Misión de Rango E: ¡Alma perdida!

Kallen Kozuki escribió:Misión: Alma Perdida
Descripción: En los alrededores del templo de la Isla Galuna se estan oyendo extraños ruidos, los nativos del lugar dicen que debe ser un alma en pena vagando por los alrededores, se pide a los gremios la investigacion de dicho fenomeno sobre-natural, siendo un alma penando deberá ser llevada de alguna u otra manera al mundo espiritual, y en caso de ser otra cosa tomar las medidas oportunas.

Recompensas:
Jewels: 1500
Objetos: Anillo protector (ofrece al portador un 10% de proteccion ante ataques del tipo oscuro)
Magos: 2 a 3. Deben ponerse de acuerdo quién se quedará con el anillo. [Caradryan, Tali y Alucard
Lugar: Isla Galuna

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Había escuchado que Tali había aceptado una misión para ambos, junto a un compañero que aún no sabía cual era, aún así me embarqué para ir directamente a la ciudad de Harujion primero, y con los jewels que tenía cogí unos víveres; más bien tan solo cogí agua y algo de comer mientras el segundo barco me llevaba a aquella Isla, sobre nuestro compañero no tenía ni la más remota de cuando aparecería y Tali me dijo que fuese yo primero, y eso hice. Al poco el barco que se dirigía a la Isla Garuna zarpó y yo dentro de este, me senté sobre la tarima del barco y me quedé ahí apoyando la espalda en una de las paredes que conducía a los camarotes de barco, me quedé ahí dormido, hasta que llegamos al puerto, donde me despertaron los marineros, agarré la bolsa que llevaba al lado y miré al cielo, hacía calor, qué asco, con lo que yo odiaba el sol. Salté desde arriba hasta llegar al puerto de un solo salto y comencé a caminar por este dirigiéndome al punto de reunión que me habían comentado, esperando tanto a mi amada como a aquel chico que dijeron que debía venir aquí para llevar a cabo nuestra misión.

Número aleatorio (1,10) : 8

Tenía que ir a una misión acerca de tratar de derrotar a una especie de fantasma para hacer que los habitantes del pueblo cercano pudiesen estar en paz. No tenía inconveniente, ya que iba armado con mis bastones, pero me preocupaba el hecho de que fuese con un par de magos independientes, ya que no los conocía de nada excepto sus nombres por la solicitud de la misión: Alucard y Tali. Tendría que apañármelas como pudiese mientras hacía el trabajo, pero esperaba que fuesen de ayuda al fin y al cabo.

Me dirigí primero a la ciudad de Harujion, donde compré comida y bebida para la travesía en barco que tendría que realizar para poder llegar al sitio indicado, que estaba en la Isla Garuna. Me dejé mecer por la brisa marina mientras iba en la travesía, hasta que llegamos al puerto, donde hacía un poco de calor, aunque no demasiado. Entonces vi a un hombre dando un gran salto hasta caer al suelo, para después andar hasta el punto de reunión. Yo me mantuve en silenció en todo momento, mientras me dirigía al punto de reunión. Una vez llegué y vi a aquel hombre decidí hablarle.

- Soy Caradryan, el mago de Blue Pegasus. Hagamos este encargo sin contratiempos. - Dije seriamente, mientras esperaba a que esa tal Tali apareciese en escena, para empezar a hacer la misión lo antes posible.

Número aleatorio (1,10) : 7

Había aceptado la misión en la isla Garuna para Alucard y para mí, aunque también se nos había sumado un nuevo compañero del que desconocía el nombre. La travesía en barco no fue ni tan mala pero tampoco excelente; la verdad es que a mí no me gustaba viajar así, sino recorriendo los terrenos por mi propio pie, no a bordo de un cuenco de madera que en cualquier instante podría hundirse. Durante todo el trayecto, estuve de aquí para allá, recorriendo el barco, en el extremo del aburrimiento, mientras que Alucard y Caradyan parecían indiferentes a mis movimientos. Sí, estaba nerviosa, odiaba los barcos ¿y no se enteraban? Como no llegáramos pronto, iba a estallar....
Al fin el suplició terminó. El barco terminó por llevarnos a nuestro destino y me apresuré a bajar, cayendo de rodillas en la tierra. Tierra...tierra firme... -Creí que esa cosa se hundiría.-Dije, aunque enseguida me incorporé, para seguir a los demás.

