¡Una nueva llegada!

Había dejado toda mi vida atrás. La casa que tenía Mana, a las afueras Magnolia había sido deshechada por mí para olvidar tiempos oscuros. Además, era lo mejor.
Sin embargo, no había tiempo para retener preocupaciones. Había llegado a la centra Magnolia, ciudad rebosante de gente y alegría, cuyo ambiente acompañado de la suave brisa que empuja a todos los aldeanos por la espalda, animándoles a seguir con su vida, saliendo las puestas de Sol, y, obviamente, yo no sería menos.
Con fuerza de voluntad y motivación, entré en la ciudad. Iba vestido con mi traje y sombrero, teniendo de equipaje un pequeño maletín donde llevaba ropa interior y mi extraña gabardina. De provisiones... estaba exhausto.

- No tengo ni dinero ni comida y además, no puedo dormir en la calle... Menuda forma de volver a empezar- refunfuñé pensando, cabizbajo con un rugido de estómago-. Lo mejor será ponerme a buscar casa

Actos seguido, me propuse a comenzar la travesía por la ciudad, buscando por los balcones las ofertas que se me brindarían.

Tras poco tiempo llegado a la ciudad, un chico se posó delante de mí, saludándome y mencionando mi desorientación, pues, tal cosa, era común en mí. Este chico se parecía a mí, cuya estatura, edad y lo más curioso, el pelo deberían de ser como poco parecidos.

- Bueno, sí... Discúlpeme, soy alguien que no conoce mucha la ciudad y buscaba... Bueno, buscaba muchas cosas.- dije de nuevo cabizbajo-. ¡Ah, sí! Encantado, me llamo Allen Walker.

Le tendí la mano, era la primera amistad que hacía en la ciudad y por el momento no iba, eso era una mejor forma de empezar.

Vi como el chico parecía algo apenado por estar desorientado lo cual provoco en mi una pequeña risa amable, cuando me tendió su mano la mire un segundo y después le tendí la mía con mucho gusto, aquel joven irradiaba bastante energía y parecía muy buena persona, lo salude con mi típica sonrisa amable.


-Yo soy Savy Strauss, pero llámame Savy, encantado-

Termine de saludarlo en el momento que Lear salia detrás mio para ver a quien estaba saludando, lo miro con un poco de fijeza y después me di cuenta de que estaba allí.

-Ah! y este es mi compañero y amigo Lear-

Lear a su vez saludo con la cabeza y con un simple hola en la cabeza de Allen, le sonreí pues a la gran mayoría de personas le sorprendía escuchar la voz de Lear por primera vez en su cabeza, después tranquilamente seguí hablando con el chico.

-Pues si tan perdido vas podría indicarte sitios, yo tampoco llevo demasiado por aqui pero conozco sitios-

Presetándoseme cordialmente también, aquella persona haciéndose llamar Savy Strauss me propuso guiarme por la ciudad. Tras ésto, de su espalda apareció una especie de canino de pequeñas dimensiones saludando, parece que tenía una pequeña mascota.
Tras ver al pequeño lobo, Timcampy apareció. Se trataba de una esfera dorada con alas y cola, sin embargo, ésta no es capaz de hablar, y, a´si pues, comenzó un revoloteo al rededor de Savy y su mascota.

- Sería una placer... Si no es molestia- Dije tímido, nunca se me daba bien conocer gente-.

Savy me invitó a beber, apoyándose en su Katana,cosa que provocó en mí un poco de miedo. ¿Quién era?
De todas formas, negué con la cabeza, pese a que nadie me supervisaba, no me apetecía ponerme beber, debía llevar una buena vida.

- Sin embargo, podemos ir.
Invitándole al ar, pese a que no bebiera, Timcampy se subió a mi cabeza y, dando el pequeño paseo que significaba la escasa travesía que se llevaba de nuestra posición a aquel bar, decidí empezar una pequeña conversación.
- Por cierto, con eso ahí... ¿en qué trabajas?

Miré al chico que no se veía con muchas ganas de ir, pero aun así empezó a caminar hacia el bar lo mire un poco extrañado, pero aun así lo seguí, yo no es que fuera mucho de beber, pero si mi acompañante no le importaba ir quien era yo para decirle que no, escuche como me preguntaba acerca de mi trabajo, entonces con una sonrisa socarrona y algo divertida en la cara lo mire y le conteste.

-En realidad soy un mago, vamos que a lo que me dedico es a hacer misiones, pero también fui cocinero-

dije recordando partes de mi pasado algo olvidas, luego mire al chico, y pensando un poco le pregunte .

-Tu eres nuevo por aquí ¿no?,¿en que piensas trabajar y donde vivir ?-

Caminaba animado viajando con aquel nuevo chico. Parecía simpático y amable, así que no me preocupaba de muchas cosas. Todo hasta que mencionó si tenía ya objetivos para vivir o trabajar. Tras aquella fulminante cuestión, caí de nuevo cabizbajo.

- Bueno... la cosa es que...- Respondí dubitativo-... No lo sé
Tengo ciertos conocimientos de Magia, pero me considero un principiante... Comparado con Erza Scarlet, aquella a la que admiro, soy tan sólo un fan más- reí, tímido e incompetente-. No obstante, confío en que llegue el en que convierta en un mago digno.
Con el espíritu encendido, estaba seguro que tendría un buen comienzo en ésta ciudad, hasta que...
- Sin embargo, lo que me falta ahora es dinero- caí de nuevo cabizbajo-.

Dejando mi actual desgracia, decidí preguntar por él.
- Así que mago ¿eh? ¿No estás en ningún gremio...- me dispuse a preguntar, acabando tal frase, pues había reparado en otro factor más importante-. ¿Cocinero? ¿Y se te daba bien?-pregunté de nuevo, con los ojos llenos de ilusión. Al oírlo, Timcampy se puso a aletear a nuestro alrededor.