Entrenamiento Ea.

Siendo un día tranquilo en las laderas, el cielo estaría despejado, con muy pocas nubes, el aire que se podía respirar en aquel lugar, sería un aire demasiado fresco, ya que el viento soplaba con un tanto de fuerza, haciendo que las ropas de Hayato, se moviesen al ritmo que este imponía, al igual que sus platinados cabellos, los cuales de por sí estaban despeinados, ahora lo estarían aun más.

¡Puaj!

Exclamaría al tragar un poco de tierra, por el viento que había, haciendo que al mismo tiempo que se tragase la tierra, cerraría los ojos escupiendo hacia un lado para que el escupitajo no regresara hacia él, mientras que hacia eso, el lobo daba una sonrisa burlona, al tiempo que caminaba hacia una roca para cubrirse del fuerte viento que había en esos lugares.

Buena idea.

Diría Hayato, mientras que se sentaría al lado de aquel canino, dejando que el aire pasara por sobre ellos, golpeando la piedra, que serviría como rompe aire, así no se llenarían de tierra, ni volverían a tragar la misma.

Tendremos que esperar a que esto pase.

Replicaría Hayato mientras que da un suspiro un tanto aburrido, ya que esperaba llegar a un lugar sin tanto viento para entrenarse a sí mismo. Pero desafortunadamente el destino no le permitiría salirse con la suya en esta ocasión, mientras que el canino Silver, se haría bolita para así no sentir frío, el joven Hayato no haría nada, ya que con las ropas que llevaba no necesitaba taparse.

Así que tienes frio, anda ven.

Diría tomando al lobo para colocarlo en sus ropas y hacerlo entrar en calor.

Pasadas ya un par de horas desde que se encontraban tanto el canino Silver como el mago Hayato, detrás de aquella roca que los cubriría del viento que se encontraba en aquellas laderas, al ver que el mismo viento dejaba de soplar a gran velocidad, siendo ahora un viento más agradable. Ambos, tanto el lobo como el mago, se levantarían de aquel refugio temporal, para así comenzar con lo que sería el entrenamiento que tenían planeado hacer ese día. Sacudiendo sus ropas, el mago Hayato comenzaría a caminar rodeando aquel lugar para así simplemente ver unos cuantos animales pasivos que no se tomarían ni la molestia de voltearlo a ver.

Hm... Pensé que este lugar estaría lleno de criaturas que intentarían matarme por ser un humano, al parecer me equivoque.

Al decir aquello algunos de los animales voltearían a ver al mago, pero simplemente para mejor voltear a ver a su compañero, aquel pequeño lobo acaparaba más la atención que el mismo mago, ya que al parecer esas criaturas solamente estaban interesadas en otras criaturas que también fueran “especiales”.

¿Acaso ves a alguien que quiera entablar una enemistad contigo?

Preguntaría mientras que ve que uno de los animales sale corriendo directamente contra el lobo lanzándole una mordida, la cual el lobo Silver alcanzaría a esquivar, para después dar una mordida él a aquella criatura en el cuello, para después sacudirla y azotarla contra una roca, acto seguido, saltaría sobre dicha criatura, para comenzar a hacer varios ataques, rasguños y mordidas, principalmente en la zona del cuello, aunque también intentaría morder y arañar las patas, para así dejar a aquella criatura sin posibilidad de defenderse.

Oye, espera...

Antes de que terminara de decir la frase completa, el lobo sin piedad alguna despedazaría aquel animal que se había atrevido a atacarle.

Estando ya el lobo en un modo de furia, voltearía a ver a Hayato, como si este lo hubiese agredido, con intensiones fuertes de atacarle, saltaría sobre él. Mientras que Hayato, sujetaría el hocico del animal, para así no ser mordido, pero las garras del cuadrúpedo, haría que los brazos y piernas de Hayato quedasen marcados con unas líneas, un tanto profundas.

Silver ¿Qué te pasa?

Preguntaría el joven mago, mientras que lanzaría a su amigo canino a un lado, para así levantarse y mirar que detrás del lobo, una gran cantidad de criaturas, monstruos y animales, irían hacia el mago.

