Misión rango D: "Ruinas tomadas" Roxas/Lyra

Unas ruinas protegidas por una organizacion de caballeros, fue atacada por una criatura invocada por un gremio oscuro. Esta tiene la forma de una Hada Negra tan grande como una persona, se rumorea que posee poderes de hielo, habilidad de teleportacion, aunque de corto rango, y cuenta con un ejercito de esqueletos y demas seres similares a estos

Me encontraba en medio de un círculo de caballeros que me hablaban frenéticamente, todos a la vez, sobre el fenómeno que habían presenciado. Al final, no fui capaz de saber que demonios me querían decir. Suspiré, tratando de no perder la calma, intentando tranquilizarlos hablando en un tono de voz moderado, deseando que mi compañero de misión apareciera por allí para tener una excusa con la que marcharme de aquel terrible tumulto de gente desesperada.
-Relájense...solucionaremos el problema...si...le cortaremos la cabeza...si...- traté de contestar respuestas al azar, de manera que alguno se fuera callando y marchando a su casa, dejándome tranquila, pero el círculo de gente se iba cerrando más y más a mi alrededor, comenzando a crisparme los nervios- ¡Maldita sea! ¿Déjenos el trabajo a los magos y márchense a su casa!

Intenté hacerles entender que allí estorbaban, y que nos aventuraríamos al interior de las ruinas solos, sin caballeros pululando a nuestro alrededor como polillas hacia la luz. Estaba harta de decirles que no necesitaba espadas, ni mazas, ni cuchillos, incluso les enseñé alguna técnica de agua, para que cerraran la boca y me dejaran en paz, aunque su desesperación era comprensible, lo que había visto no era un suceso muy común.

Estaba a punto de gritar que me dejaran en paz y que se fueran al diablo, cuando un rugido ensordecedor me heló la sangre. Me quedé muy quieta en el el sitio, pensado que quizá nos estuvieran atacando ya sin que mi compañero hubiera llegado. Pero al escuchar la voz de alguien se disiparon mis dudas, la gente su marchó murmurando por lo bajo y yo me quedé mirando a mi nuevo compañero con desconfianza, entornando los ojos, después me acerqué unos pasos, cautelosa, me apostaba lo que fuera a que era un mago del famoso gremio Fairy Tail, había escuchado que eran muy ruidosos. Observé más calmada como sus ojos volvían a ser de un color azul más confiable en vez de ese verde estridente.
-Es igual- dije en un tono tranquilo y agudo- mi nombre es Lyra, y vengo de Lamia Scale, apuesto a que tu perteneces a Fairy Tail, es un gusto... conocerlos a ambos.
Miré como el enorme tigre alado se transformaba en un adorable...animalito indescriptible. Hice una leve inclinación con la cabeza sin sonreir. Me volví hacia las ruinas, no parecían en su mejor momento, por lo que supuse que aquella Hada oscura lo había pasado en grande destrozando aquel legado histórico.
-Comencemos ya- dije sin mirar a mi compañero, después giré la cabeza y lo miré con cara de circunstancias, viendo como se zampaba feliz sus dulces- eh...no, gracias, prefiero no comer antes de las misiones.
A decir verdad, me había pasado con el desayuno, y no tenía nada de hambre, asi que lo mejor era no comer nada. Comencé a caminar cautelosamente por aquel lugar, en busca de una pista o unas huellas que seguir. Había huesos tirados por todas partes y una enorme estrella de nigromancia pintada en el suelo con cenizas.
-Nos las tendremos que ver con magia negra- dije chasqueando la lengua con desgana, aun no me había enfrentado a un nigromante de verdad, y mi rango era bajo, por lo que tendría que tener cuidado con lo que hacía, y sobretodo, no ser una carga. Me coloqué junto a la estrella del suelo en cuclillas, mirándola con interés. Aunque me vi obligada a apartarme de golpe, ya que aquello comenzaba a emitir calor.

