Mi manera de... (Tali X Jerico)

La figura de un hombre se desploma sobre el pasto de este bosque que se alza hasta el infinito, algunos arboles cercanos se encuentran derribados y la espada se desvanece ante la magia perdida, el chico rubio que solo lleva su pantalón y botas hasta las rodillas, muestra sin pudor alguno el sello del gremio, el mas grande que se haya visto en todo el gremio de fairy tail; mientras suspira en el suelo cansado por el arduo trabajo solo aspira antes de levantarse y mirar el cuaje de agua colgado en uno de los tantos arboles que intactos aun pemanecen; el chico solo se queda mirando y decide girarse en vez de tomar el agua que sin duda la falta de esta lo mantiene cansado, el chico de inmediato toma de su cuello una pequeña bolsita y la levanta en todo lo alto; esta a su ves tiene la figura de una luna y al verla sonríe para dejarse caer y perderse lentamente en un sueño...sin pensar que pasaría despues

Caminaba por el bosque después de vagar un largo tiempo por la ciudad de Magnolia. La verdad, tenía mucho de no volver después de la historia que se gestó aquí. No es que me doliera volver, sino que no le veía motivo. Pero vale, algo me había impulsado a venir.... Todo aquí me resultaba familiar; incluso recordaba aún que mis ropas seguían impregnadas de la esencia del bosque y eso me creaba una especie de sentimiento de apego algo extraño. El gremio de Fairy Tail aún era dueño y señor de estas tierras y que un mago independiente las pisara, era un tanto preocupante. En todo caso, no pensaba entrar a la ciudad, tan solo me servía de paso para proseguir mi viaje para encontrar a mi familia. A lo lejos, distinguí una silueta que me pareció conocida y conforme me acercaba, pude darme cuenta que se trataba de... -Jerico...Jerico Junkers...-Alcancé a decir, viendo que caí desplomado al suelo.

Al escuchar una voz melodiosa y conocida, decidi esconder mi pequeña bolsita de piel con la luna en mi pantalón y asi tirado levantar mi mirada, aunque lo primero que vi eran los tobillos femeninos mas bellos pero aun asi conocidos para mi, levante mi mirada y la vi, una lijera sonrisa se dibujo en mis labios
-señorita hadeslynn como esta?...pense que no volveria a verle...de hecho me alegro tanto mirarle por Magnolia...-
Me levante sentándome y trone los musculos de mi cuello, sin querer le daría la espada y mostraría mi sello rebozante en toda mi espalda; asi poco a poco me puse en pie, la poca que poseía mi cuepo no era ningún problema y camine hasta el cuaje, tome de este mismo el liquido vital, aunque se escapo de mis labios callendo a mi pecho mi necesidad era el satisfacer mi sed
-lamento mi descortesía pero no pensaba encontrar a alguien en estas tierras...-
Comente mientras le mire seriamente

-En realidad, no pienso entrar a la ciudad de Magnolia. Solo estoy de paso por aquí y este es el camino más rápido que me llevará hacia donde debo ir, tengo que alcanzar a mis compañeros de viaje y ya voy muy retrasada.-Dije, cortando su apreciación de que yo fuese a pasar por la ciudad. Él sabía mejor que nadie que eso me traía malos recuerdos y por tanto, no lo haría.
Observé que se apresuró hacia donde había agua y pude notar lo sediento que estaba, pues prácticamente quería agotar las reservas del vital líquido. Se disculpó por la descortesía y yo me encogí de hombros, dándole a entender que eso no me preocupaba, que estaba bien, o que simplemente lo dejase pasar.... en fin, cualquier cosa que sirviera para disculparle. -¿Ya no estás en el gremio? Te veo demasiado demacrado...-Le comenté, esperando no se molestara.

