Misión de Rango E: "No hay plan B"

Llego caminando al sitio, con mis manos en los bolsillos.

Parece que por aquí es donde debo impedir .... un casamiento. Es un poco raro ahora que lo pienso. En fín...

Digo mientras camino por el lugar, niños pasan corriendo por mi lado, el clima parece agradable, soleado, una suave brisa, familias de picninc y gente con sus mascotas y sus hijos.

Qué lástima tener que destruir esto. Digo sonriente, pero resignado.

Finalmente, llego al centro de una plaza, hay mucha gente con traje, hay mucha comida y un muchacho parece ser el novio, un joven bastante sonriente, tal vez de felicidad, tal vez de nervios, quién sabe.

Debe ser aquí. Digo observando.



Comienzo a caminar, mezclándome entre la gente, algunos me desconocen seguramente, trato de pasar desapercibido, el sombrero tapa todo menos mi boca.
Cuando ya estoy cerca del joven...

Zori!, Zori amigo, así que te casas eh? jaja felicidades

Los novios habían elegido un día perfecto para su casamiento, la suerte estaba de sus lados. Sobre todo porque habían decidido hacerlo al aire libre, con el despejado cielo, el suave pasto y el color de las flores de testigos, además de los invitados. El aire transmitía un olor a triunfo, a felicidad, el amor rondaba por la plaza central de Everestia, los novios eran bendecidos. Y pensar que hace solo unas horas todo aquello era un total desastre, gracias a unos cuantos magos de Tártaros que irrumpieron en los preparativos del matrimonio de los hijos de dos de las familias más poderosas de Everestia.

Pero habían contratado a otros magos para que sus sueños se hicieran realidad. No eran de una clase muy alta, de hecho ambos eran clase E, pero la inteligencia e ingenio de la chica y los contactos y velocidad del chico los hacían parecer un par de grados más altos, ya que habían logrado llevar adelante aquel matrimonio. O eso pensaban hasta ahora.

El novio, que no solo se encontraba nervioso sino un poco hipnotizado por tanta felicidad y colores, no se dio cuenta de que el chico verde con traje que le saludaba era un desconocido, sino que le abrazó amistosamente como si lo conociera de toda la vida, junto con una risa nerviosa.

~Si si, y pensar que hace unos pocos días estaba comentando lo genial de ser soltero jaja, ¡Pero vale la pena!

El novio se apartó a la hora que logró ver a un mayordomo que llevaba pastelillos de limón, al parecer al chico le calmaba el dulce, y aún faltaba una hora a que llegara la novia y la ceremonia se formalizara aún más.

~Disculpe, ¿Cuál es su nombre?

La voz procedió de una chica rubia de cabellos largos en cola de caballo, y unos cuantos mechones le caían sobre la cara. El joven de Tártaros le llevaba más de 20 centímetros en estatura, pero no por eso los ojos color violeta de la chica se vieron intimidados, o por lo menos eso parecía detrás de las grandes gafas que cargaba. En las manos cargaba una de esas tablas de tomar nota, y en la mano con la que sostenía la pluma se podía ver con claridad el sello de Blue Pegasus. Al parecer, ella era una de las chicas con la misión encargada de que la boda saliera adelante, el obstáculo principal del joven Hazama.

El muchacho sin siquiera verme a la cara, se adelanta abre sus brazos y me da un fuerte abrazo y dice unas cuantas palabras rápidas y con una voz temblorosa. Luego de eso, se aleja rápidamente y se dirige a tomar unos pasteles.

Tras recibir el saludo del novio quedo un poco extrañado.

Vaya... no me esperaba eso, rayos jaja Pensé asumiendo mi error, tras no conocer la personalidad del joven.

Luego una muchacha tras mi espalda dice unas palabras, lo primero que veo es su sello de Blue Pegasus, luego abro levemente los ojos, miro el libro y entonces digo.

Soy Nick Taven, amigo del novio... y tú eres?

digo fijando mi vista en los ojos de la muchacha. Pongo mis manos en los bolsillos, luego del abrazo del novio, ya que no había recuperado mi típica postura aún. Siempre con una leve sonrisa.