Al parecer, mis deducciones fueron acertadas, lo cual no me quitó la intranquilidad, y ver como mi compañero se "transformaba" y dejaba de comer para convertirse de repente en el responsable del grupo. Solté un resoplido, mirando a todos lados, tenía bastantes ganas de pelea, a si que cuanto antes llegara, mejor. Dediqué a Roxas una mirada fría, que dudo llegara a ver y lo seguí a través el pasillo, que estaba igualmente lleno de restos de esqueletos, me dio la impresión de que aquellos huesos eran una especia de "entrenamiento" de manera que, llegada la hora, el hada oscura pudiera resucitar a su objetivo sin errores. Comencé a escuchar un ruidito continuo, como un metrónomo, me puse de puntillas y eché un vistazo por encima del hombro de Roxas que me tapaba la vista. Lo que estaba escuchando no era un metrónomo, ni nada parecido, eran unos pasos acompasados, y por lo que ponía en la descripción de la misión, ya tenía idea de lo que podía ser.
-Hazte a un lado- dije a Rozas, mientras me fijaba como, en el fondo del pasillo, iban apareciendo figuras esqueléticas, de cuerpo blanquecino, me acerqué un poco más y comencé a sacar el agua que llevaba en una cantimplora bastante grande de cuero a la espalda- látigo de agua.
El agua que había sacado tomó rápidamente forma de látigo y barrió la primera fila de esqueletos, rompiendo su escrupulosa colocación, sonreí satisfecha y embestí de nuevo, con más fuerza, empujando a los esqueletos hacia atrás. Sus frágiles cuerpos se resquebrajaban o quedaban tirados por el suelo. Aquello no era muy difícil, lo que no sabía era cuántos había.
-Roxas, fíjate detrás de ti- le dije en un quedo susurro, ya que, los esqueletos tenderían a rodearnos.

Escuché como, a mi espalda, Roxas acababa con uno de los esqueletos de más tamaño, los comentarios de Kero me harían reir en otro momento, seguramente, pero en aquella ocasión, lo único que podía hacer mi boca era soltar maldiciones contra mis enemigos. Ajusticié a los pocos que quedaban en poco tiempo y devolví el agua al recipiente de mi espalda. Alcancé a oir como los dos hablaban de fuerzas o algo así y lancé una carcajada sarcástica.
-Si tuvieras la fuerza de Chuck Norris, esto no sería divertido y cobrar la recompensa sería considerado un robo- comenté caminando en dirección al pasillo que, paulatinamente se iba haciendo más y más oscuro. A pesar de que mi percepción de poderes ajenos no era demasiado acertada casi siempre, aquella vez pude verificar que aquella hada oscura no se parecía a ninguno de los enemigos a los que me había enfrentado jamás. Pero, por otra parte, estaba mi compañero, que por lo que había podido observar, no era ni mas ni menos que un mago estelar, lo cual era bueno, más que bueno, aunque no debía confiarme. En medio de aquella profunda oscuridad, cuando mis ojos no podían distinguir más que la negrura, comencé a oir vagamente un canto, era una melodía extraña, cantada a capella, que producía un sopor bastante molesto, y por si fuera poco, no veía nada en absoluto.
-¿Roxas? ¿Kero?- pregunté en un tono moderado, tratando de no ponerme nerviosa, pues la cancioncilla ya era suficientemente espeluznante. Estaba segura de que aquella voz era de mujer, como un canto de sirena, que iba cerrándome los ojos como una canción de cuna.

Avanzaba vacilante, recorriendo aquella molesta oscuridad, sin ser consciente de lo que ocurría a mi alrededor. Di un respingo cuando noté una especie de corriente eléctrica que me recorrió todo el cuerpo, sentí como si me hubiera despertado de un largo sueño. Como si de una estrella se tratara, vislumbré una potente llama dorada, que encendió las luces de la habitación obligándome a cubrir mis ojos, que ya se habían acostumbrado a la permanente oscuridad. Al tiempo que Roxas y Kero hablaban en el otro extremo de la sala, en medio de otra estrella de cinco puntas, se encontraba una figura esbelta, de cabello largo y verdoso, se encontraba , emitiendo un especie de chillido agudo. Seguramente hubiera sido hermosa, de no ser por que sus ojos estaban cubiertos por una cinta negra, que le daba un aspecto muy siniestro. Aquella era el hada oscura. Abrí la mano, extendiendo el brazo por delante de mi, y cerré el puño en torno a mi guadaña de agua. No esperé a que Roxas trazara un plan, no pensé, tan solo actué, propinando un potente golpe de guadaña al hada, aunque esta, con una leve sonrisa, paró mi embestida con una sola mano.
-¿Que demonios...?- gruñí, liberando mi arma de sus manos y volviendo a la carga, mi intención era expulsarla de aquella estrella, aunque en cuanto puse un pie sobre la superficie negra, sentí como si me hubieran dado una paliza en aquel momento. Tuve que usar mi guadaña para no caerme del susto.
-De modo que no podemos acercarnos sin ser lastimados- dije mirando a Roxas de reojo, como dándole una advertencia- en ese caso...
Di un paso atrás y, alzando la guadaña por encima de mi cabeza, tomándola por el extremo, la lancé con todas mis fuerzas en dirección al hada oscura, tan fuerte la lancé que caí al suelo, quedando sentada, observando como mi arma golpeaba al hada, dejándola temblando de ira y partiendo mi guadaña en dos, con el rostro rojo de rabia. Supuse que aquella criatura me estaba poniendo verde en su fuero interno, pero era divertido verla en aquel estado.

