Casa de acampar equipo #4 [evento]

Escucho las indicaciones de la persona que nos convoco en la isla y en el siguiente momento abro un ojo para ver los nombres y la conformación de los equipos, sonrio al notar un nombre conocido y en ese momento me pongo en pie; sin pensarlo un solo segundo agito con fuerza mis manos y por acto de magia la armadura desaparece en la dimensión especificada, me quedo en una camisola blanca con unos vivos en color dorado y azul, dentro de esta una camisa que pareciera cota de malla y unos pantalones ajustados, finalizando mi atuendo con unas botas de piel hasta los muslos amarras a los mismos con ajustadas cintas, unas mancuernas del mismo tipo y un cinturón grande, no pienso mas que acercarme a la chica peliroja la cual no había notado ya que como fui de los primeros mi ubicación era la parte final de todos, antes de poder saludarla escucho lo que nuestro observador dice y solo me animo a sonreírle, sin mas caminar a la tienda y tomar su esquina esperando a alguien para extender la carpa mientras guiño pícaramente a Hada
-bien quien me ayuda a preparar esto?...-

traje usado:

Me acerqué a ver las listas sobre como iban a ir formados los equipos para dormir en las tiendas de campaña. Sonreí emocionada al encontrar en aquel listado a Jerico, la verdad es que no esperaba verlo ahí, pero había sido un golpe de suerte que nos hubiese tocado dormir... ¿Juntos?. Que cosas... estaba pensando miles de cosas para nada buenas, pero es que mi mente loca a veces viaja demasiado rápido. Sacudí mi cabeza para apartar esos pensamientos y me fui corriendo hacia donde estaba él, a punto de armar la tienda de campaña.
-Por supuesto, yo te ayudo.-Dije, mientras llegaba velozmente hacia él, sin poder evitar que con cada movimiento de mis piernas, mi bikini me jugara una mala pasada.

Bikini:

En un pequeño rato había observado ya rostros conocidos, mientras caminaba por la extensa arena para donde fuese que debíamos ir, a lo lejos reconocí a Kozu, claro, para que avisar a tu compañero que hay eventos así, pero lamentablemente, con todo el mar de magos ni una nalgeada había alcanzado a dar, pero por otro lado, un rostro conocido y requete de reconocido también se había aparecido, no era mas ni nada menos que el señor de los señores de la corte de la señoría, Mister Lavy, el cual como siempre poseía ese indiscutible yoquese para todo, esa actitud completamente característica de los miembros del clero mas grande, y la estirpe mas pura, del clan mas renombrado, y todo eso sin borrar su imagen despreocupadavagabunda.

- ¡Lavy! Mira que la pizzerías son pequeñas, aun que claro, evento de tan altas creces debía tenernos a los dos ¿No crees?... Por ahí también vi a Kozu... -

Fue lo que atiné a decir mientras, con mi actitud relajada de siempre le saludaba con el épico y misterioso saludo que sólo los celestes saben, y bueno, con celestes queda mas que claro que me refiero a los magos independientes, claro, celeste como el gran cielo que tenemos sobre nuestras cabezas, lo que refleja la inmensa libertad que poseemos, la libertad de escoger a nuestros compañeros y no estar reprimidos a una guarida, siendo el mundo nuestra guarida ¡El universo mas bien! Creando nuestros propios hogares y ayudando a los que nos da la gana, pero ahora no estaba en situación de reflexionar así.

Al rato ya, luego de despedirme de mi buen amigo, me encontré con lo que sería mi grupo, o eso creía, había un gorila con un palo en las manos, una gorila de senos exuberantes, una chimpancé pequeña algo alejada, un gran mono que era arrastrado por el gorila gigante... Aun que luego me fije que a un lado de ellos se encontraban un chico con armadura, una chica de melones rebotantes, una chica algo apartada del grupo clavando las estacas de la tienda en el suelo y un vago, aun que me hubiese encantado unirme a los monos, no creo que supiesen magia, así que me encamine donde los demás, para observar como dos de ellos, por lo visto estaban ocupados, otro, el cual debía ser el jefe, por el simple echo de estar sin hacer nada, por lo que decidí ayudar a la chica de cabellos negros a dar firmeza a lo que sería nuestra guarida, por lo que mientras me encaminaba, tome una piedra, para luego inclinarme a un lado de la chica, la cual se veía insegura con lo que hacía. Así que posando mi mano siniestra sobre su hombro diestro, dando a entender que yo lo haría, posee mi mano sobre las estacas.

- Déjame echarte una mano... Digamos que por lo menos en estas cosas soy bueno... Por cierto, soy Dango, mucho gusto chica de pelos negros -

Dije mientras sonriendo de manera agradable, utilizando la piedra a golpes certeros y firmes, comencé a clavar la tienda, la cual nunca me convencieron, claro, era mejor dormir en un árbol para mi, siempre era mucho mas acogedor, pero ni modo, una carpa no demoraba mucho en realizarse, sólo bastaba levantarla, asegurarla al suelo y ya.

