutos me quede pensando en lo hermosa que ella se vería con un vestido de princesa puesto, así como en los cuentos de hadas suspire y volví en si, por donde estará el hombre que nos ha solicitado para la obra espero que no tarde, para que demos inicio a los ensayos, para poder llevar acabo la obra.

Raión: por lo que veo estas muy emocionado y no deberías de estarlo, tanta alegría por una obra.

Eres todo un aguafiestas no te preocupes que tu también vas actuar en la obra y no vas a negarte. De repente se asoma un hombre en la entrada y le decimos que somos los magos que el a contratado para llevar a cabo la obra, así que ya puede darnos los guiones.

- ¿Guión? - nos dijo - No hay tiempo para esas pequeñeces. Debeis apresuraros a cambiaros de ropa, pronto comienza la actuación y no hay tiempo que perder - empezó a meternos prisa mientras nos indicaba que le siguiesemos adentro.

Me quedé boca abierta. ¿De verdad que no teníamos ningún guión? ¿De verdad que esto se basaría en nuestra improvisación? Eso podría ser algo bueno o malo. Podría salir todo de perlas o ir de capa caida. Todo se basaba en nuestra suerte y habilidades para la improvisación. Esperaba que yo los tuviese hoy junto a mi los dos.

El hombrecillo nos dejó en un camerino bastante grande donde había todo tipo de vestuario y atrezo que pudiesemos necesitar.

- Bueno, preparaos. Ya volveré cuando esteis preparados - nada más decir aquello desapareció.

Noche se encogió de alas mientras murmuraba algo asi como: "ya sabía yo que no era una buena idea coger esta misión". No le presté atención, me avalancé a por la ropa, tanto a por la mia como el que le pondría a él. Cuando me hice con un vestido para mi y vi una armadura plateada miré al apuesto mago.

- ¿Qué te parece esto? Creo que te quedaría muy bien - le dije mientras intentaba imaginarlo con él puesto -. Por cierto, estaba pensando en hacer a mi compañero Noche el malo de la obra, así como como mi Rey Serpiente o los murcielagos de sombra que creo con mi magia. Ya sabes, al ser negro, hecha de sombras y todo eso quedaría muy bien en el papel. ¿Qué te parece?

Pues yo me quede sorprendido con lo que el hombrecillo nos había dicho, por que no hay ningún guion para hacer la obra, esto de improvisar no es lo mío pero que se puede hacer. Dime Raión que opinas de esto.

Raión: pues que te digo, yo te apoyo en lo que has dicho ya que no somos muy buenos improvisando las cosas.

Llegamos a un camerino con muchos disfraces y atuendos, pero realmente no me llega nada a la mente sobre lo que vamos a dramatizar, y es cuando veo a la joven maga que coge un hermoso vestido de una caja y luego me mira una armadura y me refiere que me quedaría muy bien para que me vista de un honorable caballero, realmente ya me estaba imaginando vestido con esa armadura.

Pues que ya tenia un vestido en mano y yo una armadura le propongo a Raión que se disfrazara de un dragón, para que fuese el malo de la historia, ya que el podía lanzar fuego.

Raión: dime porque yo tengo que ser el malo de la historia, además yo soy muy pequeño para llevar un disfraz de un dragón.

Si ahora que lo pienso es verdad pero que vamos hacer entonces.

Empezamos los preparativos. Vistiendonos como más nos gustase, adecuandonos con los papeles que nosotros mismo teníamos en la cabeza puesto que no teniamos otro punto de partida al que recurrir. Allí teniamos una princesa, un caballero, un dragón y...

- ¿Y tu que demonios haras, Noche? - le pregunté - Y no me digas que nada. Porque todos tenemos que arrimar el hombro en esto, ya has dormido lo suficiente para el resto del día. Asi que dime.

- ¿De verdad que esto es necesario? - me preguntó a su vez, no muy contento con la idea de participar en esto -. ¿Y si me limito a las luces y lo demás?

- No, señor, eso puede hacerlo cualquier otra persona, como el director. Tu iras dentro del dragón también - mire a Ken con una sonrisa -. Eso solucionaría el problema del gran disfraz al ser dos y el dragón podría volar, dandole más realismo. ¿Que me dices?

Estaba espectante, no podía esperar al puesta en escena. Todo saldría a pedir de boca, eso creía yo y así quería que ocurriera. No dejaría que nada ni nadie me arruinara el momento. Además, pensé con una pícara sonrisa, sería muy gracioso ver a Noche disfrazado, pese a la bronca que me esperase después. Esto prometía gran diversión.

En ese momento algo me dijo que el director aparecería pronto, exigiendo que empezasemos a actuar. Basandome en lo que había visto no me extrañaría para que nos lanzase al escenario sin ningún ensayo previo. Si no nos había dado guión, ¿qué más no podría hacer ese extraño tipejo?