Mierda, parece que algo de aquí le lavó el cerebro.

Diciendo esas palabras tres criaturas se lanzarían contra Hayato, siendo estas unas quimeras, las tres tendrían un par de cabezas cada una, siendo una quimera de leones, otra de tigres y una última de panteras, las tres se lanzarían contra Hayato, intentando morderle principalmente el cuello.

Tsk... Que molestos.

Diría saltando hacia atrás, y comenzando una mini carrera para ganar algo de tiempo y alejar a esas tres quimeras del resto de los animales. Una vez estando en un lugar donde no pueden ser interrumpidos por nadie, al igual que nadie más entraría a la pelea, se quitaría el impermeable rojo para así mirar como las tres criaturas lo empezarían a rodear, caminando las tres en dirección a las agujas del reloj, mirando como si de un bistec se tratase el cuerpo de Hayato.

Así que “divide y vencerás”.

Se quedaría mirando a las quimeras mirando como la que se encontraba detrás de él se lanzaría primero al ataque sobre él.

Al ver como la quimera que tenía dos caras de tigre saltaría desde su espalda, se agacharía para así dejar que este pase frente a él, dejándola de espaldas a él. Dando una sonrisa, golpearía la cola de la quimera con una patada para así hacer que golpee a otra quimera, siendo que la quimera con caras de panteras, y la quimera con caras de tigre chocasen, haría que ambas empezaran a arder en furia.

Jejeje... Vamos gatitos michu michu michu.

Diría en tono de broma mientras que ambas quimeras se lanzarían al ataque, mientras que la otra quimera, siendo la que tiene caras de león, se limitaría a ver la pelea de las otras dos quimeras y el mago.

¡Kanso! Soul Eater.

Al decir eso, de su mano derecha un brillo color negro aparecería, tras ese brillo, la espada llamada Soul Eater aparecería. Sujetándola con la mano derecha miraría a las quimeras, para así correr en dirección a ellas, y golpear las caras de la que tiene caras de tigre, mientras que con su pie izquierdo golpeaba el rostro derecho de la quimera con caras de pantera. Para así impulsarse y alejarse lo más rápido posible, para que no lo mordieran o rasguñaran.

Uf, una recarga.

Diría mientras que señala su espada la cual estaría a un veinte porciento de brillo rojizo en la hoja que era completamente blanca.

Si los golpeo más puedo llegar a dejarles el trasero más que rojo.

Dice mientras hace una pose de bateador de beisbol mirando a las quimeras, para así ir nuevamente hasta donde se encuentra la quimera que tiene caras de panteras, saltando para intentar pegarle en el rostro con el filo de la espada en la cara derecha.

Al lanzar el ataque sobre aquella quimera felina de caras de pantera, esta se movería hacia un lado esquivando el ataque, para después la que tenia caras de tigre se lanzase sobre Hayato, este ultimo, giraría el cuerpo haciendo que las garras y el hocico de ambas cabezas queden del otro lado de la espada, al momento que la quimera golpea la hoja de la espada hace un brillo más haciendo que esta se cargue un cuarenta porciento, para así con los pies lanzar a la quimera desde el estomago hacia atrás.

Si que saben atacar juntas.

Diría al tiempo que saltaría para así alejarse un poco.

Menos mal que no son las tres, y solo son dos. ¿Tú que esperas?

Le diría al león el cual ni se limitaría a ver al mago, simplemente miraba a las otras quimeras como si las calificara o si las estuviese supervisando.

Bien, mientras menos sean, mejor.

Sujetaría su espada con ambas manos para así colocarse en posición de defensa mirando como ambas quimeras se alejarían un poco, solo para tomar vuelo e ir sobre Hayato. Mientras que este no sería tonto y se metería entre ambas quimeras para golpear a una con la espada mientras que a la otra le daría una patada, a ambas criaturas golpearía en el estomago haciendo que estas se alejasen, dejando a Hayato en medio de ambas.

Bien, ya puedo pelear a la par, ya con esto van tres cargas.