Número aleatorio (1,10) : 6

CYAN=Narracion
ROJO=Chica misteriosa
Tonos Rojos=Otros perdonajes
-¿Quiénes son ustedes?...-
Es la voz que se escucha en el aire, justo en el centro de un camino que es aledaño a la playa donde el trio se reúne, una joven pelirroja vestida de manera lijera se encuentra de pie mirándoles mientras se muestra asustada, la joven da unos pasos pero al recordar algo y en especial al ver al chico de gabardina roja grita y dando media vuelta regresa por donde vino, desaparece en el frondoso y oscuro bosque que cincunda la isla de galluna; recordando a algunos que aquí se encuentra también la villa de los demonios, seres vivientes que su apariencia es de demonios, mas la chica que se les presento no tiene nada de estos seres; aunque el espacio en que se pierde de vista del trio de magos hay un grito tan desgarrador que podría helar la piel de cualquiera, esto es solo el comienzo bienvenidos a Galluna

Chica:

Parecía que aquí no venía nadie, en cambio, vino un chico, cual saludé-Imagino que serás... ¿Caradryan, no? Sí, estoy seguro que sí... Es un placer mantener grupo contigo... Yo soy Alucard...-Dije amable, con una amabilidad tan solo por mantener grupo en aquella ocasión, ya que seguro que Tali estaba por ahí cerca y si no era amable me terminaría echando la bronca, cosa que no quería para nada. Al poco Tali apareció, estaba nerviosa, asustada, reí ligeramente observándola-Yo dormí como un bebé en el barco... Notando como se balanceaba de un lado a otro...-Iba a comentar algo más, pero la voz de una joven muchacha me quitó hizo que dejase de hablar. La chica primero miró a Tali, y al ver el color de su cabello ella se asustó un poco, ¿qué era lo que pasaba aquí para que una joven se asustase al ver a Tali? Para colmo, al verme a mí salió disparada de donde parecía que había venido, de un frondoso bosque.-¿Qué mosca le picó a esa muchacha, hemos de seguirla?-Dije realmente molesto por aquella aparición y rápida desaparición de la chica.

Pronto llegó la chica al punto de encuentro, que al parecer se notaba que no estaba habituada a los transportes marítimos. Sin embargo, el hombre se presentó como Alucard, con un tono amable, junto con un comentario acerca de su travesía en barco. Yo me mantuve callado, hasta que apareció una chica un tanto extraña, que gritó en cuanto vió a Alucard, internándose en el bosque. En un principio no me preocupé, pero entonces oí un grito desgarrador que no supe como Alucard lo había pasado por alto.

- ¡Vamos! - Les dije a mis compañeros, mientras desenfundaba mi Bastón de Parálisis, y me dirigía junto a ellos al interior del bosque, para tratar de encontrar a aquella chica que profirió aquel grito desgarrador. Algo había pasado, y teníamos que hacernos cargo enseguida, no fuese demasiado tarde.

La misión aparentaba ser una de las movidas, por lo que me preparé totalmente para emplear mi Bastón de Parálisis en cualquier momento, aunque también tenía a mano mi Bastón de Protección por si había algún ataque sorpresa, el poder defenderme.

-¿Cómo puedes dormir con el balanceo de ese trasto de madera que puede hundirse en cada ola?-Pregunté, realmente indignada, aunque luego reí. El chico que sería nuestro compañero era bastante agradable y solo pude saludarlo estrechando su mano, cuando en eso, una chica bastante extraña pareció asustarse conmigo. ¿Pero qué....? Ni siquiera me dio tiempo a pensar en algo, pues en cuanto vio a Alucard, comenzó a correr despavorida y gritando, lo cual en primera instancia me hizo pensar que estaba loca. Y sí, la verdad sí, se veía que no era muy cuerda que digamos, pero yo no soy quien para juzgar; tal vez el calor de la isla le afectó o algo así, por que de otro modo no entendía como actuaba de esa manera.
-Si no hay alternativa, sígamosla... supongo que debe guiarnos al sitio donde está el fantasma o algo parecido.-Dije, manteniéndome cerca de Alucard.