La chica escuchó inexpresivamente el nombre del chico peliverde, examinando su vestimenta y su rostro. Al parecer con la mirada no encontró nada fuera de contexto, ya que el joven Hazama utilizaba una vestimenta considerablemente acorde a la ocasión, pero no se limitó a solo verlo, sino que comenzó a escudriñar la tabla de notas que tenía en las manos, levantando un par de hojas hasta localizar lo que andaba buscando, apuntando con el dedo la lista.

~Nick Taven...- levantó la vista a la vez que dejaba caer las hojas rectas sobre la tablilla -Su mesa es la número 4, señor, debe ubicarse en ella antes de que llegue la novia para proceder perfectamente.- ignoró completamente su pregunta.

La chica se dio la vuelta y se fue. Al parecer estaba haciendo un registro de los invitados, quién sabe, y por suerte el nombre que había dado el mago de Tártaros si se encontraba allí, o quizás no fuera solo suerte. Igual el chico debía actuar rápido, la suerte no era para siempre.

El ruido de uno de esos amplificadores mágicos resonó en la plaza. En un pequeño escenario con un pedestal de discursos se alzaba un hombre alto, con unas cuantas canas en su cabello peinado hacia atrás, un fino bigote entre gris y negro y un traje negro de tela finísima. Se trataba nada mas y nada menos que del padre de la novia, Iroh Tyrell, el dueño de uno de los ferrocarriles de la estación de trenes de Blue Pegasus, conocido en el mundo de la economía.

~¡Buenas tardes, queridos invitados!- la voz resonaba fuerte, tanto directamente del hombre como de los amplificadores mágicos -Antes de comenzar la ceremonia quiero dar unos cuantos agradecimientos, por favor, tomen asiento...

Los invitados comenzaron a organizarse en sus sillas y mesas correspondientes, aquellas que les había señalado la chica de Blue Pegasus. El ohombre comenzó a nombrar uno a uno las personas invitadas reconocidas, haciendo que se levantaran de sus asientos e hicieran una reverencia en su lugar, cortesías de millonarios, quizás.

~Aah, y el joven Nick, Nick Taven, siempre tan amigo de mi hija... ¿Dónde está?- comenzó a buscarlo con la mirada.

Evidentemente el chico de cabellos verdes no era al que estaba llamando este reconocido empresario, por lo que no tardarían en darse cuenta de que era una de las personas que sobraba en la ceremonia. Debía actuar rápido.

Tras las palabras de la muchacha, trato de ver lo que busca en sus notas, sin embargo no logro ver nada. Finalmente me indica que estoy en la lista y además, un lugar y se marcha.

Estoy en la lista... Esto hace rato que me parece extraño. Además... Nick Taven, de donde habré sacado ese extraño nombre? jaja, improvisa o muere supongo.

Me dirijo caminando a la mesa, está entre las primeras filas, lo cual es extraño para mí, al parecer Nick es alguien importante, pues la mesa está rodeada de ancianos con un look bastante estirado. Parece gente importante.

Luego todos se quedan en silencio y un hombre se para frente a un micrófono, tras lo que dice puedo comprender que es el padre de la novia. Cuando depronto...

~Aah, y el joven Nick, Nick Taven, siempre tan amigo de mi hija... ¿Dónde está?

Jooooo?... fuck

Escucho atónito el llamado del hombre, quien comienza a buscar con la mirada al famoso Taven

Rápidamente realizo una de mis magias, creo una cadena por debajo de la mesa, sigilosamente, aprovechando que todos miran al hombre en el micrófono y aprovechando, también, los manteles enormes que tienen las mesas, los cuales las cubren completamente. Aprieto con la cadena una pata de una silla y la boto. La silla era de una mujer gorda que se encontraba unas 2 mesas hacia el costado de la mía, con eso, la mujer cae al piso, generando un gran revuelo y la pata de la silla se rompe.