Dice al tiempo que la espada comienza a brillar hasta un sesenta porciento, notándose que hay más zona roja brillosa que blanca.

Pero, ellos no han hecho ningún ataque mágico, ya que ellos poseen magia sino no serían mas que bestias deformes.

Pareciera como si tras decir aquello las bestias escucharan un “vamos bestias usen todo su poder” ya que estas comenzarían a brillarle los ojos, haciendo que las cuatro cabezas, las dos de tigre y las dos de pantera se miraran fijamente los movimientos del joven mago Hayato.

Uh... creo que, eso los hiso enfadar.

Diría mientras que una gota recorre su sien, para así, alejarse unos cuantos pasos sujetando con fuerza el mango de la espada de nombre “Soul Eater”, para así después de un suspiro y haber respirado hondamente, colocar su cuerpo en una postura de defensa, usando la espada frente a él para después impulsarse de un brinco hacia aquellas bestias, lanzando un tajo horizontal, viendo que estas saltarían el ataque, y no solo eso, sino que saltarían sobre la hoja de la espada con las patas traseras, esquivando el ataque de Hayato y como si fuera poco, parecía como si estas se burlasen de él.

Malditas criaturas, las haré picadillo.

Diciendo eso, miraría que la hoja de su espada brillaría de color rojo un ochenta porciento mirando un tanto sorprendido su espada se limitaría a decir.

Uno más y listo...

Correría hacia donde se encuentran ambas bestias para así lanzar un tajo vertical contra ellas, pero estas esquivarían haciéndose a los lados, dejando a Hayato entre ellas, para que así, las bestias tomen impulso y salten sobre Hayato intentando rasguñarlo.

Por ambos lados... nada mal.

Dice mientras que mira que ambas bestias saltaban contra él. Sujetaría su espada, para comenzar a dar vueltas haciendo que esta golpee a ambas bestias y las lanzaría contra una roca para así tener la espada cargada un cien porciento. Brillando la hoja totalmente de rojo.

Está completa.

Diría al tiempo que sujeta la espada con su mano derecha para así acomodarla con ambas manos mirando fijamente a las criaturas que se estarían recuperando, para así luego observar como la quimera león, se aleja de ellos, perdiendo el interés en la pelea, dejándolo solo con dos quimeras, la quimera pantera y la quimera tigre, mientras que el joven mago Hayato caminaría hacia ellos. Estos comenzarían a caminar para dejar a Hayato entre los dos nuevamente.

Ya les dije que esto no funciona dos veces.

Tras decir aquello, ambas criaturas se lanzarían sobre el joven mago Hayato, la quimera con las cabezas de tigre saltaría de una forma alta, atacándole desde el cielo, mientras que la otra quimera con las cabezas de pantera saltaría directamente hacia Hayato, sin necesidad de usar mucho su brinco.

Hm... No puedo usar una técnica aquí, al menos así no.

Saltaría hacia donde se encuentra la quimera de cabezas de tigre, aplastando su cabeza derecha, con su pie derecho, para después canalizar la energía de la espada Soul Eater en la hoja, drenando el brillo rojizo que tenia cargado, para así apuntar a la quimera de cabezas de pantera.

¡Fire Blast!

Diría mientras que lanza una ráfaga de magia negra, haciendo que esta se convierta en unas flamas del mismo color de la ráfaga, al llegar con la quimera de cabezas de pantera, la cual no puede esquivarlo ya que se encuentra en el aire y no posee ningún tipo de magia voladora, el golpe sería impactado haciendo que el pelaje de la misma quimera agarre un tonó negro aun más oscuro del que ya poseía, haciendo que esta cancele su ataque y caiga al suelo, revolcándose por el fuego que tenía en su pelaje.

Mientras que la quimera de cabezas de tigre, donde tenía Hayato el pie derecho, sobre la cabeza derecha, intentaría rasguñar el tobillo del joven mago, este saltaría hacia atrás para así mirar a la criatura.

Maldita bestia, no pierdes ninguna oportunidad.

Diría mientras que mira que su pantalón no tuvo tanta suerte como él, ya que la quimera si había llegado a rasgar la ropa del joven mago.