Escucho que pretendia dejar la ciudad de inmediato, algo que por un momento me devasto, pero seguía sin colocar mi camisa asi que me gire mas no me importo mi vestuario, di un paso adelante y tomando sus manos sin importarme el permiso un tronido en el cielo, este si fue realmente fuerte y en un momento todo parecía oscurecerse, sin pensármelo tomo su mano y el cuaje, en ese momento comienzo a subir por la ladera de la montaña entre la destrucción de arboles que había en este espacio.
A lo lejos se visualizaba una cabaña no muy vieja y menos abandonada, sin pensármelo ya que la lluvia comenzó abri de una patada esta y casi empujo a Tali dentro mientras me quedo pensando y al tratar de regresar la lluvia se volvió mas fuerte, solo me recarge en la puerta abierta y trone mis dientes
-deje las semillas...demonios, Tali te encuentras bien no te mojaste?...-

Sin esperarlo, me tomó de la mano y no me dio ni siquiera tiempo a reaccionar, pues en eso, una tormenta comenzó a caer en todo Magnolia. No era algo normal y dudaba que incluso fuese temporada de lluvias, pero aún así, ese fenómeno climático se presentaba. Corrimos hasta subir por una ladera en las montañas, que daba hacia un camino al cual era guiado llegando a una cabaña vieja y abandonada. El instinto de supervivencia era tal, que sin pensarlo, entramos a aquella casa deshabitada. Aún así, nos habíamos llevado un buen chapuzón sin siquiera pedirlo. Por fin entramos y fuera, el viento arreciaba, haciendo que la puerta y las ventanas azotaran contra sí mismas, amenazando con salirse de su marco. Entré a la casa, estremeciéndome de frío e intenté darme calor frotándome los brazos, pero no funcionaba. -S-Semilas... ¿Para qué? Y sí, s-sí me mojé un poco.-Murmuré...

Notando el evidente frio en su cuerpo, cierro la puerta atracándola bien con un madero dispuesto para ello; de inmediato abro unas de las alacenas y saco un pequeño quinqe, asi mismo también una manera de encenderlo y asi colocándolo en la mesa que aunque vieja parecía muy fuerte
-creo que esta casa fue recientemente abandonada...quizas hace unos meses...-
Abro una de las puertas y asi encuentro un cuarto, abro el ropero y encuentro algo para la chica que me acompaña
-si deseas puedes cambiarte aquí, hay ropa aun que puede usarse...-
Comente mientras regrese a donde estaba y la guie al cuarto, le señalo el ropero mientras miro que mucha de la ropa es realmente lujosa, quizás por extraño que paresca puedo decir que es linda
-creo que te dejare para que te cambies...-
Comente mientras Sali y abria las alacenas, nota que no ha respondido ninguna pregunta
-entrenaba aquí, de hecho por cada árbol que derribe sembrare tres semillas; es lo poco que puedo hacer la naturaleza me da yo le doy...y con la lluvia deje la bolsa espero siga ahí...-

-Y-Yo creo que bueno, tú sabes... esto...no, la verdad no sé que decir.-Preferí callarme, ya que solo estaba hablando incoherencias. Tenía frío y demasiada hambre, pero no parecía que la lluvia fuese a desaparecer y no había ningún rastro de alimento. Me comentó que si quería cambiarme lo hiciera y me mostró los ropajes lindos y llenos de lujo que había en el cuarto. -No sé si sea correcto...-Murmuré, pero era evidente que quisiera o no, debía cambiarme para evitar una enfermedad o algo parecido.
Esperé que saliera de la casa y me quité la ropa mojada, para colocarme un vestido largo color púrpura que asemejaba un ropaje de época antigua, de largas mangas y con tela parecida al terciopelo. Lo vi entrar y le sonreí, escuchando su explicación sobre los árboles. -'Puedo ayudarte luego?-Dije, sonriente.

Cuando entre, justo después de esperar que se prepara , le mire su cuerpo se ceñia de manera espectacular que incluso me quede sin habla un momento; incluso pienso que mi persona hizo una mala jugada que el frio del lugar no ayudo en nada, inmediatamente como intentando distraerme de mis propios deseos coloque un queso
-de hecho...podria decir que te ves hermosa en ese vestido...sin duda alguna te hace realmente justica...digo quiero decir que...no se ni que quiero decir....pero en verdad te ves hermosa yo creo que no había problemas que tomaramos algo...en todo caso esta la ley del samaritano...-
me acerque a ella y sin pensarlo la abrace mientras no dije nada, mi fría espalda con la lluvia y el viento no me molestaba, solo fue un autoimpulso y me aleje de ella
-el queso esta aun intacto...quizas podría encontrar un vino...no como una cita...como el otro dia....pero quizás para poder aguantar el tiempo de poder esperar que pase la lluvia...-
Comente mientras abria una de las puertas....aunque tenia la palabra en mi labio decir solo te amo no pensé en eso...lo sentía y lo dije en voz baja tanto que me esperaba no se escuchara: “te amo Tali”