Nos adentramos los tres en el bosque Caradryan fue primero, pero al ser más alto y mis piernas más largas, pude alcanzarlo rápidamente, y, al poco, sentí como algo aprisionaba mi cuerpo, enarqué una ceja y vi a un hombre de mi altura, más alto que yo y me lanzaba contra el cuello haciendo que mi cuello girase de forma brusca, maldición, me había confiado, sin duda alguna, tenía que estar más atento, no volvería a ocurrir.Pensaba mientras mi cara era hundida en la arena, la saqué de este lugar y reí un poco, sin duda esto iba a ser complicado, y eso me gustaba mucho, que me lo pusieran fácil era aburrido. Me incorporé rápidamente y vi como aquella persona ahora estaba cerca de Caradryan, saqué mis pistolas y di dos tiros certeros, no, no le dí, pero pasaron cerca de Caradryan y alertando a aquella figura para que tuviese cuidado, no dejaría que tocase a ninguno de mis compañeros. Oía un ruido extraño, sin duda alguna, era algo... Raro, entre aquella risa de aquella persona y el ruido... En un principio pensaba que era el ruido de las ramas siendo azotadas por el viento pero... No sonaba igual, mis largos años de nómada me enseñaron que el viento no hacía ese ruido, y también comenzaba a acercarse ese ruido, cada vez era más fuerte, por lo que avispé mis sentidos como una gacela y miré a los lados, permitiéndome el lujo de olvidar aquel humano por un momento, alcé la mirada al cielo y vi algo enorme cayendo hacia nuestro lugar. Alcé a Casull, era un pedrusco enorme, debía de pesar los casi 100 Kg, era el peso que yo podía levantar sin problema alguno, pero parecía que físicamente era más poderoso así que me eché a reír mientras disparaba balas explosivas a aquel sólido, que las recibía gustosamente como si colocase cargas de dinamita al rededor, demoliéndolo poco a poco hasta que fueron tan solo escombros. Solté el cargador y coloqué uno nuevo, girándome para escuchar el ruido que hacía aquella bestia.

Mientras nos adentrábamos en el bosque, vi que Alucard se me adelantaba, pero entonces fue atrapado por un hombre de su altura que le lanzaba contra el suelo. Yo traté de reaccionar sacando mi Bastón de Parálisis, pero se fué antes de que pudiese reaccionar se puso demasiado cerca para que pudiese disparar adecuadamente, pero inmediatamente se fué gracias a las balas de Alucard, que le obligaron a esquivar y a marcharse, pero nos dejó un regalo e forma de roca bastante grande. Alucard la destrozó a balazos, pero como quedaban escombros cogí mi Bastón de Protección y generé una pantalla que bloquearía cualquier resto que pudiese dañarnos. Una vez cayeron, deshice la barrera, guardando el Bastón de Protección y cogiendo mi Bastón de Parálisis, preparándome por si había otra emboscada.

- Mierda, se nos esta escapado. Creo que ese era el espíritu que buscamos, por lo que hay que estar atentos cuando le sigamos. Esquivad el combate cuerpo a cuerpo, y encerradle para que pueda ejecutar mi magia. - Dije mientras echaba un vistazo hacia donde sonaban los árboles, pero esperaba movimiento de mis compañeros para seguir, ya que si nos dividíamos podíamos acabar bastante mal parados. De todas formas, Alucard parecía bastante poderoso con sus pistolas, pero tenía que ver como Tali se desempeñaba en combate para ejecutar un plan eficaz de combate.

Sin embargo, esa armadura era poderosa, ya que había tumbado a Alucard como si este fuera una mera mosca, por lo que había que evitar el combate cuerpo a cuerpo.

Todo parecía ir bien mientras nos adentrábamos en el bosque, Alucard y Caradyan eran mucho más altos que yo, y llevaban la guía del trayecto; yo los seguía detrás, siempre estando alerta de lo que sucediera. De pronto, sin que lo esperara, se suscitó el ataque de lo que parecía ser el espíritu que buscábamos. La enorme criatura, superior a un humano, comenzó su ataque, siendo Alucard el primero que notó que aquello ocurría. El movimiento de los árboles ya no era el mismo que si fuera hecho por el viento, sabíamos que la enorme criatura estaba ahí, a pesar de que no la veíamos. El combate cuerpo a cuerpo no era una opción; aquel ente era demasiado poderoso como para arriesgarnos a un desgastante rol de pelea física, donde a pesar de superarlo en número, éramos débiles en fuerza. -Es él... sin embargo tiene un aura demasiado fuerte... no sé si podremos salir vivos de esta.-Dije, manteniéndome cerca de ellos.