Maldita quimera, eran mis pantalones favoritos.

Dice mientras que hace una gesto de enojo falso, para después soltar una risa, para su sorpresa la quimera con cabezas de pantera ya se habría recuperado de las llamas que previamente le había lanzado.

Maldición, y ahora tengo que esperar a que mi carga regrese.

Haciendo un gesto molesto, escupiría un poco de saliva hacia el suelo, para después ajustar sus guantes negros y así mirar a las criaturas.

Vamos, que aun no termino con ustedes.

Diría mientras que la quimera con cabezas de tigre comenzaría a actuar extraño, comenzaría a jalar aire para después soltar una esfera de energía, la cual iría hacia Hayato. Usando su espada, la cual es gruesa, como un escudo solo sería levemente arrastrado hacia atrás ya que tenía los pies enterrados en el suelo, miraría hacia su lado izquierdo, mirando que la quimera con cabezas de pantera se encontraba ahí. Sin darle tiempo de esquivar o moverse la pantera rasgaría el brazo derecho de Hayato, haciendo que este comenzara a sangrar.

¡Ah!

Exclamaría el joven mago para así saltar hacia atrás y sujetarse el hombro con su mano derecha, enterrando la espada en el suelo.

Sujetando su hombro izquierdo con su mano derecha, rasgaría un poco de sus ropas para así colocarse una venda temporal.

Tsk... Lo bueno es que aun puedo mover mi brazo.

Diría mientras que sujeta su espada nuevamente con su mano derecha, sacándola de la tierra, para después ir corriendo hasta donde se encuentra la quimera de cabezas de tigre, golpeándole la cabeza izquierda con la parte trasera de la hoja, haciendo un tajo vertical hacia arriba, sin cortarle, simplemente la levantaría en el aire un momento para después saltar y alcanzar a la criatura, dando un segundo tajo vertical, pero esta vez sería hacia abajo, haciendo que la quimera de cabezas de tigre enterrase su cabeza izquierda en la tierra, mientras que con el pie izquierdo pisaría la cabeza de la quimera, golpearía la cabeza sobrante con la parte trasera de la hoja, haciendo que esa quimera caiga al suelo completamente desmayada.

Listo, una menos, me falta la...

Antes de que terminara de decir aquella frase, la quimera con cabezas de pantera ya estaba a un metro de distancia de Hayato, lamentablemente para el joven mago se había dado cuenta demasiado tarde, por lo que la quimera le dio un arañazo en el mismo brazo de antes, el izquierdo, para así hacerlo caer, al tiempo que su espada Soul Eater se le caía de las manos miraría hacia su alrededor.

Mierda, si tan solo Silver estuviera aquí...

Diría mientras que da un quejido mirando como la quimera parecía cargar energía en ambas bocas, preparadas para hacer el mayo daño posible al cuerpo del joven mago Hayato.

¡Mierda!

Gritaría mientras que cerraría sus ojos esperando el impacto de aquellas esferas que la quimera hacia con sus bocas.

Ya estando al borde de la desesperación, un aullido agudo haría que la quimera de las cabezas de pantera fijase su cabeza a otro lado. El joven mago Hayato no desperdiciaría esa oportunidad para saltar sobre esta quimera, pisando con ambos pies, la cabeza izquierda, haciendo que la misma energía que tenia entre sus fauces le explote dentro.

Comete tu propia energía.

Ahora la cabeza que sobraba, voltearía su mirar hacia Hayato, ignorando ahora el aullido que ya no se escuchaba, apuntándole directamente al pecho a Hayato, estando a punto de lanzar su energía, una sombra cuadrúpeda aparecería de la nada, saltando sobre la cabeza que tenia la energía en su boca.

Si... Silver.

Diría al ver a su lobo con una espada en sus manos, una espada que parecería que tiene el mango hecho de oro, la hoja por su parte, parecía un taladro ya que lo único que parecía que tenía filo era la punta de la misma.

¿Qué es esto?

Al tomar la espada sentiría como esta absorbe un poco de su magia y esta billa totalmente, pero casi al instante se apaga.