El vestido se ceñía perfecto a mi y el lazo que tenía en la cintura, lo ajusté más, para que no me quedase flojo. Observé como fijaba su vista en mí y me sonrojé profusamente, tanto que ya no se distinguía mi rostro de mi cabello, pues ambos parecían del mismo color. Sin quererlo, bajé la mirada hacia el suelo y pude notar perfectamente lo que trataba de ocultarme. Aquello en cierta manera me hizo sentir extraña. Algo como eso nunca nos había sucedido y era....extraño. Escuché sus palabras y le sonreí, intentando evitar ese bochornoso momento anterior. -Bueno, la verdad es que tienes razón, no quiero morir de hambre y menos bajo la lluvia. Así que apliquemos el precepto del buen samaritano entonces. Seguro la gente si algún día vuelve, no se molestará.-Dije, aplicando la misma lógica que él.
Me sorprendió su abrazo, pero antes de poder reaccionar, se separó; esto era aún más... confuso. -No es una cita, cierto... pero bueno, supongo que debemos hacer esto más agradable al menos mientras pasa la lluvia ¿no crees?-Dije, buscando entre las alacenas hasta que di con un cuchillo para tomar un trozo de queso. Contuve un grito de sorpresa al escucharle decir aquello en voz tan baja y lo miré. -Escuché eso...-Murmuré.

Al instante justo de abrir una alacena, escucho que me contesta ante mi confesión que por un lado debi hacerla de frente y por el otro hacerla con mas énfasis, quizás mis pensamientos se perdieron por mucho tiempo que no note que la tabla de planchar de dentro de esta alacena se vino encima, el golpe fue bien dado y demasiado potente para hacerme caer de sentón e incluso dejarme fuera de compate un segundo, lleve mis manos a mi cabeza y me puse en pie rápidamente para encontrarme de nuevo con esta tabla; el dolor se incremento y volvi a caer; ante la escena perfecta para una comedia barata de los años cuarenta solo reaccione como se debe y levante la tabla y le mire, mi rostro desencajado pero en el sentido del sonrojo la miro a sus ojos
-y..y...y..y..y...y...y que piensas....digo quiero decir....te molesta...que diablos digo...no se que decir....o que me dices....creo...si que me dices tu...-

-No sé si lo decías para que lo escuchara, o solo estabas pensando en voz alta.-Murmuré después de aquella frase que le afirmaba que efectivamente, sí lo estaba escuchando. Tal vez después de todo no quería decirlo y era algo que dijo de forma inconsciente. O al menos, quería creer eso. Noté como abrió una alacena y al instante, la tabla que servía como plancha, cayó, golpeándolo en la cabeza. Lo miré, sorprendida, e iba a acudir en su ayuda, cuando se puso en pie y la tabla volvió a golpearle de nuevo, cayendo al suelo otra vez. Sin duda, esto parecía ser una comedia llena de humor blanco, de las que ya no solían verse. La risa que había estado evitando demostrar, no pude contenerla más, a pesar de que trataba. Realmente era cómico haber visto aquello. -Yo... siento.-Dije, soltando una risilla. -Eso ha sido divertido, creo.-

Cuando ella respodio lo divertido que se vio “mi show” fue casi como si me hubiera caído un rayo; aun asi el destino le era gracioso jugar conmigo que la tabla vovio por tercera vez salir de su alacena, pero ahora levante mi mano y la parti en dos antes de que me pegara.
Sin mas camine hasta ella, esta vez no me contendré luchare incluso contra mi caballerosidad e incluso la hombría que me impedia poder hablar, no era que no fuera yo pero los sentimientos existen y tenia que demostrarlos como la flor que sobrevive al invierno y se me mas bella en primavera
-narciso...-
Dije...pero que dije?....
-digo eres tan bella como un narciso que incluso en invierno sobrepasa el frio invernal, se mira a si misma y como un beso renace cada año fuerte rozagante y bella, no se que flor te guste mas pero cuando te veo pienso en ella...pero mas aun por que aunque sea un hombre que parezca frio como invierno tu estas asi en mi como el narciso pero esta es mi primavera y la palabra que esta primavera es te amo, te amo y te amo Tali Hadeslynn y no temo que me rechaces no temo que no me ames....por que aun asi este amos se gravan como las cicatrices y las heridas que me dejen aun muerto podre verlas con amor...te amo y si quieres que lo diga lo digo....esta es mi forma de amarte y no quiero que sea la única por favor cuando esta lluvia termine...casate conmigo...este mismo dia los dos juntos eternamente...-

