¿Esto no debería ser un entrenamiento?

Sí, debido a su poco tiempo libre y la gran acumulación de encargos y viajes que debía hacer la pelirroja esta semana, no encontraba un espacio de tiempo correcto para entrenar y relajarse. Estaba un poco agobiada, la verdad, pensó que un poco de ejercicio combinado con la alquimia de fuego le iba a ser suficiente para despejar su mente. De hecho, era un día completamente perfecto, estaba incluso haciendo una pequeña ventisca de invierno, así que serviría para aumentar su capacidad de resistencia al frío. Pero al llegar el momento de entrenar, cuando ya estaba en uno de los terrenos inutilizado, lleno de árboles con hojas secas por el invierno y lejos de cualquier indicio humano, a la joven pelirroja como que... Se le fueron las ganas.

Con solo un paquete de gomitas de ositos, una caja de chocolates y el trozo de metal con el que invocaba sus armas estaba equipada la pelirroja. No tenía calculado pasar mas de 4 horas en aquel terreno, porque entrenar sola le parecía aburrido, pero lo debía hacer. Sin embargo, al llegar decidó tomar un "Descansillo Pre-entrenamiento" para intentar "Refrescar su mente".

~Eeh~ No me llevará más de 10 minutos~- dijo sentándose en una de las raíces de un árbol seco, y sacando la caja de chocolates -Igual, ya soy bastante fuerte, ¿no?- intentaba convencerse a si misma.

A pesar de ser una chica responsable y trabajadora con respecto a varios, tenía sus momentos de extrema vagueza. No era extraño que, luego de una semana super atareada, llena de encargos, trabajos y viajes de aquí para allá eligiera su día libre para relajarse un poco, aunque lo haya elegido inconscientemente.

Antes de comenzar a comer de aquellos chocolates que había traído, una ráfaga de viento le dio justo en la cara. El cabello se le erizó, y un escalofrío se había extendido por todo su cuerpo. Aunque no estuviera nevando, el frío era colosal, y una de las únicas pocas cosas que odiaba era tener que permanecer en el frío. Ya se estaba cuestionando el por qué había acudido a aquel lugar, que no era necesario entrenar ahora mismo, esas cosas. Se terminó de acurrucar en la chaqueta que cargaba -que aunque no estaba nevando era una de las acolchadas -y tomó uno de los bombones que traía en la caja, comíendoselo entero.

Sin embargo, su rato de distracción con lo que más le gustaba, los dulces, se vio interrumpido cuando vio a un chico... ¿Con alas de murciélago? caer del cielo. La pelirroja se vio sorprendida por el chico, no se esperaba para nada algo así, por lo que al escuchar el impacto de los pies del chico contra el suelo se arrimó aún más pegada a la raíz del árbol, contraria a la dirección donde se sentó el chico, recogiendo las piernas y mirando al chico sorprendida.

~S-si, soy maga...- dijo mirando al chico con gesto sospechoso y precavido -¿Y qué eres tu? ¿Y por qué llegas de la nada? ¿Y por qué rayos tienes esa cara de pervertido?- seguía con su gesto sospechoso.

La verdad, si era un violador de pelirrojas (?) buscó a la pelirroja equivocada. Con tan solo sus piernas de maratonista Taekwondista y su mazo de fuego, podía noquear al chico y darse a la fuga. O, siendo el caso de Kallen, hacer una lucha que serviría como entrenamiento y defensa personal a la vez. Aunque la pelirroja fuera una niña interna, luego de tanto tiempo en el gremio aprendió a desconfiar de la gente. O por lo menos de algunas personas personas sospechosas, como aquel peliazul que cayó del cielo con sonrisa macabra.

La pelirroja solo buscaba un poco de relajación, tranquilidad y un entrenamiento arduo dentro de un clima que ella detestaba, solo para volverse más fuerte y distraerse. De hecho, intentaba cumplir aquel propósito ignorando al chico mientras se comía lentamente un bombón tras otro. Pero la tensión que generaba aquel extraño peliazul, el cual según veía era su compañero de gremio, ea una tensión un poco molesta. La manera de "Romper el hielo" del chico le hizo fruncir el ceño, la enojó parcialmente. ¡Era su chocolate! Y para Kallen, el que le robaran o quitaran algún dulce era una señal de desafío, o de que quería salir carbonizado.

La pelirroja se levantó, se arregló la felpuda chaqueta y vio al chico con una mirada que hablaba por si misma diciendo "No debiste hacer eso, tu error", o mas bien, algo más terrorífico. En fin, la pelirroja estaba molesta, y un poco extrañada por el comentario del peliazul.

~Eres muy extraño para ser de Fairy Tail...- dijo la pelirroja fríamente, algo no muy normal de ella -Normalmente no vamos buscando problemas sin motivos... Pero una batalla no estaría mal.

Se quedo allí, parada, con las manos en la nuca y viendo al chico casi inexpresiva. Daba a entender con su lenguaje corporal que no quería comenzar, no quería lanzar el primer ataque. Normalmente ya se hubiera abalanzado contra el chico, intentando pegarle con su gran mazo o cortarlo con su espada, aquellas armas hechas completamente de fuego. Pero quizás el clima frío afectaba su personalidad, la volvía mucho más calmada... o quien sabe.