La gente buscaba con la mirada al familiar rostro del fulano Nick Taven, y comenzaba a preguntarse quién era aquel chico del sombrero y del cabello verde, y el por qué estaba ubicado en medio de una mesa llena de amistades de la novia, si ser siquiera conocido. Incluso la chica de Blue Pegasus había levantado la mirada hacia la mesa donde se supone que se había sentado Nick Taven. Pero el mago de Tártaros había sido listo y, en cuanto cayó la señora proporcionada en el suelo, soltó un grito algo escandaloso, y comenzó a dar quejidos de dolor, como casi toda señora gorda y rica exagera.

La atención de casi todos se desvió a la señora gorda, que hacía un drama por levantarse y lanzaba maldiciones y grito una y otra vez, a la vez que halaba los brazos de quienes le ofrecían ayuda, pero al fin y al cabo volviéndose a caer. Sin embargo, la chica de cabellos rubios no había apartado la mirada del mago de tártaros y había llamado junto a ella a otro chico, éste de cabello negro azabache y piel morena, con el logo de Blue Pegasus en una de sus mejillas. La chica se acercó en seguida al mago de tártaros.

~Disculpe, ¿Su invitación?

Parecía desconfiada, aunque el chico moreno mas bien distraído con la señora que aún no se levantaba, riendo por lo bajo. El chico ya estaba en problemas, o eso parecía. Y aún faltaban 30 minutos para que llegara la novia. El hombre que estaba en el estrado se aclaró la garganta en el micrófono, y se arregló el corbatín.

~Que... Ehm... Que continúe la ceremonia.-

Hizo una señal a los músicos para que comenzaran a tocar, y el hombre se bajó a trompicones. Al parecer la señora que había derribado era su esposa, o su hermana, por la forma en la que intentaba ayudarla.

Comienza la música, la gente se pone de pié, conversan entre ellos, beben ponche, comen algunos bocadillos, etc. La muchacha que hace un momento me interrogó se acercó a mi y me pidió mi invitación, pero con toda la gente en movimiento, le era difícil permanecer en el sitio.

Un grupo de personas que se preguntaban quien era yo estaban reunidas en un pequeño grupo, del cual, un joven muchacho sale y se me acerca.

Hey, amigo, no te había visto antes, ¿Por qué no te tomas un trago con nosotros para conversar un momento? Dijo amigablemente, entonces, me acerco a él sonriente, pasando por el lado del nuevo muchacho de Blue Pegasus, al cual había visto pero había fingido no verlo, paso mi brazo por los hombros del hombre que me llamaba como si fuésemos amigos de hace unos años y caminando nos alejámos del sitio.

De pronto, nos alejamos, el tipo queda estático y le hago una seña de que me espere.

Ya vuelvo, espérame aquí

Me acerco al novio sujetando mi sombrero y le digo:

Oye futuro esposo, ¿podrías presentarme con tus amigos de allá? Digo mientras me acerco al novio y lo sujeto levemente del antebrazo.

La chica rubia de Blue Pegasus intentaba mantenerse cerca del mago con sombrero, pero entre el ajetreo de la gente alrededor y el chico evadiendo era casi imposible, y nada le ayudaba el chico moreno, el que se supone que era su compañero. Sólo por distraerse un momento la chica perdió al mago sospechoso, o por lo menos que a ella parecía. No hizo ademán de emoción, más que arquear una ceja.

Unos cuantos amigos del novio llamaron al chico mago de tártaros, quizás por gesto de amabilidad, o solo por la curiosidad de saber quién era ese "invitado". Al ver que el mago infiltrado accedía tan naturalmente, no sospecharon nada, sino que continuaron bebiendo y riendo con comentarios sobre la soltería y las mujeres, moviéndose por la sala. Al quedar estáticos, el chico que habían invitado al grupo se alejó, pero al parecer ninguno de los presentes se había dado cuenta, solo siguieron riendo.

El novio dio un respingo cuando sintió que lo tomaron del antebrazo, el nerviosismo por el evento lo hacía parecer hasta neurótico, era completamente natural en eventos de aquella magnitud.