Gruñí ligeramente, había salvado a Tali y a Caradryan de aquel pedrusco, aunque seguramente hubiesen echo algo ellos para evitarlo, había que estar muy atento a los sonidos que procedían de nuestro al rededor, podíamos averiguar con un poco de suerte por donde pretendía atacar. Me junté con ambos, estábamos realmente cerca, si quería hacer un golpe en área y nos pillase en esta posición podríamos salir los tres muy mal heridos, pero, yo no era su objetivo ahora, Caradryan tampoco, lo era Tali, de tal forma que cuando intenté hacer algo la tierra ya se le había tragado, miré el suelo, anonadado, ¿había sido enterrada viva? Pese a que Tali fuese mi ''pareja'' no debía perder la cabeza, pues perderla en una situación así podría suponer nuestras muertes, ya que aquel espíritu no era nada tonto, se escondía bien, era su hábitat, y nosotros debíamos acostumbrarnos a este lugar-¿¡Dónde la dejaste!?-Grité en un intento de que terminase hablando, de repente aquel monstruo comenzó a cantar una canción tenebrosa, llenando con su voz todo el bosque frondoso en el que estábamos, sentí unas gotas de algo caer en mi frente, alcé la vista y vi a a la chica crucificada allí arriba, en lo alto de unos árboles, con unos hierros sobre sus muñecas, disparé en cada extremo de los hierros haciendo que el cuerpo débil de chicacayese y la posé sobre el suelo. Mi rabia incrementó a niveles desfigurados, de tal forma, que me sentía tan fuerte como siempre, comencé a gruñir, esperando que aquel monstruo apareciese, si hacía falta recurrir el al cuerpo a cuerpo lo haría-Estate atento Caradryan...-Dije simple y llanamente mientras miraba los alrededores, estaba con todos los sentidos puestos en estos momentos, pues me abalanzaría sobre él y lo atraparía, y si hace falta, que Caradryan use su magia sobre mí... Alucard había vuelto a ser el mismo de siempre.

La cosa se iba poniendo peor por momentos, ya que un crujido sonó, y antes de que pudiese hacer nada, la tierra había engullido a Tali. Me atemoricé ante este suceso, ya que era horripilante: Esa armadura era peor de lo que pensaba, no podía hacer nada para darle, sobre todo porque sabía usar lácrimas... O era un Mago que atemorizaba a los habitantes. Entonces oí la canción, que apresuré a analizar: Entonces me dió una idea mientras Alucard salvaba a la chica de antes que nos llevó a esta situación de su crucifijo. Esperaba que funcionase mi plan, sobre todo porque Tali seguía estando encerrada dentro de lo que parecía ser una tumba. Si conseguíamos sacarla lograríamos dar con el caballero maldito.

- ¡Alucard, cargate el suelo y no dejes de moverte! ¡Sus movimientos son buenos, pero la peculiaridad es el suelo, esta repleto de Lácrimas! ¡Si las destruimos, su juego se acaba! - Dije mientras me empezaba a mover rápidamente, mientras con mi Bastón de Parálisis me preparaba para lanzar una buena descarga cuando lo tuviese a tiro. Tan solo esperaba que fuese pronto y que Tali estuviese bien.

Off: La chica que les devolvieron crucificada no soy yo, es la que nos recibió en la isla. Yo sigo tragada por la tierra.

-Pero....-No alcancé a terminar mi frase, ya que enseguida, la maldita cosa esa me atrapó; no me dio tiempo a reaccionar siquiera por que cuando pude hacerlo, ya estaba encerrada en una especie de ataúd de arena y muy lejos de donde estaban mis compañeros. El espacio en el que me encontraba apenas y podía contenerme, pues el movimiento era nulo, ya que cuando intentaba siquiera cambiar de posición, el roce de la arena contra mi piel, quemaba, así que por tanto, no podía moverme. Oh no... esto era igual a.. el armario. Comencé a golpear mi cuerpo contra las paredes de aquel cubículo, pero así como se deshacían, volvían a armarse, impidiéndome escapar de ahí. ¿Y ahora qué? De todos los lugares donde había pensado morir, había terminado en el sitio que más odiaba: un maldito, lúgubre y sombrío espacio cerrado. Como Alucard y Caradyan no se apresuraran, lo último que encontrarían de mí sería mi cuerpo inerte.