-¿Narciso?-Dije sin entender a que se refería, si al dios de la mitología o si se refería a la flor. Pero cuando me dio aquella flor, supe de qué me estaba hablando. La verdad era que en cuestiones de ésas, mis preferidas eran sin duda las rosas, pero los narcisos eran hermosos debido a la leyenda que de ellos se contaba. Escuchar sus palabras me hizo sonrojar, ya que durante el tiempo que pasamos juntos, nunca me había dicho algo como eso y sin duda, no esperaba que lo dijera en un lugar así. Me mantuve serena, escuchando todas y cada una de sus palabras, sabiendo que las decía de forma sincera, dejando que el corazón hablara. Cuando por fin terminó, lo miré fijamente, mientras la lluvia cayendo afuera nos daba el telón de fondo para un momento así. -Tus palabras me halagan, no voy a negarlo, Jerico... pero yo no puedo casarme contigo. Y menos con tanta premura. Lo siento, pero no puedo.-No quería lastimarlo, pero debía sincerarme yo también.

Escuche su respuesta y la solte, baje la cabeza y sentí como el mundo me aplasto; quizás tenia razón en que no era el momento ni siquiera no se...algo paso algo falto
-soy yo acaso?...-
Dije tajante mientras sentía como mi puño se endurecia, quise estrellarlo asi desnudo contra la ventana pero me gire alejándome, tenia que buscar el baño; entre al cuarto y abri tantas puertas que encontré el sitio que necesite, sabia que estaba el fregadero de la cocina pero no quería estar a sus ojos como estaba
-soy yo acaso?...-
Dije denuevo para mi mientras abria el agua y esta salía sucia, la tubería tronaba por toda la casa, no me importo...tome un poco del agua que por fin salio sin inperfecciones y la tire en mi cara...tenia que disimular lo que mis ojos reflejaban, cada gota que caia era mas fuerte en sonido que la lluvia de afuera...

-Esto... el que te haya dicho que no, nada tiene que ver contigo, Jerico; más bien es por que aún no deseo casarme todavía. Me parece demasiado pronto y la verdad es que no me siento lista.-Le dije sinceramente. Aún no tenía pensado contraer matrimonio pues aquello era una enorme responsabilidad, y siendo yo como era, la verdad es que solo fracasaría. Y yo le tenía miedo al fracaso, más en una cosa como esa. Suspiré mientras lo seguía cuando se fue corriendo, abriendo con brusquedad todas las habitaciones. Lo vi enjuagarse la cara con el agua llena de suciedad que salía del fregadero de la cocina. Realmente me lastimaba que hiciera todo eso, pero tenía que ser sincera no solo con él, sino conmigo misma. Y aún no había olvidado el hecho de que me hubiese abandonado en Magnolia, para no dar señales de vida durante mucho tiempo.

escuche su explicación pero aun asi no me satisfacía, por que no que era lo malo en mi?; sin decir mas solo me gire a verla no había nada en mi rostro, tristeza no, miedo tampoco, alegría muhco menos solo la mire un largo rato mientras pensé para mi sin fin de cosas que no podía catalogar, la quite de mi camino y me deje caer en el sillón de la alcoba, suspire y solo mis ojos se prendaron de ella
-pero si te dijera algo como “hagamos esto no solo por el querer hacerlo si no por la simple locura...una inercia, sin necesidad de mas...un noviazgo limpio sin ataduras, una unión de conocimiento un momento de extasis donde quizás soñar contigo sea mirar la misma luna que tu?...aun alejados pero sobre todo...pensando en ti”, o decir de una manera menos poética entonces podemos salir después de esta lluvia como novios?-