~¡Claro, claro!- sonrió nerviosamente -Pensé que este evento iba a ser un poco mas exagerado, jajaja, al fin y al cabo las organizadoras siempre son así... Disculpa, ¿Cómo te llamabas?- se rascó un poco la cabeza -Soy un maleducado, joo...

Pero enseguida llegó corriendo una chica de un vestido verde y un peinado sumamente formal, y comenzó a halar al novio del otro brazo, desesperadamente, mientras jadeaba al correr en zapatos altos.

~¡Zori, ya está llegando la novia! ¡Vamos, al estrado, rápido!

~Mierda, ¡¿Tan rápido?!- se dirigió rápido al mago de cabello verde -Disculpa amigo, comenzará lo grande...

El chico siguió a paso rápido a la chica del vestido verde, en pocos minutos se daría por consumado el matrimonio. Si el mago de Tártaros no hacía algo al respecto rápidamente, fallaría la misión.

El chico se voltea y me responde, luego menciona que no recuerda mi nombre.

Oh, vamos, soy Nick ¿Ya no te acuerdas? Digo sonriendo de forma maléfica y mirándolo a los ojos fijamente.

Antes de que el muchacho reaccione de cualquier forma, lo abrazo súbitamente por debajo de su chaqueta, encima de la camisa.
Mientras avanzo para abrazarle, al mismo tiempo digo en voz alta.

¡Déjame felicitarte amigo mio!

En el momento en que lo abrazo, con mis cuchillos le apuñalo por ambos costados de su torso, en los sectores de los pulmones, y los cubro con mis guantes, con la chaqueta y con mis propias manos.

No saco los cuchillos, ni tampoco dejo de "abrazarlo", para que no comience a salir la sangre, con mi hombro cubro el rostro del novio, de modo que nadie podría notar, a primera vista, que lo que está viendo no es un abrazo, sino un asesinato.

Sin embargo, aunque el mago de Tártaros empleara gran fuerza en mantener al novio quieto y sin sangrar, este no podía evitar moverse agonizante o por lo menos las piernas, asentando un par de débiles patadas al mago peliverde, justo antes de toser una gran cantidad de sangre junto con su último aliento de vida, manchando toda la espalda del saco del mago. El peso del cadáver que hace unos minutos era uno de los protagonistas de aquella boda se tendió todo sobre los brazos del mago de tártaros, rompiendo por gravedad parte de su piel al dejarse caer, saliendo unas pocas gotas de sangre del esmoquin blanco, en la parte que el cuchillo del peliverde había dejado de cubrir.

La chica que había llegado miró atónita, tardó en darse cuenta de qué había pasado. Pero en cuanto el shock del momento comenzó a reducirse apenas, la mujer gritó, gritó como si ella hubiera sido la víctima, y corrió a trompicones alejándose del lugar del crimen.

~¡UN MONSTRUO! ¡ES UN MONSTRUO! ¡LO... LO MATÓ!- se tapaba el rostro lloroso y alterado con ambas manos.

Aunque el mago de tártaros se hubiera encargado de que la mujer se silenciara, el grito que ya había lanzado había bastado para llamar la atención de los otros invitados. Todos voltearon a ver hacia el lugar de donde había salido la chica, y algunas personas la rodearon preguntando qué sucedió, ella no hacía más que llorar y balbucear. Algunos curiosos querían ir hacia donde había salido la chica, pero enseguida vieron el escándalo, los chicos de Blue Pegasus actuaron.

El chico hizo crecer un muro de arbustos desde el suelo de unos 5 metros, bloqueando el paso hacia el lugar de donde había salido la mujer del vestido verde. La chica de cabellos rubios sacó un avión de papel en su bolsillo, el cual al caer al suelo se volvió lo suficientemente grande para que entraran 2 personas. Se subió junto al chico moreno, su compañero, y volaron sobre la valla hasta ver dónde se encontraba el mago de traje negro. Bajaron de un salto del vehículo de papel, éste volvió a la normalidad y la chica rubia lo devolvió a su bolsillo.