Yu: No se ve muy segura...

- *Suspiro* Nunca me agradaron las carpas... Un árbol es mucho mejor -

Dije mientras me levantaba, ya terminado mi parte del trabajo para quedarme de pie, cruzado de brazos mirando la tienda, quién sabe, quizás si quiera entraríamos todos en ellas, mucho menos con... Mejor omito comentarios.

al empezar a escuchar el conteo de minutos que nos quedaban, sin descuidar ni un segundo la ayuda de Tali, asi como de inmediato notar a la nueva chica conocida para mi; el ultimo que falto apoyo en las maniobras pero no podía permitirme perder y asi dejando a Tali un segundo con las sogas, tomo una de las varillas y solo con mi fuerza la encajo, realizando un nudo rápido y asi en los cuatro lados; al canto de cinco minutos sin descanso casi di un salto por la chica que respondia al nombre de Lenalee
-lo siento...-
Dije mientras que solo con la presión de mi mano enterre las estacas casi las que le tocaba, termine de colocar mi gran aporte cuando el chico observador nos dio la orde, camine esperando a Tali mirándole con cierta seriedad y esperando continuar con la orden de hacer de nuevo equipo con la joven peliroja

El conteo de los cinco minutos seguía y pronto la orden de "se acabó el tiempo, Tali y Jerico busquen leña para la fogata" se hizo escuchar. Miré a Jerico, el mismo que me miraba y esperaba que me apresurase para ir al encargo que nos habían pedido. En fin... esto debía hacerse ya y rápido. Comencé a caminar a su lado, observando la playa y sus alrededores; sin duda este evento, por alguna razón, no dejaba de darme mala espina... el punto es que de todos modos había accedido venir y ahora me aguantaba. Tal vez debí pensármelo mejor. Apresuré el paso, dejando a Jerico ir tras de mí y por el camino, iba recogiendo pequeñas varas y arbustos secos que nos servirían para encender el fuego. Sin duda, la hierba seca y la leña que había estado bajo el sol, serían un agente de combustión demasiado rápido y si todo salía bien, aventajaríamos a los del otro equipo.

Off: Uso este Off para salirme momentáneamente del tema para postear en otro del mismo evento.

On:

Bien, todo había concluido, la cabaña estaba terminada, aun que realmente no tenía pensado ya dormir en ella, bastaba que cayese la noche para que fácilmente un grupo de animales derrumbasen la carpa, pero, ahora tenía otra cosa que hacer, buscar comida, que cosa más fácil, sólo era cosa de tomar mi arco y si quiera tomar una táctica de sigilo, bastaba ver algún ser comible, dispararle una flecha y ya, la cena estaba lista, así que sin esperar, ya que tenía ansias de salir a explorar, tome mi arco, mi caraj y a Yu, para luego comenzar a caminar, mientras Yu se soltaba e iba a buscar la maleta.

- Bien... Algún animal mediano y obeso bastará... Así que veamos -

Dije mientras en la caminaba, observaba a un ser que se veía carnoso... Si, un cubo de carne, mas o menos de mi tamaño, con cara y un parche en el ojo, claro, una flecha no bastó para derrumbarlo, es más, esta se introdujo en el mismo ser, pero tenía un defecto, y era que por lo visto no se movía... Quizás, así que la estrategia más notable, era dispararle en el otro ojo, ya ese ser listo, junto a otro grupo de los mismos cubos, se los dejé a la otra chica encargada de buscar comida, ya que algo se había dibujado en mis ojos, una montaña con una caverna bastante apetitosa, algo curiosa la isla, así que dejando los cubos de carne, me encaminé a ella.

Narrador:


-todo parecía ir bien ahora, los magos caminaban a la par todos, anhelando el momento en que sus vistas toparan con la cueva a la cual entrarían, sin embargo por unos segundos haruka se desvió hacia las otras carpas, anunciándoles a cada una de ellas que era el momento que todos hicieran acto de presencia en las cuevas justo para empezar una de las etapas del evento, la prueba de voluntad-

Yo…etto….disculpe….la prueba de voluntad esta por empezar…todos…sigan las instrucciones de sus líderes de equipo….y vengan….

-musito alto pero a la vez de ese modo tan dulce, tierno y tímido como siempre. Tan característico de la pequeña chica de mechones marrones.
Sus pasos dieron media vuelta dispuesta a marcharse y retomar su lugar con su grupo, pero se detuvo por cuestión de segundos, inclinando tan solo un poco su cabeza hacia un costado para volver a musitar-

Tengan cuidado y lleven lo que crean necesario….

-musito antes de que sus pasos se aceleraran, volviendo su vista hacia el frente mientras corría ahora por la arena hacia su grupo. El equipo uno….y posiblemente el más fuerte de el campamento-
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