-Ya te dije que no es por que haya algo malo en ti, Jerico, sino todo lo contrario; pero estarás de acuerdo conmigo en que me dejaste sola, en Magnolia. Te esperé durante semanas, tal vez aunque no aparecieras, al menos debiste dar señales de vida y decirme donde estabas. Yo te habría seguido a donde fuera. Si me dices ahora que no lo hiciste por que querías protegerme, entonces es que no me conoces lo suficiente. Por que sabes bien que soy lo suficientemente fuerte como para cuidarme yo, aunque tú no lo hagas. Y sinceramente, aquello me desilusionó pues yo había fincado mis sueños, mis ilusiones, y todo lo que creí real, contigo.-Ahora era mi turno de hablar, sabía que mis palabras le dolerían, pero más me dolía a mí el que me hubiese abandonado. ¿Cómo era capaz de pedirme algo como aquello después de tantos días sin él? -Yo no sé que pase mañana cuando la lluvia termine... no lo sé.-Murmuré de forma vaga.

Escúche lo que me dijo, sin pensarlo mas me puse en pie; camine dejando todo lo que había en la casa y abri la puerta de un solo golpe, un rayo ilumino el paisaje, que aunque torrecial la lluvia era no tormenta solo eso, una lluvia nada mas, doy un paso al frente saliendo a la lluvia; el lodo hace que me resbale pero me mantengo
-Tali Hadeslynn, quizás inconcientemente deje de seguirte, mas no era una cuestión de dañarte...y menos de dejarte ir, quería hacer todo lo contrario...no permitir que pudieras vivir un dia mas en un camino; no dejar que siguieras cazando lo que a ti te hizo daño...se parte de tu historia...mas que nada...lo que yo quería era eso que fincaras en mi eso...tus deseos ilusiones y yo darte una vida en paz...junto a mi...que fueras como ahora...yo aquí sucio...enlodado y tu esperándome con un deseo de poder abrazarme tocarme y quizás olvidar que mi cuerpo lastimado esta asi...no es que quiera encerrarte aquí en una casa pero...quizas un momento llegar y ver tu rostro que me es conocido...y decir por primera vez...llege a casa...-
Lo dije mientras un rayo cayo cerca de mi, no me inmute ni me asuste solo me quede asi con mis brazos abiertos mientras me mojaba y el agua que bajaba me enlodaba mas y mas

Observé como la tormenta había dejado de ser lo que era para tranformarse solo en una simple lluvia primaveral. Abrió la puerta y resbaló gracias al fango, aunque se mantuvo en pie. Pude escuchar cada palabra, ver sus gestos, la forma en que me miraba y no dejaba de sentirme cohibida por ello. Aún así, eso no justificaba para nada el dolor que me había hecho sentir en esa separación tan repentina. -Eso... eso no te justifica, Jerico; yo esperé durante mucho tiempo una carta, una nota siquiera al despedirte... ¡Incluso envié a Baskerville a buscarte! Y no, no apareciste nunca. No es fácil llegar ahora y decir que buscas pasar tu vida conmigo, darme un hogar... cuando no tuviste el valor suficiente como para dar la cara sabiendo que sufría.-Al ver lo débil que estaba, me apresuré a ayudarle entrar, llevándolo a sentar al sofá.

Cuando se acerco a ayudarme, me separe de ella; no le permiti tocarme pero asi ahí mismo, me puse en rodillas, aun cuando la lluvia y el lodo ya sobrepasaba mis rodillas me inque casi hundiéndome; comia el fango que descendia pero no permiti que me arrastrara, me arrodille y coloque mis manos a sus pies a modo caballeresco y de un golpe baje mi cara al suelo de madera de la entrada, el golpe asi lo desee hacer era tan duro que incluso parte del lodo empezó a tintarse de carmín
-no me toques no sin antes diga algo...perdon...perdoname...perdona a este perro que se arrodilla y te pide suplicante su perdón, a este perro que aunque tonto se que no te meresco, a este perro que te suplica no solo su perdón si no que vuelvas a confiar en el, a este perro que si lo pides...-
En ese momento haciendo el ultimo circulo traje a mi espada y la incruste ante ella, en ambos lados puse mis manos llenas de lodo, levante mi rostro ensangrentado y lodoso, coloque mis manos a ambos lados de la hoja de Zweihander
-a este perro que si le pides no volver cortare lo que me hace alejarme y son mis manos y asi nunca mas irme de ti...y depender de ti...esta es mi forma de pedir perdón y decir al mismo tiempo que quiero depender de ti...de tus tardes tus noches y días...siempre...-