El mago estelar, logro salvar a su compañera de una muerte segura, debido a la ilusion, pero a su vez, al liberarla fue directamente contra el enemigo sin pensar y eso no fue una muy buena idea. Al acercase para atacar, el circulo negro del suelo, liberaba una especie de rayos negros, que atacaban a quien estuviera en ese rango.

¶-Es una buena información la que obtuviste, pero no seas tan imprudente la próxima vez...

☼-No entiendo como no fuiste vos el que se lanzo sin pensar...

¶-Esta pelea es mia... Voy a combatir oscuridad con... Algo?

Dijo en tono dudoso mientras sus manos permanecian aun en llamos.

¶Realmente no creo poder pelear en espacios tan reducidos...¶

☼Vas a tener que ingeniártelas... Sabes perfectamente que un Getsuga Tenshou nos va a dejar enterrados...☼

¶Un Hadouken tambien... La unica alternativa es... Data Drain...¶

☼No se va a dejar atrapar tan facil... Te ayudare a ditraerla...☼

¶No hace falta... Voy a combatir oscuridad con oscuridad...¶

☼Que!? Roxas! No seas idiota!☼

Al estar parados unos segundos... Roxas abrio sus ojos de golpe y con una cara seria se lanzo hacia el enemigo de frente, sin tener en cuenta lo que sucedio con su compañera anteriormente. El Hada tomo cartas en el asunto y del suelo salio una gran columna de hielo que iba desde el piso al suelo para tratar de atrapar al mago estelar dentro.

¶-Eh?!...Accel!

Pero gracias a su hechizo Accel, logra esquivar la columna de escarcha y quedar justo al frente del Hada Maligna, el sello del suelo comenzo a electrocutar a Roxas, rayos negros comenzaron a salir y lo rodeaban completamente el cuerpo. El mago sentia el dolor pero aun mantenia las llamas en sus manos y comenzo una pelea cuerpo a cuerpo con un Hada que podia bloquear los ataques pero recibía un gran daño de ellos. La cara del Hada se habia puesto roja de furia y cuando se decide a atacar Roxas le ensesta un golpe en llamas justo en su cara, pero el Hada utilizo el sello del suelo para mandar a volar al mago estelar de nuevo justo en frente de sus compañeros.

¶-Real...mente... Duelen... Esos rayos...

Repetía mientras jadeaba y ya que se veia limitado por el lugar en donde se encontraban.

¶-Vamos a combatir oscuridad con oscuridad...

☼-Roxas para!

El mago estelar apago sus llamas y con su mano derecha la acerco a su rostro. El globo ocular lentamente se ponia de color negro y de repente de un tiron, bajo su mano pasandola a centimentros de su cara. Energia magica oscura salia de todas partes, en su rostro estaba cubierto de esta misma, hasta que al instante se materializo en una mascara que era de forma similar a una calavera. La energia oscura rebosaba todo su cuerpo, en un instante desaparecio y aparecio frente el Hada Oscura, que no tuvo oportunidad de mover ni un musculo, el sello oscuro comenzo a lanzar esos rayos negros, pero parecia como si no le afectara en lo mas minimo al mago estelar. Con su brazo izquierdo, Roxas tomo el cuello del Hada y en su mano derecha comenzo a salir una clase de cañon cibernetico y directamente apunto a la cabeza del Hada Oscura.

¶-Data...Drain...

Dijo el mago con su voz distorcionada, mientras la esfera de energia salia del cañon y comenzo a absorber a dicha Hada. En un abrir y cerrar de ojos, el hada desapercio y el sello del suelo desaparecio con ella. Roxas en cambio puso la palma de su mano derecha en su mascara y convirtiendola en energia desaparecio. Unos rayos salian del cuerpo del mago estelar, se podia notar como su fusionaban las energias de ambos.

¶-Bien... Mision... Cumplida...

Dijo mientras aun jadeaba y observaba a su compañera y a Kero.