~¡Sabía, sabía que era un mercenario!- Gritó el chico moreno señalando al mago de tártaros.

~Silencio, Gombu, que ni atención le prestaste...- la chica parecía más serena, en su rostro no había un rasgo de expresión -Disculpe, señor, pero debemos recordarle que el asesinato es un delito, y debemos retenerlo hasta que lleguen los representantes de ERA.

La chica no tardó nada en lanzar uno de sus trozos de papel al suelo, y justo antes de que éste creciera y tomara forma el chico moreno lo envolvió entre lianas que salían desde un sello mágico en el suelo, formando una especie de cañón de papel sujetado con las lianas del chico, que este podía mover a voluntad. La chica sacó otros dos trozos de papel de su bolsillo, los cuales en sus manos formaron un par de dagas largas, y se abalanzó a una velocidad increíble hacia el chico mago de tártaros.

Luego de apuñalar al joven, tengo que reconocer que su rostro de impresión. Una mezcla de tristeza, impotencia, resistencia y enojo, me dieron un poco de pena. Con su abrazo agradable la verdad es que no quería matarlo, pero bueno, misiones son misiones.

Para mi sorpresa, mis habilidades no fueron tales, el cuerpo tembló de todos modos, el joven se esforzó igual y aunque lo contuve sin problemas, su muerte y la sangre fueron muy notorias.
Una mujer comenzó a gritar, pude matarla, pero era inútil, ya había dado la alerta.

Rápidamente suelto al joven y antes de que haga algún movimiento mayor, una especie de nave de papel se ubica frente a mi, la cual luego se hace pequeña y aparecen los dos magos de Blue Pegasus.

La chica, fría y seriamente dice:
-Disculpe, señor, pero debemos recordarle que el asesinato es un delito, y debemos retenerlo hasta que lleguen los representantes de ERA.

Entiendo que sea su trabajo chicos, pero no puedo permitir eso, lo siento, propongo evitar el conflicto y que me dejen marchar, ya cumplí mi misión.
Digo ajustando mi chaqueta, afirmando mi sombrero y guardando luego mis manos en los bolsillos.

De forma impresionante, la muchacha hace un cañón de papel, el joven lo toma con unas plantas, las cuales, también reconozco más atrás en donde cierran la salida y la entrada.
El cañón parece tener movilidad y ser controlado por el joven.

La chica tomó un par de papeles y se hizo dos dagas, luego se lanzó sobre mí.

Bueno, supongo que no les ha gustado mi idea.

Digo sonriendo, mientras doy un paso hacia atrás y saco un cuchillo mio mientras que la otra mano sigue en el bolsillo y miro hacia el sector donde están los dos magos.

La joven de cabellos rubios continuó corriendo a gran velocidad hacia el mago de Tártaros, y a último momento lanzó las dagas en el aire, una hacia la izquierda y otra en sentido contrario, tal y como un arco lanza una flecha, y casi a la misma velocidad se lanzó por el suelo deslizándose, levantando una que otra hoja de pasto hasta estar debajo de su objetivo, y levantando una patada buscó pegarle en el centro del pecho, buscando alzarlo en el aire.

~¡Ahora!

El chico disparó el cañón con una precisión inmensa hacia donde debía estar el mago, lanzando una especie de semilla gigante y negra desde éste, a una velocidad inmensa a pesar de su gran tamaño, aproximadamente el mismo que una sandía. La chica se reincorporó de un salto hacia atrás, y de su bolsillo esta vez sacó una espada mediana, muy delgada y ligera, similar a un florete de esgrima, pero quién sabe si cortante o no. Se colocó en guardia, con la espada estilizada en la mano derecha y la mano izquierda haciendo contrapeso, en la espalda.

El disparo resonó hasta después del muro de arbusto que habían colocado. Esto causó impresión entre la mayoría de los invitados, al igual que murmullos nerviosos provenientes de grupos reducidos, e incluso el de allá para acá de la mayoría de los invitados,sobre todo del padre de la novia. La co-protagonista de aquel espectáculo ya había llegado, y el novio aún no aparecía. Al parecer, la mujer que había sido testigo del asesinato del novio no había sido capaz de hablar aún.

