Mision Clase E: Mesero por un día.

Llegando desde la mañana que fue requerido el joven Hayato en esta ocasión no llevaría a su amigo canino Silver, ya que se trataba de un gran restaurant, donde los “amos” eran aquellos clientes que llegaban al local, y los mayordomos y amas de llaves, son aquellos que atienden el lugar. Al llegar lo primero que haría seria entrar por la puerta trasera, para así presentarse ante el dueño del restaurant.

Ya he llegado, vengo en nombre de Fairy Tail, para servir de mesero.

Tras decir aquello, el dueño del restaurant le brillarían los ojos, para así llevarlo a los vestidores, donde le daría una ropa un tanto incomoda para Hayato, ya que eran ropas muy formales.

Eh... me tengo que vestir con esto...

El dueño del restaurant simplemente sonreiría para así mover la cabeza arriba y abajo, afirmando de qué debe vestirse adecuadamente para servir todo ese día.

Bien... supongo que no hay de otra.

Entrando a aquellos vestidores se dispondría a vestirse con esas ostentosas ropas.

Al salir de los vestidores notaría que sus ropas lo harían ver totalmente distinto, lo que haría que su canino Silver se burlase de él, cosa que simplemente le daría un poco de rabia ya que no le gustaba hacer el “ridículo” con su amigo canino.

Bien, ya me puse el traje... ¿Me pongo a atender?

Preguntaría para ver que el dueño simplemente haría una negación, y llevarlo de vuelta a los vestidores, señalándole el cabello para después sentarlo en una silla, y así comenzarle a peinar sus plateados cabellos dejándolo listo para comenzar a servir.

Uh... si alguien me viera así...

Diría al tiempo que solo hace negaciones con la cabeza para después ponerse unos guantes blancos, guardando sus guantes negros en las bolsas del pantalón.

Bien, ¿Algo más que deba saber?

Preguntaría mientras que el dueño del restaurant le daría un pequeño tablón con las reglas del lugar, en las cuales decía que a los clientes masculinos se les debe llamar “amo”, mientras que a los clientes femeninos se les debe llamar “madame”.

Bueh... es tiempo de trabajar.

Como se ve en la misión.

Spoiler:

Listo mentalmente, se dirigiría al interior del restaurant, para así ir a la mesa donde habían llegado una pareja y sus hijos, al llegar ahí les ofrecería el menú, haciendo una reverencia para así decir en tono pausado y relajado.

Cuando esté listo para ordenar, hágame una señal, amo, madame.

Tras decir aquello se retiraría hacia otra mesa en la cual eran un par de señores que ya tenían un pedido, llevando una libreta miraría a sus “amos” para así anotar en esta lo que ellos querían comer ese día.

Bien, en un momento traeré sus alimentos, amos.

Al decir aquello se llevaría consigo los menús, para ir hasta donde se encuentra la cocina, dejando la hoja donde anotó la comida de la segunda mesa que atendió, para así voltear su mirar hacia el restaurant el cual estaría a reventar de gente, inclusive había personas que se encontraban en parte de afuera del restaurant esperando a que alguien saliese para ellos poder entrar.

Esto tiene sobre población.

Diría en tono de broma, para después llevar los platos de aquellos “amos” que les había tomado el pedido, para así dejarlos en la mesa, hacer una reverencia para después decir nuevamente en tono pausado.

Si desean algo más háganmelo saber, amos.

Para después retirarse a la primera mesa que había atendido ese día, para así tomar la orden de sus amos, tomando los menús, haciendo una reverencia y así caminar nuevamente hacia la cocina, para entregar las ordenes, mientras que las ordenes se hacían, caminaría por el restaurant, dando menús a las distintas mesas, al tiempo que en otras mesas simplemente tomaba las ordenes que pedían los clientes, haciendo todo en una postura de mayordomo, viendo como los demás meseros actuaban como él, haciendo reverencias y sirviendo las comidas, al igual que las bebidas de sus mesas correspondientes. Así todo el día, pero lo más pesado fue en la noche, ya que más gente llegaba para comer que en lo que había en la mañana.

Veo que este restaurant es bueno, y su comida debe ser excelente.

Mientras continuaba sirviendo sus platillos y demás, llegaría la hora de cerrar el local.

Cuando ya el local estaría cerrando, llevaría ambas manos a su nuca, para caminar despreocupado hacia donde se encontraban los vestidores, y así comenzar a cambiarse de ropa, por las que siempre traía normalmente, siendo estas la camisa negra, el pantalón negro holgado, el impermeable rojo que siempre lleva sobre su camisa negra, se quitaría los guantes blancos, para así colocar sus guantes negros y acomodarse el cabello, para volver a su estado normal.

Uff, esas ropas no van conmigo... Menos mal que ya terminó.

Tras decir aquello, miraría al dueño del lugar el cual estaría más que contento por las ganancias de ese día, para así llamar a Hayato con la mano y decirle algo al oído.

¿Eh? No, yo soy un mago no un mesero, gracias por ofrecerme el trabajo, pero no puedo aceptarlo.

Diría mientras que sonríe un tanto nervioso ya que el jefe del lugar simplemente agacharía la cabeza haciendo negaciones para después darle la aprobación de que terminó la misión.

Gracias, ahora me retiro.

Haciendo una reverencia, saldría por la puerta trasera, para así dirigirse a su gremio para obtener la recompensa.