Parece que debo insertar un poco de mi magia.

Diría mientras concentra un poco de su magia, haciendo que su espada de un brillo rojizo, para después empezar a girar la parte inferior como si de un taladro se tratase solo que iría demasiado lento.

Intentaré de nuevo.

Insertaría de nuevo un poco de magia para así ver que la parte inferior giraría un poco más rápido, al igual que otra línea de luz rojiza aparecería.

Wow, mientras más magia le doy, más fuerte se hace.

Diría mientras que el lobo estando ya en su normalidad se quedaría mirando a la espada.

Por cierto Silver ¿Qué te pasó?

Antes de que viera a Silver responderle, una nueva presencia se sentiría alrededor, sería la de la quimera que se había ido, la quimera con cabezas de león. En cuanto llegó el pelaje de Silver se erizaría mirando a aquella quimera de cabezas de león.

¿Él te hiso algo?

Dice al tiempo que la quimera con cabezas de león de igual manera que Silver comenzaría a erizarse y este se pondría en posición de pelea sacando sus garras.

¿Eh?

Vería como el lobo y la quimera con cabezas de león se mirarían con sumo rencor.

¿Quieres pelear tu solo contra él?

Preguntaría el joven mago al lobo que se encontraba dispuesto a pelear con todo lo que tenia. Haciendo este último una afirmación con la cabeza, Hayato se limitaría a cargar nuevamente su espada llegando a tener 3 cargas para ese momento.

Solo haré un seguro para no volver a perderte.

Tras decir aquello el lobo correría en dirección a la quimera de las cabezas de león, para así saltar entre ambas cabezas y morder la unión de estas. La quimera, sin dolor alguno, se sacudiría haciendo que el lobo salga a volar.

¿Estás bien?

Preguntaría el joven mago hacia el lobo que se estaría levantando, para volver a cargar su arma teniendo ahora 4 cargas.

El lobo se levantaría de nueva cuenta para así correr de nuevo contra la bestia con cabezas de león, mientras que esta simplemente se mantendría en su lugar esperando a que el pequeño lobo se lance sobre él, al hacer esto la quimera con las cabezas de león simplemente haría un movimiento saltando a un lado, para sujetar el lomo de Silver lanzándolo contra una piedra.

¡Silver!

Gritaría Hayato, para después correr y atrapar a Silver en sus brazos evitando que este se golpease contra la roca que había sido lanzado.

Si quieres, puedo ayudarte.

Diría mientras que Silver simplemente negaría la ayuda y volvería a ir contra aquella criatura de cabezas de león, para así saltar sobre esta e intentar morder una de sus orejas. Su sorpresa sería que la melena de los leones podía ser lanzada, y al ser pequeñas se incrustarían en la piel de Silver haciendo que este comenzara a sangrar.

Silver, resiste.

Dice para ir corriendo a donde este se encuentra, mientras que él se acerca a Silver, la quimera con cabezas de león simplemente se alejaría de ellos, pero sin dejar de verlos y sin dejar de estar en guardia.

Maldito...

Diría para así quitarse la camisa negra y colocarla sobre Silver como una venda.
No te muevas, yo me encargaré de él.

Diría para así comenzar a cargar nuevamente la espada haciendo que esta vez, sea la parte de en medio la que comenzaría a rotar.

Cinco cargas... Me pregunto si podré más.

Vuelve a usar magia para así tener una carga más, notando que si se puede entonces buscaría el máximo de cargas antes de lanzar un ataque.

Recordaría que además de su espada que tiene en sus manos ahora, estaría Soul Eater tirada cerca de donde el lobo Silver se encontraba, para ello tomaría la espada Soul Eater y miraría a la quimera con cabezas de león.

Bien bestia, ahora yo soy tú enemigo.

Diría mientras que salta en contra de ella, haciendo que le lance las agujas de su melena, para lo que él con una voz confiada diría.

Eso no funcionará conmigo.

Usando la espada Soul Eater como escudo bloquearía la mayoría de las agujas, algunas simplemente se enterrarían pero no en ningún punto vital.