No me dejó que lo ayudara, sino que se arrodilló a pesar de que el fango le cubría más arriba de las rodillas. Escuchar que me pidiera perdón de esa manera me conmovía y hasta cierto punto me dolía. Era horrible verlo así, la verdad. -No tienes por que hacer esto... de verdad, no hay ningún tipo de rencor después de lo que pasó; a pesar de que las cosas no resultaron como lo habíamos planeado, me siento feliz por que compartimos mucho. No puedo ver solo lo malo, también hay cosas buenas y es por eso que no puedo odiarte. Fuiste la primer persona que se preocupó por mí al verme vagar por Magnolia... y te debo la vida.-No me gustaba escuchar que se llamara a sí mismo perro, pues era un calificativo que ningún ser humano merecía. -Así que por favor, no digas que eres un perro, por que eres un ser humano y tienes muchas virtudes, así como defectos. No eres un animal.-

-entonces déjame tratar por una parte...-
Comente poniéndome en pie, ya sin medida abrazarla pegarla a mi cuerpo; no me importo que mi cuerpo y todo de mi sea un monstruo de barro, en ese instante acaricie su rostro con mis dedos.
La espada desaparecia en un circulo de magia y en ese instante le di un beso directo a sus labios, siempre deseoso siempre esperando el ataque consiguiente; casi levantándole entro a la casa y la puerta se cierra
-yo soy un guerrero, siempre lo seré pero aun a pesar de todo puedo y deseo poder tener un corazón para poder amar, un sitio donde poder soñar en un dia es cuando dices tu y hoy te digo eres tu, siempre tu...-
Comente al momento de seguir dentro el beso, no me importaba que deseara yo la deseo no me importaba los golpes, requeria los golpes, solo la necesitaba

-¿A qué....?-Me abrazó de tal manera que no pude moverme ni un centímetro, sus labios se encontraron con los míos y me levantó en brazos, mientras yo forcejeaba. Pataleaba y golpeaba sus brazos con fuerza hasta que por fin me soltó, aunque solo lo hizo para hablar. - ¿Cómo te atreves a mancillarme así? Eso no fue lindo.... yo creía que eras un caballero, que no serías capaz de una cosa como esta pero ahora veo que me he equivocado contigo-.No sabía como sentirme después de aquello, pero de que estaba ofendida, lo estaba y en demasía. Lo empujé para apartarlo de mí y una sonora bofetada impactó en su mejilla. -Y-yo... yo no debería estar aquí. Creo que será mejor que me vaya, Jerico...- Dicho esto, salí de la casa, a pesar de que el fango me llegaba a mitad de las piernas y me era casi imposible caminar.

Al momento que salio, solo pensé en lo que hice mas aun cuando note su andar...no podía no podía....no la dejaría nunca en la vida la dejare irse asi nunca, es lo que en mi cabeza sonaba.
Asi sin importarme nada, nada de lo que llamas respeto, gallardia e incluso la necesaria moralidad la tome de su brazon, aun con la lluvia la tome del brazo pero pensando que se iba a resistir mi mano tomo su tirante y lo jalaría con fuerza...parte de su busto quedaría expuesto y a mi no me importaba...solo necesite de ella una cosa.
Mi puño se levanto, no pensaba incluso pareciera que mi mirada iba perdida pero en ese instante la pude abrazar bien y la gire aprisionándola en mi pecho; con la lluvia y con la cantidad de arboles que tale uno demasiado grande venia por la ladera y en especial en dirección a Tali...era cuestión de tiempo que con mi mano desnuda lo destrozara y la salvara...escuche un crujido...no era del árbol era de mis dedos...senti como cada pieza de estos se partia...resisti pero tenia que llevarla adentro, cansado y exausto camine con ella en mis brazos, el vestido hizo una mala jugada y si alguien la miraba pensaría lo peor de mi, la recosté suavemente en la cama ella seguía despierta y me inque mirándole
-no permitiré...que te pase nada...lo he jurado antes lo juro hoy...-
Mi mano destrozada, aun palpitante se poso en su muslo...lo acaricie y casi no sentía nada no era necesario...este era el momento de acercarme y darle ahora un beso de amor piadoso...el amor que sentía suavemente acaricie con mis labios sus labios y mi mano la tomo de la cintura y la acerque a mi cuerpo mientras seguía en rodillas...solo eso quería una vez mas