-hola pequeño maldecido...-
Era lo que la chica que Alucard dice, la joven se pone en pie de manera extraña; sin doblar rodillas sin mover su espalda era solo como si alguien levantara una muñeca y tomando de un espacio sin luz y lleno de pobredumbre un baston, como los usados para golpear
-que ocurre pequeño maldecido?...tienes miedo de saber que no haras nada con eso que portas...recuerdas cuantas veces sentimos ese gusto necesario por alimento?...engañarnos que eramos seres nocturnos?...-
Para Caladryan, el árbol del que la chica fue salvada este mismo empezó a sangrar, sangrar agua; lentamente esta sangre del árbol comenzó a llenar la isla y en cuestión de segundos hundirla solo dejando un interminable mar, agua por todos lados; lo sentimos pero el paisaje marino interminable duraría poco ya que tentáculos de agua hundirían al chico de cabello azul
Dentro de ataúd de arena que se iba apretando mas y mas y mas, parecía no haber salida; pero en ese momento una luz que era la puerta del armario se entre abrió, era la salida para Tali, quizás?

Mi rabia apenas dejaba hacer que en mis oídos entrasen alguna palabra, pero esta vez debía enterarme de lo que pasaba, pues necesitábamos coordinarnos para ganar, ladeé la cabeza al ver que la chica hablaba, parecía que estaba bien pero... Lo que me dijo me dejó realmente extrañado, ¿por qué, por qué dijo aquello? -¡Está bien Caradryan, prepárate!-''Voy a salvarte, Tali'' Pensé en mi cabeza y vi como de forma bastante rápida esto comenzaba a hundirse, ¿¡qué había pasado!? Aún así conseguí trepar al árbol más alto que había visto, salté todo lo que pude,aún sin seguir pudiendo ver al enemigo, tan solo lo que era la isla, actualmente hundida por completo, saqué mi espada de la espalda y corté el aire con una rapidez increíble, de tal forma que mis tajos fueron hondas enviadas al suelo, el cual comenzó a cortarse por cachos, cortando los tentáculos que atraían a Caradryan hacia el subsuelo, y por si no fuera suficiente invoqué a mi perro mientras caíamos hacia la isla, me quedaba poco tiempo. Una nube negra se formó en el cielo, quedando suspendida en el aire, con docenas o incluso cientos de ojos de diversos tamaños y de este portal oscuro comenzaron a saltar perros en forma del original, explotando sobre diversas partes del agua, intentando romper aquellas lacrimosas, tan solo esperaba que el plan de Caradryan funcionase y ambos estuviesen bien.

De repente la niña empezó a sangrar agua, al igual que el arbol generando que la isla se inundase ante mis ojos. Después, aparecieron varios tentáculos de agua que amenazaban por arrastrarme al subsuelo, pero Alucard se encargó de ellos, por lo que opté por lanzar mi ataque hacia la fuente del problema: Aquella niña. Me di cuenta cuando empezó a sangrar agua, al igual que el arbol. Era una mera ilusión, y habíamos caido en ella como tontos.

- ¡Alucard, esto es una maldita ilusión! ¡Sigue luchando mientras trato de deshacerla! - Dije mientras; con mi Bastón de Parálisis, lanzaba un rayo hacia aquella niña sangrante, tratando de paralizarla y asi conseguir mi propósito: Dar a la dichosa armadura que suponía que era aquella niña. Era algo sencillo, y mortífero para la mayoria, pero él se había delatado al emplearse a si mismo como fuente mágica. Era hora de la venganza, y esta iba a ser muy dulce, aunque andaba preocupado por Tali, lo cual rezaba para que pudiese salir de donde estuviese pronto. Sin embargo, tenía cosas que atender, por lo que cuando lancé ese rayo, saqué de nuevo mi Bastón de Protección y generé una barrera en torno a mi, por si acaso la electricidad se conducía sin querer por el agua, además de protegerme contra los tentáculos de agua, que fracasaban su intento de tragarme al chocar contra la barrera.

off= creo que nos faltan jugadores como procedemos?
tengo una nueva compañera que esta con color y todo pero la cosa sea de los adms o tu me dices