La muchacha avanzó rápidamente, pero yo me encontraba impulsándome hacia atrás, repentinamente la muchacha casi de forma inexplicable lanza una especie de flecha hacia mi, ante lo cual salto, intentando esquivarla, pero la chica lanza una patada ascendente intentando alcanzar mi pecho. Al ver que viene con su patada, pongo mis pies sobre los mismos pies de ella y me envía hacia arriba, luego da una señal y el muchacho diestramente me dispara una semilla con el cañón.

Van bastante en serio, al parecer yo también deberé hacerlo...

Una de mis serpientes se dirige rápidamente a la muñeca de la muchacha, la cual para ese entonces manejaba una especie de espada muy estilizada.
La serpiente sujeta y daña la muñeca de la maga y me impulsa fuertemente hacia ella, esquivando el disparo.

A medida que voy bajando rápidamente saco con una mano uno de mis cuchillos y lo choco con su espada mientras que pongo un pie sobre su muñeca dañada, mi otra mano y pie están por el momento desocupados, sirviendo para equilibrio.

La chica intentó esquivar la cadena con cabeza de serpiente con un salto hacia atrás, pero el mago de tártaros fue mucho más rápido, e incluso de alguna manera la inmovilizó, o por lo menos todo el brazo derecho. La chica lanzó un grito con gesto de dolor, ya que la mordida de la serpiente le estaba atravesando ya la piel de la muñeca, y el peso del mago estaba a punto de romperle el brazo.

Pero la semilla que había lanzado el chico, al alcanzar el punto en el que debía impactad al mago de tártaros, se abrió y de allí salieron unas 7 lianas similares a tentáculos, y se dirigieron directo hacia el mago de tártaros. Alentó el movimiento de la semilla, y tan solo dos tentáculos llegaron a alcanzar al mago de tártaros, ambos en el brazo que estaba usando de forma de equilibrio.

~¡Lizzie!- gritó el chico, buscando apuntar el cañón nuevamente al mago de tártaros.

La chica rubia utilizó este momento de distracción para deshacer la espada, y con la otra mano volver a crear una daga y buscó liberarse intentando hacer un par de cortes en el dorso de la mano del mago. La daga se deshizo, quizás por la desconcentración, y lo único que se le pudo ocurrir a la chica de Blue Pegasus es lanzar a su oponente al cuelo utilizando la fuerza de sus propios brazos junto al peso de su adversario, tomando su antebrazo con la mano libre e impulsándolo hacia detrás, aunque aún tuviera clavada la cadena con la cabeza de serpiente.

AL golpear a la chica, logro ver como mi ataque surtió efecto en la muchacha que al parecer, su seriedad voló con su concentración luego de encontrarse en problemas.
El chico, haciendo una buena maniobra sujeta mi brazo de equilibrio con un par de lianas, ante lo cual intenta desconcentrarme para que la chica pueda escapar, sin embargo se encuentra abrumada y luego de unos pequeños intentos con su habilidad, cuando su magia se negó a ayudarle, la chica recurrió a su cuerpo y con sus brazos intenta arrojarme al piso.
En ese preciso instante en que sujeta mi brazo e intenta lanzarme a piso, la serpiente jala la muñeca de la maga y la aprieta con una sola y deducible intención: Romper.
La mordedura de la serpiente intenta romper la muñeca de mi oponente y además la jala hacia mi impidiendo que pudiese arrojarme. Mi pie desocupado se apoya repentinamente en el rostro de la muchacha, la cual se dirigía hacia delante por el impulso de mi serpiente, y yo la empujo hacia atrás desde el rostro con una fuerte patada con la suela de mi zapato, generando el principal impacto en el cuello y cervical de la joven.

Cuidado... Un descuido puede ser fatal

Susurro hacia la muchacha mientras con mi mano sujeto el cuchillo que nunca solté.