Te lo dije.

Mirando la expresión de enojo que presentaba aquella quimera con cabezas de león, golpearía la nariz de aquella criatura, para así impulsarse y verlo desde atrás.

Pero que dem...

Antes de que pudiese terminar de decir eso, miraría que en la cola de aquella criatura una flama rojiza se notaría.

Fuego... es tipo fuego, entonces mi poder con soul eater no le hará absolutamente nada.

Lanzando un tajo horizontal golpearía la cola de aquella criatura dos veces, haciendo dos cargas en la espada Soul Eater, mientras que concentraría energía en la nueva espada, haciendo que ahora tenga siete cargas.

No puedo creerlo, esta espada tiene más espacio que las otras.

Haciendo una segunda recarga de energía, cargaría hasta el nivel ocho la espada nueva. Mientras que aterrisaría hincado para así estar al nivel de aquella criatura.

Ya van ocho...

Diría mientras que la espada estaría casi al tope brillando de líneas rojas, mientras que la espada Soul Eater tendría un cuarenta porciento, para así saltar hacia atrás y correr directamente a donde se encuentra la quimera de cabezas de león para hacerle un corte con la espada Soul Eater entre ambas cabezas. Para así tener un sesenta porciento en la Soul Eater.

Bien... si sale como lo planeo entonces ganaré.

La quimera de cabezas de león comenzaría a sentir el dolor de aquel corte empezando a dar gritos mientras que corría hacia Hayato lanzando continuas agujas, en dirección a él. Hayato se cubriría con la espada nuevamente. Lo que le daría un ochenta porciento en la espada Soul Eater.

Tsk, eres persistente.

Concentraría energía en la nueva espada haciendo que esta se recargue casi por completo.

Van nueve, pero siento que ya estoy cerca del final.

Volvería a cargar el arma sintiendo que ya no puede meterle ni un poco más.

Lo sabía, al menos son diez niveles.

Al decir aquello, saltaría hacia atrás para luego lanzar un ataque con la soul eater, cortando uno de sus pies, lo que le daría el cien porciento en ambas armas.

Es hora de que digas adiós.

Usando primero la Soul Eater, lanzaría su ráfaga grande en el centro de las dos cabezas, en el punto donde antes había cortado, acto seguido, daría un giro de 360 grados para así lanzar una ráfaga de viento hacia donde se encuentra el mismo punto anterior, el impulso de ambas armas atravesarían a la mitad a aquella quimera, dejándola totalmente muerta.

Ah... ah... que cansado estoy.

Tras decir eso haría desaparecer las armas, mandándolas a su dirección, haciendo que la nueva arma se adapte a su estilo de mago.

Despues de aver eliminado a la quimera con cabezas de león, tomaría al pequeño lobo en sus brazos para así caminar hacia donde estaba su gremio.

Dime Silver ¿Qué te pasó?

Diría mientras que mira al lobo, el cual simplemente haría unos cuantos quejidos de dolor.

Hm... Será mejor que saque estas agujas, ya que sino, te puedes desangrar. Te va a doler un poco pero resiste.

Diría mientras que empieza a sacar una por una, las agujas que aquella quimera con cabezas de león le había lanzado, mientras que el lobo daría unos chillidos de dolor y mordería un pedazo de madera que Hayato le había dado para que no se moviera mucho.

Vaya, si que te apaleo esa bestia.

Terminaría diciendo, mientras que ahora él se sacaría las propias, sintiendo un gran dolor en su cuerpo, por cada una de las que va sacando.

Ahh

Daría un gemido de dolor sintiendo como sale una de las más profundas agujas que se encontraba en su pierna izquierda.

Ya vi lo que sentiste ahorita que saque las agujas.

Reiría mientras que mira que su amigo lobo miraría hacia abajo, arrepentido de haber atacado a Hayato sin motivo alguno.

No te preocupes. En su tiempo sabré que fue lo que te paso.

Le diría Hayato a su amigo canino, para así acariciar su frente, y continuar su camino hacia el gremio al que pertenecen ambos.